domingo, 8 de marzo de 2020

Las pensiones y la rentabilidad del Bono...inseparables...


Pensiones: un inevitable cambio de paradigma


Durante los últimos diez años se nos ha dicho que, si bien la economía mundial se vio afectada durante la crisis financiera mundial de 2008/9, ahora se está recuperando bien. Draghi hizo su magia, la Reserva Federal salvó la situación y los valores americanos en particular están ahora yendo viento en popa. El New York Dow y el S&P500, que superaron con creces sus máximos de 2007, han reforzado los déficits de los fondos de inversión y garantizado las promesas capitalistas de comodidad y seguridad para la generación de los baby boomers que se jubilan Sin embargo, aunque eso puede ser cierto para muchos de los inversionistas más ricos en los EE.UU., no representa la historia completa. Aquellos que alguna vez fueron considerados como las clases medias de Europa y de todo el oeste democrático se enfrentan ahora a una nueva década de incertidumbre, ya que los bajos rendimientos de los bonos han debilitado los cimientos de muchas pensiones nacionales, corporativas y privadas.
Ahora debemos preguntarnos si la reciente búsqueda de rendimientos, y el crecimiento de los fondos indexados, logró algo más que construir un nuevo castillo de naipes. Uno que, con el tiempo, minará la misma seguridad que nuestras pensiones estaban destinadas a proporcionar. Si es así, ¿podemos ver esto como una oportunidad para reevaluar nuestras expectativas para la vejez, para innovar e introducir cambios?
Dando un paso atrás, haciendo una pausa para ver el escenario al completo, nos lleva a anticipar que el año que viene será muy posiblemente como el último hurra del actual paradigma de jubilación. Asaltadas por todos lados por la caída de los ingresos de inversión, los déficits fiscales, las revueltas populistas y la disminución de la inmigración; las economías occidentales se verán obligadas a revisar el enfoque del concepto de la jubilación. Es posible que estemos al borde de una muy necesaria transición hacia un futuro flexible, y quizás incierto, para las generaciones que envejecen.

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