La banca sigue reformulando sus estrategias para ganar dinero con los tipos de interés al 0%. La reducción de los costes financieros ha llegado a su mínima expresión, lo que deja ya sin posibilidad a las entidades de incrementar los ingresos en el negocio tradicional de captar y prestar dinero. Liberbank y Unicaja son los dos bancos españoles que más dependen de esta área.
El Banco de España (BdE) lo ha dejado claro en su último informe de estabilidad financiera. Durante los últimos años ha habido un descenso de los ingresos obtenidos con la concesión de crédito. “La reducción en la generación de rentas es compensada, en parte, por los también menores costes financieros, aunque cada vez con menor capacidad para registrar reducciones adicionales, lo que tiene como consecuencia un descenso del margen de intereses”, señala el supervisor.
Los costes financieros son la remuneración de los depósitos y otros fondos que captan los bancos y que usan para prestar a familias o empresas. Es el negocio tradicional, la diferencia es el margen de intermediación que se ve presionado con los tipos bajos. Durante el primer trimestre, los bancos cotizados ingresaron por esta vía 15.894 millones de euros, aunque solo 4.761 millones se generaron en España.
La institución gobernada por Luis María Linde añade que “una de las potenciales consecuencias de esta situación es la búsqueda por parte de las entidades de fuentes alternativas de recursos que ofrezcan una mayor rentabilidad, pero que pueden llevar asociado un mayor riesgo”. Con esto, el BdE se refiere al crecimiento del crédito al consumo al ritmo del 15%.
La reducción de rentas es compensada, en parte, por los también menores costes financieros, aunque cada vez con menor capacidad
Esta es una de las vías para incrementar la rentabilidad de la cartera crediticia, así como elevar el 'stock' de hipotecas a tipo fijo respecto a las de tipo variable. Por otro lado, los bancos tratan de crecer en recursos de clientes fuera de balance. Esto es, fondos de inversión, planes de pensiones, carteras gestionadas, distribución de seguros y otros productos con los que cobrar comisiones más rentables que el margen de intermediación.
La banca solo puede usar esta receta o internacionalizarse para remontar en rentabilidad. Salvo Bankinter y, desde marzo, BBVA, las entidades españolas suspenden en este concepto, como la mayor parte del sector en Europa, si se compara el ROE (rentabilidad sobre el capital) con el coste del capital (la rentabilidad que exige el inversor).
Bancos lastrados en bolsa
Las dos entidades con menor ROE son Liberbank (4,5%) y Unicaja (6,1%), lo que coincide con ser dos entidades surgidas de las antiguas cajas, que tuvieron un peso elevado del ladrillo en el balance, y que son las más expuestas a las futuras subidas de tipos. Pero el mercado no espera que el Banco Central Europeo (BCE) mueva ficha hasta mediados de 2019. Cuando esto suceda, por cada 50 puntos básicos más en el ‘precio del dinero’, el beneficio neto de estos bancos aumentará un 10% extra, según estimaciones de Goldman Sachs. Por ahora, el ROE penaliza en bolsa, ya que Liberbank cotiza a 0,5 veces y Unicaja, a 0,7 veces.
En los resultados del primer trimestre, el margen bruto, que recoge la suma de ingresos netos en cada línea de negocio, alcanzó los 171 millones de euros en Liberbank y los 250 millones en Unicaja. En ambos casos, el 61% provino del margen de intereses en España, la mayor dependencia en la banca cotizada, por encima del 56% de Bankia, del 51% de Bankinter, el 49% de CaixaBank o del 45% del Sabadell. En los dos gigantes, Banco Santander y BBVA, la internacionalización rebaja el porcentaje al 8,5% y al 15% respectivamente.
A la espera de la normalización de la política monetaria y mientras prosigue el desagüe del ladrillo tóxico, especialmente en Liberbank, que da más visibilidad a los resultados, ambos bancos trabajan en modificar la estructura de sus ingresos. Es decir, diversificar el negocio a través de fondos, seguros, crédito al consumo y préstamos a empresas.
Las dos entidades, además, prometieron este desarrollo el año pasado a los inversores. Liberbank, con una ampliación de capital de 500 millones que en aquel momento era más de la mitad de su valor en bolsa, que ahora asciende a 1.400 millones de euros. Unicaja, por su parte, debutó en el parqué el 30 de junio de 2017. La firma andaluza cotiza con una capitalización de 2.600 millones.
Otro modelo de banca
Liberbank está cumpliendo con las metas de reducir los activos improductivos (NPL) en balance, el recorte de la tasa de mora o el crecimiento en fondos de inversión, cuyo patrimonio aumentó en el primer trimestre un 24% gracias al acuerdo con JP Morgan. El banco norteamericano facilita gestión y asesoramiento a la plantilla, mientras que Liberbank coloca sus productos en la red.
Aun así, los recursos fuera de balance (5.464 millones) todavía suponen solo el 19% del total, por debajo de otros bancos. En el otro extremo, que es Bankinter, alcanzan el 30%. La entidad también trabaja en incrementar su peso en cuota en crédito al consumo, donde está creciendo a ritmos del 10% en nuevas operaciones. El saldo vivo crece por encima de la media (15%). Igualmente hay margen de continuar la tendencia, ya que desde el banco calculan que podría duplicar la cartera si alcanzara la misma cuota de mercado que en depósitos. Por último, Liberbank planea crecer en el segmento de empresas.
Con Unicaja ocurre algo similar. Su crecimiento en recursos fuera de balance fue del 8% interanual hasta marzo, alcanzando los 12.920 millones, el 22% de los recursos gestionados. El banco creció en nuevas operaciones de crédito concedidas a empresas un 55%, lo que muestra que es un segmento aún con mucha capacidad para explotar, igual que en crédito al consumo. “El objetivo es diversificar la estructura de ingresos”, apuntan desde la entidad. Es decir, el recorrido que buscan todos los bancos, pero al que se han sumado más tarde Liberbank y Unicaja.
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