El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, confirmó en la madrugada del sábado al domingo que se prohíbe la entrada y salida de la región septentrional de Lombardía y de otras 14 provincias cercanas hasta el 3 de abril para limitar la difusión del coronavirus que ya ha causado 233 muertos y 5.061 infectados en todo el país. La medida se extiende a la denominada "zona roja". Durante las próximas tres semanas, ninguna persona podrá entrar o salir del perímetro formado por las provincias de Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rimini, Pesaro, Urbino, Venecia, Padua, Verbano-Cuscio-Osola, Treviso, Vercelli, Novara, Asti y Alessandria.
A última hora de la tarde del sábado, y antes de que el decreto se hubiera hecho oficial, la estación de tren de Milán estaba colapsada por ciudadanos tratando de escapar de la nueva 'zona rossa' antes de que la cuarentena entrara en efecto.
Estas medidas provocarán situaciones problemáticas pero este es el momento de la responsabilidad y no de hacerse los listos
Finalmente se han añadido algunas provincias más de las que aparecieron en un primer borrador y son cerca de 16 millones de personas las que estarán bajo este aislamiento.
Conte compareció a las dos y media de la madrugada ante los periodistas para explicar que el decreto es duro, pero necesario para "por una parte contener la difusión del contagio y al mismo tiempo hay que reaccionar para no sobrecargar los hospitales".
El presidente del Gobierno italiano lamentó que se filtrase un borrador a los medios que no era definitivo, que tenía que ser antes visionado por las autoridades de las zonas afectadas y que la versión definitiva, con las observaciones realizadas, será publicado en las próximas horas.
"Estas medidas provocarán situaciones problemáticas pero este es el momento de la responsabilidad y no de hacerse los listos. Hay que proteger la salud, sobre todo la de nuestros abuelos", agregó Conte. Según adelantó, el decreto establece normas muy estrictas para una zona del país con la imposibilidad de que las personas puedan salir de sus provincias o se pueda entrar, a excepción de causas excepcionales, laborales o de salud. Conte explicó que las fuerzas de seguridad vigilarán que se cumplan estas reglas para poder salir de la zona prevista.
Más de 5.000 casos
Las medidas se han tomado este fin de semana después de que los casos de personas infectadas por el Covid-19 hayan superado los cinco mil, con 233 muertes desde que se inició el brote en la localidad de Codogno. En las últimas 24 horas, los nuevos afectados crecieron en 1.145 casos. Tras varios días limitando la circulación en estas comarcas, suspendiendo eventos o realizando cientos de test, el Gobierno italiano ha decidido ir un paso más allá y establecer la mayor cuarentena en la historia moderna de Europa.
En total, 16 millones de personas —con Milán o Venecia como principales urbes— se verán afectadas por esta medida. Se cerrarán durante las próximas tres semanas todos los centros que puedan contribuir a la expansión del SARS-CoV-2, es decir: gimnasios, piscinas, spas, museos, salas de baile, bingos, locales de apuestas, estaciones de esquí, discotecas o centros culturales. Las competiciones deportivas se celebrarán a puerta cerrada y los centros comerciales solo abrirán de lunes a viernes.
Solo los bares o restaurantes que puedan garantizar una distancia de seguridad interpersonal de un metro podrán permanecer abiertos. El decreto también prevé sanciones para quienes se atrevan a salir de la cuarentena o quebranten estas normas: hasta tres meses de arresto y multas a partir de 200 euros.
También los hospitales se verán afectados por esta nueva medida. Se limitará el acceso de familiares y visitas a pacientes, que además tendrán prohibido permanecer en las salas de espera. Dado que las escuelas permanecerán cerradas hasta el próximo 3 de abril, se ha recomendado a los empleados públicos o trabajadores de empresas privadas que se cojan las vacaciones durante este periodo.
Contagio a otros países
La decisión de Italia podría contagiarse pronto a otros países. La tensión por el coronavirus en Francia sigue aumentando tras confirmarse que dos diputados de la Asamblea Nacional han dado positivo por el virus y los casos han superado el millar, con 16 muertos.
Estas son las estanterías del supermercado donde suelo hacer la compra los sábados en Bruselas. No queda pollo, ni huevos, ni cerdo. Se están acopiando alimentos como si el mundo se fuera a acabar. O aquí se lo están tomando demasiado en serio o en España demasiado poco.
185 personas están hablando de esto
Incluso en países no tan afectados, como Bélgica (169 casos por el momento, 60 de ellos en las últimas 24 horas) el pánico está cundiendo también. Varios supermercados empiezan a sufrir de desabastecimiento dado que los ciudadanos están haciendo acopio de víveres por temor a una futura cuarentena, según denunciaba a lo largo del día de ayer el eurodiputado popular Esteban González Pons.
En Portugal, el Gobierno anunció esta noche la suspensión de visitas a hospitales, residencias de mayores y prisiones en la región norte del país, donde están 15 de los 21 enfermos de coronavirus detectados en territorio luso.
Según anunció el sábado la ministra de Sanidad portuguesa, Marta Temido, también han decidido cerrar la escuela del pueblo de Idães (norte), la facultad de Farmacia y el Instituto de Ciencias Biomédicas Abel Salazar de la Universidad de Oporto y el curso de Historia de la Universidad do Minho, ambas en el norte.
De los 21 infectados de Covid-19 en Portugal, uno es menor de 30 años y otros tres tienen entre 10 y 19 años. Cinco de los positivos fueron importados (4 de Italia y uno de España) y el resto se contagiaron por otros enfermos de coronavirus de Portugal.
Quince de los internados residen en el norte luso, uno de Coimbra (región Centro) y los otros cinco están localizados en Lisboa.
Desde el Gobierno luso están pendientes de los resultados de 47 sospechosos de tener coronavirus. Este sábado, como medida preventiva, fueron cancelados tres partidos de fútbol de categoría regional en el norte portugués
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