viernes, 26 de noviembre de 2021
Nuestro Sabio....siempre presente.
Carlos López Otín, bioquímico de la Universidad de Oviedo
«El cáncer se nutre de nuestra necesaria imperfección biológica»
El investigador presenta hoy a las 18 horas en la Colegiata de San Juan Bautista de Gijón, con el Aula de Cultura de EL COMERCIO, 'Egoístas, inmortales y viajeras'
Miguel Rojo
MIGUEL ROJO
Gijón
Viernes, 26 noviembre 2021, 07:39
Todas las claves para conocer el cáncer están en este libro. Los orígenes de la enfermedad, la historia de cómo nos enfrentamos a ella, los diferentes tratamientos utilizados y los que se utilizarán. Y también consejos para prevenirla y para quiénes están a tratamiento en este momento. Se titula 'Egoístas, inmortales y viajeras', lo firma el bioquímico de la Universidad de Oviedo Carlos López Otín y se presenta hoy, a las 18 horas, en la Colegiata de San Juan Bautista de Gijón, de la mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO, con introducción de Montse Cuesta Fanjul.
-De la lectura de 'Egoístas, inmortales y viajeras' se deduce que, más que erradicar el cáncer, tendremos que aprender a convivir con él...
-Efectivamente, el cáncer forma parte de nuestra esencia, nos ha acompañado desde siempre y mientras no lleguemos a un futuro Homo sapiens 2.0 y sigamos manteniendo un componente biológico en nuestro organismo, desarrollaremos tumores malignos. El cáncer se nutre de nuestra necesaria imperfección biológica, del incontrolable azar, de la omnipresente entropía y del ruido de la vida y del mundo.
-De esas células egoístas, inmortales y viajeras aprendemos que hay múltipes estrategias para frenar el cáncer. ¿Es así?
-No hay dos tumores iguales, cada tumor de cada paciente es distinto, como diferentes son dos copos de nieve o dos días de nuestra vida. Por ello, hay que afrontar la difícil búsqueda de la especificidad que nos permita avanzar hacia una Oncología personalizada, con tratamientos dirigidos a las alteraciones moleculares concretas presentes en cada uno de los tumores malignos.
-¿Cómo han avanzado la cirugía oncológica, la radioterapia y la quimioterapia?
-Afortunadamente el progreso ha sido espectacular. Antes se hablaba de cortar, quemar y envenenar, palabras muy duras que hay que eliminar del vocabulario oncológico. Hoy debemos pensar en términos de operar, radiar y tratar con precisión para curar, y para ello ahora disponemos de nuevas tecnologías, que van desde eficientes robots que asisten a los cirujanos a métodos como la radioterapia guiada por imágenes, la protonterapia o la quimioterapia dirigida a dianas tumorales.
-Sobre la inmunoterapia. ¿Cuáles son sus ventajas y cuáles sus inconvenientes?
-La llamada inmunovigilancia tumoral merece nuestra máxima gratitud, sin ella, todos tendríamos cáncer a una edad muy temprana. Tras muchos años de fracasos, recientemente Jim Allison y Tasuku Honjo introdujeron un método de potenciar las respuestas inmunológicas antitumorales que está resultando muy eficaz con el melanoma y otros tumores. Es una gran promesa, pues tiene un amplio espectro de actuación, genera menos toxicidad y resistencias y respuestas más duraderas, pero tiene inconvenientes como su capacidad de provocar respuestas autoinmunes, en las que el cuerpo actúa contra sí mismo, causando enfermedades que pueden ser muy graves.
-Tras confirmarse que el cáncer es una enfermedad básicamente genética, ¿cómo se puede avanzar en su tratamiento?
-Efectivamente, el cáncer es una enfermedad de los genes, lo cual no significa que sea hereditaria, pues en menos de un 10% de los casos las mutaciones causantes de tumores malignos son heredadas de los progenitores. El desciframiento de los genomas de pacientes con cáncer ha permitido identificar nuevas dianas terapéuticas, pero para muchas de ellas todavía no hay fármacos específicos, lo cual representa una seria limitación. Además, no podemos olvidar que las células tumorales son incansables en su capacidad de evolucionar y adaptarse a los tratamientos.
-¿Hay algún riesgo de que este tipo de tratamientos esté solo al alcance de quien pueda pagárselo?
-Hemos descifrado el genoma de centenares de pacientes con cáncer y a nadie le ha costado ni un solo euro. La discriminación en este ámbito tiene otros orígenes, por ejemplo, la derivada del hecho de que por tener una variante genómica de predisposición al cáncer nos veamos perjudicados en nuestra actividad profesional o en nuestras opciones de acceder al mercado laboral o de recibir asistencia médica.
-Nos han dicho miles de veces que el tabaco y el alcohol nos predisponen al cáncer. ¿Qué podrían hacer los gobiernos para que ese mensaje cale en la gente?
-Educación, ese es el esfuerzo continuo que hay que hacer para corregir una de nuestras más grandes vulnerabilidades, la ignorancia.
-Otra estrategia inteligente es el de mantener una alimentación saludable. ¿Cuáles son los ejes básicos de la misma?
-Muy breve, comer un poco menos, y sobre todo comer mejor. Productos frescos, sanos, naturales, las sofisticaciones son innecesarias, evitar el consumo de alimentos ultraprocesados y azúcares refinados... Todos conocemos estas normas, pero no acabamos de asumirlas en la vida cotidiana.
-¿Cree que la descarbonización y la apuesta por las energías renovables también ayudará a reducir los casos de cáncer?
-Es incuestionable que nuestra salud es también la salud del planeta, cualquier daño que se ejerza sobre nuestro lugar cósmico de acogida se volverá tarde o temprano contra nosotros, y al final, tendremos que aceptar que el meteorito humano ha sido el peor de todos los daños sufridos por la Tierra en sus más de 4.000 millones de años de historia.
-¿Puede repercutir el estado de ánimo en que estemos más predispuestos al cáncer?
-Es muy improbable que un grave disgusto, una depresión crónica o una intoxicación por virus sapiens causen una mutación oncogénica. Sin embargo, estudios recientes avalan la idea de que estos daños contribuyen a crear un microambiente celular permisivo que contribuye a la progresión de esos tumores incipientes que todos tenemos, especialmente a medida que cumplimos años y avanzamos por la vida.
-La meditación, el yoga, una alimentación acorde al tipo de cáncer que sufren los pacientes... ¿Son estrategias que deberían ser más tenidas en cuenta durante los tratamientos?
-Absolutamente, cuando te diagnostican un cáncer toda ayuda que complemente de manera real y consistente a la medicina oncológica es bienvenida. El cáncer tiene muchas caras, luego necesita muchos ojos para poder ser contemplado en su totalidad y muchas manos para ser tratado con confianza.
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