sábado, 16 de noviembre de 2024
El Cisne de E.Juliana, es grande y negro...
Von der Leyen en el barranco del Poyo
Von der Leyen en el barranco del Poyo
El cisne negro bate ahora sus alas en Bruselas. De la misma manera que el aleteo de una mariposa en una parte del mundo puede acabar provocando una gran tormenta en las antípodas -eso sostiene la teoría del caos-, la trágica riada en Valencia puede provocar en las próximas semanas una seria crisis institucional en el seno de la Unión Europea. La elección de la nueva Comisión Europea ha entrado en una inesperada fase de suspense, aparentemente como consecuencia de la tragedia de Valencia y su tortuosa gestión política. Hay más factores en esa encrucijada y conviene conocerlos. El vídeo blog de esta semana pretende explicar por qué motivos Ursula von der Leyen se encuentra en estos momentos cerca del barranco y la rambla del Poyo, terribles protagonistas de la riada valenciana.
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Von der Leyen fue reelegida presidenta de la Comisión Europea el pasado mes de julio después de una negociación entre las tres principales familias políticas europeas, populares, socialdemócratas y liberales, pacto que finalmente contó con el apoyo de los verdes. Un bloque europeísta al completo, sin tener que recurrir a aquellos pocos partidos de la extrema derecha que no forman parte de la plataforma Patriotas por Europa, liderada por el primer ministro húngaro Víktor Órbán, claramente alineada con el movimiento de Donald Trump. Nos referimos principalmente a los Hermanos de Italia, herederos del partido neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), formación que hoy encabeza el gobierno de Italia. El partido de la primera ministra Giorgia Meloni, que estas últimas semanas exhibe con mucha vehemencia su amistad con el empresario Elon Musk, encabeza el grupo de los Conservadores europeos, junto con los ultranacionalistas polacos. En ese grupo estaba Vox antes de sumarse a la plataforman de Órbán. En julio, Meloni no podía aliarse con Órbán, no podía romper con el presidente norteamericano Joe Biden. Desde 1945, Italia pocas veces ha sido gobernada contra la voluntad del presidente de los Estados Unidos. Recuerden este dato para los meses venideros.
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La Vanguardia
Von der Leyen en el barranco del Poyo
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Von der Leyen negoció entre junio y julio con el canciller socialdemócrata alemán Olaf Scholz, con el presidente socialista español Pedro Sánchez, con el presidente de la República Francesa, el liberal Emmanuel Macron, y con el primer ministro polaco, Donald Tusk, miembro del Partido Popular Europeo, pero hostil a los acuerdos con la extrema derecha. Ese pacto dejó fuera de la foto a la primera ministra italiana, que llegó al verano muy ofendida. En su país, la oposición le acusaba de conducir Italia al “aislamiento”.
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La presidenta de la Comisión fue reelegida en julio tras una negociación entre las tres principales familias políticas europeas
El pacto de julio no acabó de gustar al presidente del Partido Popular Europeo, el bávaro Manfred Weber, principal valedor durante meses de los acuerdos del PPE con fuerzas de extrema derecha, con la única condición de que fuesen favorables a la OTAN y apoyasen a Ucrania en la guerra con Rusia. Estamos hablando de julio. Aún no se habían celebrado las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Aún no había ganado Trump, que dice querer acelerar el final de la guerra de Ucrania.
Weber apadrinaba a Meloni y deseaba para el PPE una política de doble mayoría en el Parlamento Europeo: acuerdos con socialdemócratas y liberales, dejando fuera a los verdes, y acuerdos con la extrema derecha presentable, para poder presionar mejor a los socialdemócratas en determinados asuntos, sobre todo tres: la política de transición energética, la agricultura y la política sobre la inmigración. En pocas palabras, Weber quería corregir la política europea hacia la derecha desde el primer día, mientras que Von der Leyen perseguía básicamente asegurarse la reelección, sin cerrar la puerta a futuros acuerdos con Meloni para no desairar a un país que representa la tercera economía de la UE.
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Apunten el siguiente dato para acabar de entender mejor por qué Ursula Von der Leyen se halla cerca de un barranco. Weber era el candidato oficial del PPE a la presidencia de la Comisión Europea en 2019, y tuvo que renunciar como consecuencia del veto de Macron (liberales) y Sánchez (socialistas), veto que sólo topó con una tenue resistencia de la entonces canciller alemana Angela Merkel, jefa de Weber. Digámoslo claro: Merkel lo dejó caer. Hubo veto y en ese contexto apareció hace cinco años la candidatura de Von der Leyen, ex ministra de Defensa de la República Federal de Alemania (antes de la guerra de Ucrania), hija de un diplomático alemán destinado durante muchos años en Bruselas. Weber, por razones que no son muy difíciles de entender, detesta a Von der Leyen, y tiene una factura pendiente con Sánchez y Macron. Y parece que ha entrevisto el momento de cobrarse esa factura. Hay más facturas al cobro en estos momentos. Alberto Núñez Feijóo, poco dado a la política internacional, poco dado al conocimiento de lenguas extranjeras, siempre ha considerado que Von der Leyen ha sido demasiada generosa con Sánchez durante los últimos cinco años.
El Partido Popular español ha pedido ayuda a Weber para llevar a cabo un fulgurante contraataque sobre Teresa Ribera
Llegados a este punto del relato, aparece el cisne negro. Aparece la DANA de Valencia, la mayor tragedia en suelo europeo en lo que va de siglo debida a causas naturales. Un drama que tiene conmocionada a la opinión pública española. Agobiado por la pésima gestión del gobierno valenciano, abochornado por los detalles que se han ido conociendo sobre la agenda del presidente valenciano Carlos Mazón el día de la tragedia, y muy preocupado por la enorme fuerza que tuvo la manifestación de protesta celebrada el pasado sábado en la ciudad de València, el Partido Popular español ha pedido ayuda a Weber para llevar a cabo un fulgurante contraataque. El recuerdo del Prestige pesa mucho en Génova. Feijóo vivió aquel episodio en primera línea en el 2002.
Se trataba de poner el foco en la vicepresidenta Teresa Ribera, seleccionada por Von der Leyen para ocupar una importante cartera de Competencia y Transición Verde, con el rango de vicepresidenta, encargo considerado por muchos observadores como el área más potente de la futura Comisión, con fuerte capacidad sancionadora. Un éxito para Sánchez en el tablero europeo, que desconcertó al PP español en julio y que acentuaba el enfado de Meloni, finalmente recompensada con una vicepresidencia de menor tamaño para Raffaele Fitto, ministro de los Hermanos de Italia, de origen democristiano y por lo tanto más presentable en Bruselas, al no tener antiguos lazos con el MSI. En Italia siempre aparece un democristiano en los momentos difíciles. Meloni debía salvar la cara y Von der Leyen le ha dado agua y jabón.
Vamos avanzando. Llegados a este punto también hay que recordar que la figura de Ribera, abnegada defensora de las energías renovables, no cuenta con el fervoroso apoyo de importantes sectores empresariales españoles bien conectados con Bruselas que la consideran demasiado “dogmática”.
Todas las claves ya están expuestas. Feijóo necesita un cortafuegos y decide poner el foco en la presunta culpabilidad de Ribera en la gestión de la DANA, acusando a la Confederación Hidrológica del Júcar de haber aportado información confusa a las autoridades valencianas. (La citada confederación, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, envió 98 mensajes sobre los caudales de ríos y torrentes a la Generalitat valenciana a lo largo del día 29 de octubre). ¿Contraataque para salvar al soldado Mazón? Contraataque para sembrar el discurso de que “todos fallaron”. Si la culpa es de muchos, la responsabilidad se diluye. Recuerden: el Prestige. La perdida de apoyo electoral en la Comunidad Valenciana comprometería seriamente las posibilidades del PP de ganar unas próximas elecciones generales. Sin Catalunya y sin la Comunidad Valenciana no se pueden ganar unas elecciones generales en España.
Sin Catalunya y sin la Comunidad Valenciana no se pueden ganar unas elecciones generales en España
El contraataque no era posible sin el apoyo de Weber. Recientes informaciones de la cadena Ser, señalan que Feijóo y Weber mantuvieron el pasado lunes una reunión telemática para coordinar el veto a Ribera, que el martes debía comparecer ante el Parlamento Europeo. La negociaciones para la votación de la nueva Comisión Europea durante la última semana de noviembre se hallan en estos momentos en el aire. Si el PPE veta definitivamente a Ribera, los socialistas amenazan con bloquear toda la Comisión en el Europarlamento. Si en los próximos días, un juez español decidiese abrir unas diligencias que afectasen a Ribera, la crisis se agudizaría. Creo que nos vamos entendiendo.
Von der Leyen, que en su vida había oído hablar del barranco del Poyo, intenta mediar para evitar un fracaso personal, mientras germina un cambio de gran profundidad en la política internacional. ¿Puede entrar la Comisión Europea en crisis mientras Donald Trump recupera la presidencia de los Estados Unidos y Alemania se prepara para ir a votar en febrero? Todo el cuadro está moviéndose nerviosamente. Todo se resiente. Todo se convierte en más incierto. En eso consiste un cisne negro. Una parálisis del proyecto europeo en vísperas de las elecciones federales alemanas, podría afectar negativamente a la conservadora CDU, acechada por el partido de extrema derecha Alianza para Alemania (AfD), furiosamente antieuropeísta. ¿Qué piensa de todo ello, Friedrich Merz, líder de la CDU y probable ganador de las elecciones federales alemanas? ¿Qué relación mantiene Merz con Weber, miembro de la CSU bávara, partido aliado? ¿Qué relación mantiene Merz con Von der Leyen? Esas preguntas deberán ser contestadas en las próximas semanas.
Hay más preguntas. ¿Hasta dónde puede llegar Weber para satisfacer las demandas de la derecha española? ¿Hasta dónde puede llegar Feijóo en su afán de diluir los efectos de la manifestación de València? ¿Hasta dónde pueden llegar los socialistas europeos si ven a Ribera en peligro? ¿Qué presiones hay por debajo de la línea de flotación de la política institucional para impedir que Ribera se haga cargo de la importante cartera de Competencia? Apunten un último dato. El próximo año, 2025, Weber tendrá que revalidar su mandato en el congreso del Partido Popular Europeo, foro en el que podrían surgir candidatos alternativos. El voto del PP español puede ser importante en ese congreso, que se celebrará, casualidades de la vida, en la ciudad de… València.
Enorme es el cisne negro.
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