Adrián Barbón: «Proteger Asturias está en nuestras manos»
«Sería una falta de respeto que este 8 de septiembre nos comportásemos como si no pasara nada», reconoce el presidente del Principado en un acto institucional del Día de Asturias que, marcado por la pandemia, «quebró una tradición de décadas», la de la entrega de las Medallas del Principado
Cerca de sesenta sillas, distribuidas con un metro y medio de distancia al aire libre, un atril y pocos invitados. La sobriedad marcó este 8 de septiembre el acto institucional de celebración del Día de Asturias, una jornada festiva celebrada bajo la sombra del virus y en la que, por primera vez en décadas, se rompió la tradición de entregar las tradicionales medallas del Principado. El Gobierno del Principado eligió centrar el homenaje en solo un colectivo: los supervivientes del coronavirus, representados por seis asturianos de entre 26 y 66 años. «No hay medallas», dijo en asturiano Adrián Barbón, «pero vosotros recibís el mayor reconocimiento de la sociedad».
Así se dirigió Barbón a Armando Menéndez, profesor jubilado de Grado, quien intervino en la ceremonia antes incluso que el presidente para, desde la experiencia de haber pasado 58 días en la UCI, instó a la sociedad asturiana a «ser conscientes y responsables para evitar contagios». Pidió guardar un minuto de silencio, para lo cual todos los presentes se pusieron en pie. Y tras un emotivo agradecimiento a «los trabajadores del personal sanitario y sociosanitario; los ciudadanos que primero permanecieron en sus casas y luego cumplieron con las normas de seguridad; los niños y, en definitiva, a toda la sociedad asturiana», quiso además transmitir un mensaje de «fuerza, ánimo y valor a todos los supervivientes». «Quiero darles mi apoyo y solidaridad para superar todas las importantes secuelas que la enfermedad va dejando a todos los que sobrevivimos».
«Esta tarde somos menos, muchos menos que otros años», reconoció en su discurso Adrián Barbón. «En este acto oficial del día de Asturias, que representa a una sociedad, la asturiana, orgullosa de su historia, plural, diversa, integradora y abierta, que mira al mañana cara a cara y comprometida con la igualdad entre mujeres y hombres estamos pocos», únicamente una representación de las principales instituciones del Principado. «Somos menos de los que nos gustaría reunir para festejar este día, pero es lo que el momento excepcional que vivimos nos exige: que evitemos las aglomeraciones, las reuniones multitudinarias, que reduzcamos al mínimo posible los riesgos de contagio. Es lo que nos exige y es lo que solidaria y responsablemente debemos hacer», añadió Barbón, que apeló a la «coherencia» para justificar esta «autolimitación».
«Sería una falta de respeto hacer como si no pasara nada»
«Vivimos los tiempos inciertos y duros de una pandemia que ha enlutado estos meses», continuó el presidente. «Me parecería una falta de respeto que este 8 de septiembre nos comportásemos como si no pasara nada, como si no sumásemos centenares de muertes y como si no estuviéramos comprobando un aumento alarmante de los contagios también en nuestra tierra. Las víctimas, quienes han sufrido el fallecimiento de familiares, amistades o conocidos, no se merecen siquiera un amago de indiferencia».
Así, también por coherencia, explicó el presidente la decisión de optar por este tipo de acto y no mantener «una celebración de gala cuando se han suspendido ferias, verbenas y ferias locales, conciertos o eventos deportivos, por criterios rigurosos y estrictamente técnicos. Sería, de nuevo, una falta de respeto». Repitió que el Gobierno que encabeza está resuelto «a proceder con resolución, aplicando medidas y restricciones contundentes con la mayor anticipación posible, aunque al principio susciten incomprensión. Y advirtió: «Si estamos convencidos de que la prioridad es salvar vidas, no debemos ni vamos a flaquear en esta determinación». Porque «el tiempo, en esta epidemia, no es oro: es vida, que es muchísimo más importante».
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