martes, 16 de noviembre de 2021
Desidia con el Deporte en la Ciudad...
Las deficiencias en las instalaciones deportivas lastran el crecimiento de los clubes de la ciudad
El Unicaja Oviedo urge una nueva cancha, el Oviedo Rugby el campo del césped artificial y las goteras abundan en la pista de La Corredoria
ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Domingo, 14 noviembre 2021, 01:13
La concejala de Deportes, Conchita Méndez, lo admitió en una entrevista con este periódico. Las instalaciones deportivas «son magníficas, pero tienen tiempo». Es decir, urgen mejoras porque las deficiencias lastran el crecimiento de los clubes. Histórica ya es la demanda del Real Oviedo Rugby para el cambio de césped. Piden quitar el de hierba natural para sustituirlo por un césped artificial; mientras tanto, los entrenamientos y partidos se hacen en unas instalaciones que no cumplen con los mínimos exigidos.
También llevan tiempo insistiendo el Unicaja Oviedo. La cancha de Pumarín se les ha quedado pequeña ante las exigencias de la Federación de Baloncesto y la gran afición que hay en la capital asturiana. Asimismo, los jugadores del Club Patín de La Corredoria no saben si antes de empezar un partido tocará achicar el agua de la pista ante las goteras que hay cuando llueve y también es muy demandada la mejora de los accesos al Carlos Tartiere.
Con la vuelta de los aficionados al estadio, se han vuelto a registrar largas colas en las escaleras y los usuarios del campo de fútbol de Matalablima piden acabar cuanto las también demandadas obras. Se tienen que buscar la vida para poder seguir entrenando.
El Oviedo Rugby celebró hace poco su primer partido de la temporada en el municipal del Naranco. Lo hicieron en un césped lleno de barro porque «seguimos esperando que nos lo cambien», comenta resignado su presidente, Arturo Méndez. La última comunicación que tuvieron por parte de las administraciones públicas fue en «marzo». Consiguieron que los técnicos del Principado y del Ayuntamiento visitasen las instalaciones y ahora se tienen que poner de acuerdo en cuánto costarán los trabajos.
Un dato que por el momento desconocen porque «nos han dicho que no a nuestra petición de asistir a las reuniones» entre ambas partes alegando que «son temas políticos».
Sean políticas o no, la problemática no se acaba de solucionar. Ni para bien, ni para mal. Tal es la situación que viven en el club que están «desmoralizados» porque ellos «no dejan de luchar», pero en todo este tiempo no se ha movido una piedra. «Si las obras no se pueden hacer que nos lo digan porque con unas instalaciones dignas creceríamos exponencialmente».
Algo que también comparte Jesús González. El presidente del Club Patín de La Corredoria denuncia que si «tardan un poco más en arreglar la pista, igual desaparecemos».
Entre los problemas con los que tienen que vivir a diario está que el agua «sigue entrando los días de lluvia, las instalaciones son pequeñas y agresivas. O hacen algo o desapareceremos como club porque llevamos catorce años intentado que hagan las mejoras, pero no han hecho nada». Esto no impide que casi todos los días de la semana tengan actividad pero solo tienen equipo hasta los «juveniles».
«No da para más»
El Unicaja Oviedo -antiguo Oviedo Baloncesto- juega en el polideportivo de Pumarín. Con una capacidad para 1.250 personas, hace tiempo que las instalaciones se han quedado pequeñas. «La exigencia que nos pone la Federación de Baloncesto para la temporada 2022/2023 es que el aforo sea de 2.500 personas; algo que en la actualidad no cumplimos», destaca su director general y deportivo, Héctor Galán. Los planes del Ayuntamiento pasan por una reforma del Palacio de los Deportes.
Unas obras cuya redacción del proyecto está en fase de contratación. Un paso que se demorará medio año y los trabajos tendrán que ser aprobados por la Consejería de Patrimonio. «No tendríamos inconvenientes en trasladarnos allí porque en Pumarín es imposible. No da para más ampliaciones», a pesar de que se han colocado sillas para los aficionados a pie de pista.
Esta situación impide al club crecer. «Llevamos dos años sin poder incorporar más porque no tenemos espacio», relata Galán para a renglón seguido destacar que, por fortuna, hay una gran afición en la ciudad.
Obras que no acaban
Hace tres semanas, las familias de los usuarios del campo de fútbol de Matalablima se mostraron «indignadas» porque las obras de renovación del césped están «enquistadas». Deberían haber durado tres meses y ya «van casi por seis sin que se vea claro el momento» en el que finalizarán. Fue en mayo cuando empezaron los ansiados trabajos. «Nos expulsaron, pero asumimos la situación, aún sin entender por qué no se puede esperar unas pocas semanas al fin de los encuentros» para empezar los trabajos.
Todos confiaban en que se harían en verano para empezar la liga con las instalaciones renovadas, pero no fue así: «Al inicio de esta nueva etapa nos encontramos sin campo para poder entrenar ni se puede hacer uso de las instalaciones. Equipos de fútbol 11 están entrenando una hora por semana en un campo de fútbol 8».
Otra de las demandas históricas son los accesos al Tartiere.
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