martes, 17 de noviembre de 2020
EDP se espabila....
EdP retoma el proyecto de la Fábrica de Gas y derribará ocho edificios para limpiar los suelos
La empresa, que ya tiene la autorización municipal, prevé empezar las obras por las demoliciones que no afectan a elementos protegidos
Las instalaciones de la Fábrica de Gas, con entrada por la calle Paraíso. / FOTOS: ALEX PIÑA
GONZALO DÍAZ-RUBÍN
OVIEDO.
Martes, 17 noviembre 2020, 00:27
Ovetenses y visitantes se extasían con las posibilidades del recinto cuando La Vega abre al público para algunas actividades culturales. Con la Fábrica de Gas no sucede igual. Las instalaciones llevan encerradas en sí mismas siglo y medio y tan solo se han podido visitar contadas ocasiones. Más de 12.000 metros cuadrados a tiro de piedra del casco antiguo, para los que el Ayuntamiento ha tenido distintos planes, pero solo ha aprobado dos: el plan de César Portela, que plantea construir un centenar de pisos, y, este mes, un proyecto de descontaminación, que prevé el derribo de ocho de los edificios de la antigua factoría de gas y energía. Entre ellos, la nave de la Popular Ovetense, de la que solo se respetaría la fachada a la calle Postigo.
Lo que el propio arquitecto redactor del plan especial para EdP calificó como «una muestra dispar y completa de la arquitectura asturiana de los últimos 100 años», perdería algunas de sus piezas. En el recinto hay obras de Patricio Bolumburu, Francisco Casariego, García-Lomas, Vaquero Palacios, Joaquín Cores o Ildefonso Sánchez del Río. También, guarda las arcadas de los edificios porticados que había en la plaza de la Catedral hasta hace un siglo.
De hecho, la empresa ha presentado un plan en dos fases. Una primera en la que no se tocarían los elementos catalogados y otra, más adelante, que requeriría informe de Cultura por afectar a alguno de estos. En concreto, de los ocho edificios a demoler -el antiguo comedor, los almacenes, el viaducto del tren y los estribos de los otros gasómetros hoy perdidos, el almacén subterráneo, la sala de conexiones de gas, la nave de la Popular Ovetense, el edificio de oficinas y la marquesina-, se dejarían para más adelante las actuaciones referidas a la Popular Ovetense o la marquesina.
Antes de la pandemia, el Principado dio tres meses a la eléctrica para que iniciase la recuperación de los suelos
Cosas así es lo que pretendía evitar el anterior equipo de gobierno con la compra del recinto, por unos 4,5 millones de euros. Lo anómalo es que el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, aplazó en el último Pleno cualquier conversación con la empresa hasta que esta presente el correspondiente proyecto de descontaminación. El plan no es que esté presentado ya, es que ya tiene hasta el aval de los técnicos de su propia concejalía. Solo un informe previo de Patrimonio que pide más detalles sobre las afecciones a los elementos protegidos e información sobre el proyecto de urbanización frena el inicio de las obras de descontaminación.
Porque la limpieza de los suelos es obligatoria y urgente. Antes del estado de alarma, el Principado ya había dado tres meses de plazo a la eléctrica para que acometiese la limpieza, que obligará a retirar los terrenos contaminados por 150 años de actividad fabril con excavaciones de hasta ocho metros de profundidad. El recinto fabril comenzó a producir gas para alumbrado en 1858 y cesó su actividad, por entonces ya solo eléctrica, en 1985. Muchos años de procesos industriales que han dejado huella en los 12.000 metros del conjunto. Una huella que supone «un riesgo inaceptable para la salud humana» en forma de hidrocarburos y alquitranes, según la resolución del servicio de Autorizaciones Ambientales del Principado.
La impronta es profunda: hasta 15.658 toneladas de tierras están impregnadas de estos derivados del petróleo. El proyecto de recuperación del terreno encargado por la compañía eléctrica divide en varias áreas y subáreas las zonas donde se han hallado afecciones al subsuelo, también distingue por la cantidad de contaminantes hallada en los sondeos previos. De las 15.658 toneladas, algo más de 3.141 se calcula que deberán ser retiradas, transportadas y tratadas como residuo peligroso. Otras más de 12.500 presentan contaminación por asfaltos pero en niveles inferiores que permiten su traslado directamente a vertedero. Las excavaciones necesarias para atacar estos suelos negros generarán otras 8.500 toneladas que podrán emplearse como relleno una vez concluida al descontaminación.
Datos en frío que se explican mejor si se aclara que solo se consideran residuos peligrosos aquellos en los que cada kilogramo de tierra contiene más de 10 gramos de compuestos derivados del petróleo. Esas son las condiciones estimadas para las 3.141 toneladas que serán tratadas como residuo peligroso. Una sencilla regla de tres permite estimar que contienen, al menos, casi 32 toneladas de alquitranes y fuel.
Un plan problemático
EdP presentó en 2016 un proyecto para la recuperación de los suelos como paso previo y requisito imprescindible para desarrollar el plan especial diseñado por César Portela para el solar, que preveía la edificación de un centenar de viviendas y la cesión al Ayuntamiento de parte de los edificios administrativos del complejo. Lo hizo pese a que la Concejalía de Urbanismo había manifestado en 2015 su rechazo al plan especial e iniciado negociaciones con la compañía eléctrica de cara a obtener la propiedad del conjunto a través de una permuta.
Durante un año, no se supo nada. Después EdP presentó el plan de descontaminación. El documento no podría haber gustado menos en el Ayuntamiento. Preveía ya el derribo del comedor, los edificios de oficinas, la marquesina, los almacenes junto a las vías del tren, la nave de la Popular Ovetense, los restos del viaducto del tren, los muros de contención de los gasómetros desaparecidos o de los almacenes subterráneos. Varios de ellos, edificios con un notable valor patrimonial. Las negociaciones se reactivaron y en marzo de 2019, el entonces concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, anunció -y la propiedad confirmó- un principio de acuerdo para la adquisición del conjunto por parte del Ayuntamiento por 4,5 millones de euros.
Los trámites consumieron el resto del mandato sin que se llegase a firmar el convenio. Tras los comicios del año pasado, Urbanismo, ya con Nacho Cuesta al frente, anunció que la compra de la Fábrica de Gas estaba pendiente de una reunión con la propietaria. El interés se enfrió rápidamente. Mientras EdP tramitaba del plan de limpieza de los suelos, el equipo de gobierno dejaba de hablar de la compra de los terrenos. La Fábrica de Gas, de nuevo, encerrada en sí misma.
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