REDACCIÓN
Las sentencias judiciales han disparado la deuda del Ayuntamiento de Oviedo en los últimos años. La sombra del gabinismo en el consistorio es alargada y los desmanes de su gestión continúan lastrando las cuentas de la capital. Y seguirán haciéndolo hasta 2028. El último caso conocido es el del Calatrava, pero en el equipo de gobierno están convencidos de que llegarán más pufos. Todo ello tiene repercusión en los presupuestos del municipio que, después de la última modificación, destinarán 11 millones al pago de la deuda, y eso que ahí todavía no se ha contabilizado el crédito para hacer frente a la sentencia del Palacio de Congresos, ya que aun no se ha formalizado.
Rubén Rosón, concejal de Economía, explica que la deuda viva municipal a fecha 1 de enero de 2015 era de 96 millones. A esta cantidad hay que añadir todas las sentencias que han llegado durante estos años, y que en conjunto suman más de 60 millones. En concreto, se trata de 32,8 millones de Villa Magdalena; los 17 millones de Calatrava; 5 millones en expropiaciones que el edil califica de «ruinosas» -entre las que se encuentran, por ejemplo, Rodríguez Cabezas o Lomas del Canto; y otros 6 millones en «contratos fraudulentos». En este último apartado se incluyen las sentencias del Plan de Empleo de 2014 o los contratos de colaboración social. En total, y «gracias a la gestión del PP», según sostiene Rosón, el ayuntamiento estaba endeudado en 157 millones. «Una barbaridad», apostilla el concejal.
Desde su llegada al ayuntamiento, el tripartito -Somos, PSOEe IU- ya ha pagado casi 80 millones «de deuda que nos otros no generamos», recuerda Rosón. En 2015, el consistorio pagó 28,3 millones de deuda. El año siguiente, la deuda se llevó 22,5 millones y el año pasado pagaron 28,7 millones. A todo ello hay que sumar otros 13 millones en intereses.
A estos casi 80 millones de deuda, hay que añadir los 11 que el tripartito pagará en 2011 -6 millones son de deuda, 1,75 millones de intereses y 4,2 millones corresponden al pago de la deuda adelantada al que obliga la Ley Montoro a destinar el remanente-. Por ello, Rosón sostiene que a fecha de 1 de enero de 2019, el ayuntamiento tendrá una deuda viva de 78,5 millones «prácticamente la mitad de esos 157 millones». «Por lo tanto, podemos decir que, a la vez que aumentamos el gasto social, saneamos las cuentas cuentas municipales. Ta llevamos pagados más de 80 millones de deuda que nosotros no generamos», apostilla el concejal.
En todas estas cuentas está sin contabilizar la sentencia del Calatrava. El objetivo del tripartito es formalizar el crédito antes de que finalice el mes de mayo. Aunque las condiciones todavía no están cerradas, su intención es que se trate de un préstamo a diez años con una carencia de dos años.
El cuadro del estado actual de la deuda recoge que el ayuntamiento seguirá pagando la deuda heredada del PPhasta el año 2028, aunque la rigidez de la Ley Montoro obliga a ir reduciendo esos pagos. La normativa señala que una parte del remanente de tesorería debe destinarse al pago de la deuda, por lo que previsiblemente se acortarán los plazos. «Para ver qué se paga de forma adelantada, los técnicos analizan qué crédito nos conviene pagar antes y estudian las posibles bonificaciones, ya que no todos tienen las mismas cláusulas», explica el concejal.
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