Protestas de los trabajadores de Amazon en Boston (EE.UU.) el pasado mes de marzo.
Protestas de los trabajadores de Amazon en Boston (EE.UU.) el pasado mes de marzo. Joe Piette En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí No debería suponer una gran sorpresa que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora se encuentre con que la clase trabajadora los ha abandonado a ellos. Primero fue la clase trabajadora blanca, y ahora también los trabajadores negros y los latinos. Mientras los dirigentes demócratas defienden el estado actual de cosas, el pueblo estadounidense está enfadado y quiere cambios. Y tiene razón. Hoy, mientras a los más ricos les va espectacularmente bien, el 60% de los estadounidenses vive mes a mes, y la desigualdad en el reparto de la riqueza es mayor de lo que ha sido nunca. Por increíble que pueda parecer, la paga semanal del trabajador estadounidense medio, teniendo en cuenta la inflación, es de hecho más baja ahora que hace 50 años. Hoy, a pesar de una explosión en tecnología y productividad laboral, mucha gente joven va a vivir peor que sus padres. Y a muchos de ellos les preocupa que la Inteligencia Artificial y la robótica puedan empeorar una situación que ya es mala. Hoy, a pesar de que la inversión per cápita es mucho mayor que en otros países, seguimos siendo la única de las naciones desarrolladas que no garantiza asistencia sanitaria a todo el mundo como derecho humano, y pagamos, de lejos, los precios más altos del mundo por los medicamentos que nos recetan. De entre los países más poderosos, somos el único que ni siquiera es capaz de cubrir las bajas por motivos familiares o de salud. Hoy, a pesar de la fuerte oposición de una mayoría de estadounidenses, continuamos gastando miles de millones en subvencionar la guerra total del gobierno extremista de Netanyahu contra el pueblo palestino que ha llevado a un espantoso desastre humanitario de desnutrición masiva y muerte por inanición para miles de niños. ¿Aprenderán los grandes intereses monetarios y los bien pagados consultores que controlan el Partido Demócrata alguna lección real de esta desastrosa campaña? ¿Entenderán el dolor y la alienación política que están experimentando decenas de millones de estadounidenses? ¿Tienen alguna idea sobre cómo enfrentarse a una oligarquía cada vez más poderosa y con tanto poder económico y político? Probablemente no. En las semanas y los meses por venir, quienes estamos preocupados por las bases de la democracia y por la justicia económica necesitamos mantener algunas discusiones políticas muy serias. Permanezcan atentos. ---- Traducción de Lola Díez. Autor > Bernie Sanders Ver más artículos
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