domingo, 20 de febrero de 2022
Honor y Gloria, asistencia obligada....
El Rector Alas y la muerte de la Vetusta republicana
Este martes la sociedad civil asturiana rinde homenaje al intelectual republicano Leopoldo Alas Argüelles con motivo del 85 aniversario de su fusilamiento.
Por
Diego Díaz Alonso
19 febrero 2022
Leopoldo Alas Argüelles.
Recomendados
Leopoldo Alas Argüelles y el partido obrero
20 febrero 2022
“En 40 años de autonomía predominó una visión provinciana”
20 febrero 2022
No digas que fue un sueño
20 febrero 2022
“Hemos convertido la política en un Sálvame Deluxe”
19 febrero 2022
Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.
¡Viva la República! ¡Viva la libertad! fueron según testigos presentes las últimas palabras que pronunció Leopoldo Alas Argüelles (Oviedo, 1883-1937) ante el pelotón de fusilamiento que acabó con su vida un 20 de febrero de 1937 en el patio de la cárcel de Oviedo. Con motivo del 85 aniversario de este crimen, La Ciudadana, 13 Rosas, FAMYR, la Asociación Cultural Lázaro Cárdenas, El Llavaderu, Asturias Socialista Amigos de Mieres y la Sociedad Cultural Gijonesa organizan el martes 22 de febrero junto a la Universidad de Oviedo un acto en el Edificio Histórico de la institución académica en el que intervendrán el rector Ignacio Villaverde, Leopoldo Tolivar, catedrático y nieto de Alas, y los historiadores Francisco Erice y Carmen García. El evento comenzará a las 18:30h con una visita guiada a la Universidad de la Guerra y la Revolución.
Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo/Uviéu. Foto: Alisa Guerrero
Jurista, profesor, político republicano y rector de la Universidad ovetense, Leopoldo Alas fue un intelectual comprometido con su país y su tiempo. Hijo del escritor Leopoldo Alas “Clarín” se formó en la universidad asturiana y amplió su formación en Madrid y Alemania. Activo militante republicano desde su juventud, se opuso a la Dictadura de Miguel Primo de Rivera y contribuyó a la proclamación de la Segunda República española, de la que sería diputado en sus Cortes Constituyentes por las filas del Partido Radical Socialista, un pequeño partido de corta vida que agrupaba a los sectores más progresistas del republicanismo de clase media. Tras la debacle de las izquierdas en las elecciones de noviembre de 1933, dejó la política institucional para regresar a Oviedo y a la vida académica. Desde el rectorado de la Universidad de Oviedo siguió trabajando por expandir las ideas ilustradas, reformistas y progresistas.
El final de una cierta tradición republicana carbayona
Tras la caída de Oviedo en manos de los militares golpistas, en los primeros días de la Guerra Civil Alas sería encarcelado, y el 20 de febrero de 1937 fusilado en compañía de otros presos políticos ovetenses. Con su muerte moría también de algún modo una larga tradición republicana carbayona. Y es que desde finales del siglo XIX la capital asturiana había sido un destacado foco del republicanismo en el norte de España. En la ciudad se llegó a proclamar la República federal en 1873, y tras la Restauración el republicanismo local seguiría ganando las elecciones bajo el subterfugio de presentarse a las elecciones bajo la marca blanca de la Unión Democrática. El historiador Sergio Sánchez Collantes ha explicado cómo la Vestusta de “La Regenta” sería en los años de la Restauración un importante bastión republicano en una Asturies donde el movimiento republicano tenía una presencia destacada. Leopoldo Alas “Clarín” sería de hecho escogido en 1891 concejal republicano en el Ayuntamiento de su ciudad. El padre del futuro Rector sería junto a otros intelectuales ovetenses el promotor del movimiento de Extensión Universitaria que pretendía acercar a las clases populares la cultura y el conocimiento científico.
Fábrica de Trubia, en las afueras de Oviedo, a principios del siglo XX.
Con la industrialización de la ciudad, sobre todo a finales del XIX, y el crecimiento del proletariado ovetense, ese republicanismo de clase media va a intensificar sus contactos y colaboración con el emergente movimiento obrero local, de características mucho más reformistas y moderadas que el gijonés. Así, mientras en Gijón será el anarquismo la corriente hegemónica del obrerismo local, en Oviedo el socialismo eclipsará casi por completo a los libertarios. Desde 1901 el PSOE local obtendrá concejales en el Ayuntamiento de Oviedo. Los líderes socialistas ovetenses tenderán puentes políticos y culturales con los republicanos, aliados desde 1910 en todo el país en la Conjunción Republicano-Socialista. Los resultados ya serán buenos en los años finales de la Restauración, pero en las elecciones del 12 de abril de 1931 la unión de las dos corrientes progresistas y democratizadoras, arrasaría en Oviedo en unas votaciones cruciales que serían el preámbulo al final de Alfonso XIII. Frente a los 5 concejales de las fuerzas monárquicas, los republicanos y socialistas carbayones obtendrían coaligados 26 concejales. Pocos dias después de la proclamación de la Segunda República, el 1 de Mayo, Alas encabezaba la multitudinaria manifestación celebrada en Oviedo con motivo del Día de los Trabajadores. Sería un acto de celebración de la revolución democrática que vivía el país. En su discurso a la multitud congregada en el Paseo del Bombé del Campo San Francisco el profesor de derecho celebraba que en aquel acto se juntasen la bandera tricolor “que representa el honor de una raza con ideales puros” y la roja “la que habrá de flamear cuando en el mundo no haya más ideales de amor y paz”.
Alas defendió en su política, escritos y vida, un republicanismo aliado al socialismo, así como un bloque histórico de las clases medias y trabajadoras para consolidar la República y el proyecto reformista para España. Las derechas nunca le perdonaron que como rector de la Universidad de Oviedo apoyara la amnistía para los encarcelados por la Revolución del 34. Con su asesinato los golpistas castigaban a ese sector de las clases medias y la pequeña burguesía que apostaba por reformas estructurales del país, y que aliado al movimiento obrero suponía una amenaza social, política y cultural para los privilegios de las oligarquías. Junto al de la Universidad de Granada, Salvador Vila, fue uno de los dos rectores fusilados por los golpistas. Un monolito levantado en el patio de la antigua cárcel de Oviedo durante el tripartito de izquierdas recuerda su memoria en el lugar en el que fue asesinado. El Ministerio de Universidades se ha comprometido a recuperar a lo largo de esta legislatura la memoria de los académicos represaliados por la dictadura. Mientras tanto, este martes la sociedad civil rendirá homenaje a uno de los intelectuales asturianos más importantes del siglo XX, y el último de los grandes nombres de aquella Vetusta republicana que moría con él el 20 de febrero de 1937.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario