domingo, 10 de noviembre de 2024

En recuerdo de un HO,MBRE comprometido....D.E.P.compa!!!!

Nortes | Centraes na periferia ActualidáTemesCulturesMemoriaOpiniónGaleríesXenteHazte socia de Nortes ActualidáDestacaesTemes El Oviedo obrero y popular pierde a José Luis García Zuazua Fallece el histórico militante comunista, cofundador de la Asociación Los Ríos, y referente del movimiento vecinal de Ventanielles. Por Diego Díaz Alonso 9 noviembre 2024 Ana Taboada y José Luis Garcíoa Zuazua, histórico del movimiento vecinal de Ventanielles, se abrazan en el juzgado. Foto: Alex Zapico. Recomendados “Altsasu”, zonas de penumbra 10 noviembre 2024 Detengamos el genocidio en Palestina 10 noviembre 2024 Las banderas palestinas ondean en Avilés 10 noviembre 2024 Vivir sin miedo: el feminismo es libertad 10 noviembre 2024 Diego Díaz Alonso Diego Díaz Alonso Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes. “El 47”, uno de los grandes títulos del cine español de 2024, narra la lucha en los años 70 del conductor de autobuses Manolo Vital, su familia y sus vecinos, por lograr que su marginado y periférico barrio, Torre Baró, sea reconocido como una parte más de Barcelona, con los mismos servicios públicos que el centro, empezando por una línea de transporte público. “El 47” habla de Barcelona, pero podría hablar de Vallecas, Orcasitas, Gamonal, Torrero, La Calzada, Ventanielles, o cualquiera de los cientos de barrios obreros que florecieron desnudos de asfalto, aceras, alumbrado y servicios en la España del desarrollismo franquista. Quienes estos días idealizan en redes sociales la política de vivienda del franquismo, revelan sobre todo una profunda ignorancia de cómo esos barrios de aluvión, mal urbanizados y equipados, fueron convirtiéndose en lo que hoy conocemos a golpe de asamblea, manifestación y movimiento vecinal. Las administraciones no regalaron nada a barrios obreros que sólo había sido planificados como lugar de almacenamiento para la fuerza de trabajo de una economía española que por fin despertaba a finales de los años 50 tras una larguísima postguerra con autarquía y sin Plan Marshall. Las administraciones no regalaron nada a barrios obreros que sólo habían sido planificados como lugar de almacenamiento de la fuerza de trabajo “El 47” habla de Manolo Vital y Carme Vila, pero también habla de José Luis García Zuazua y Dora Arias, y de los miles de hombres y mujeres que con su valentía, generosidad, trabajo, tesón e inteligencia, logran hacer de sus barrios lugares mucho más habitables. Espacios de los que sentirse orgullosos habitantes. Ciudadanos de primera. Eduard Fernández en “El 47”. Zuazua, que acaba de fallecer a los 80 años en Oviedo, dejando viuda y cinco hijos (Koti, Jorge, Eva María, Alejandra y Noelia), nació en la postguerra en la Colonia Ceano de Oviedo, en el seno de una familia obrera. Su padre, había sido trabajador de la fábrica de armas, y como solía recordar en las movilizaciones en defensa del patrimonio industrial, pelear por la conservación de La Vega es también pelear por la memoria obrera de Oviedo, siempre tan negada e invisibilizada en el relato y el discurso oficial de la ciudad. Legalización de Los Ríos. Movilización de Los Ríos Mural pacifista en Ventanielles. Foto: Javier Ordás En el balcón del Ayuntamiento. Obrero de la Fundición Nodular, politizado como tantos otros trabajadores en los movimientos cristianos de base de los años 60, hizo sus primeras armas como antifranquista en la HOAC, para dar luego el paso a CCOO y el PCE. Como muchos otros trabajadores de su generación, comprendió pronto que partido, sindicato y asociación vecinal eran tres plataformas estratégicas y complementarias para llevar a cabo la la lucha por la democracia, la libertad y el progreso de su clase social. Sabían que la lucha de clases no se terminaba a las puertas de la fábrica, sino que se prolongaba en las movilizaciones por el centro de salud de Ventanielles, por guarderías públicas o una inversión pública decente en reformas estructurales para los bloques de un barrio construido durante el franquismo a toda prisa y corriendo. Asamblea fundacional de Imagina un Bulevar. Cofundador de la Asociación Vecinal Los Ríos, Zuazua no faltó a ninguna cita por el progreso de Ventanielles. En una foto de 2011 se le ve junto al geógrafo Manuel Maurín y los arquitectos Ignacio Fernández del Páramo y Ana Piquero, en la asamblea fundacional de lo que iba a ser Imagina un Bulevar, un movimiento que sería el germen del proyecto más ambicioso de la historia reciente de la capital asturiana: la humanización de la entrada a Oviedo, premiado por sus valores sociales y medioambientales en 2017 con 10 millones de euros de la UE. Fernando Ibáñez, de la Asociación Vecinal Nuevo Ventanielles, otro de los presentes en la histórica imagen, que algún día debería figurar en un museo de la ciudad, destaca de él su “papel referente en el activismo vecinal”, así como su “ejemplo en la lucha del movimiento obrero desde el antifranquismo”. Acto de homenaje al movimiento vecinal de Ventanielles. Militante de Somos Oviedo/Uviéu y de Podemos, fue también exigente con los suyos cuando gobernaron y le tocó reclamar mejoras para su barrio, como un centro vecinal autogestionado por el tejido asociativo. Ana Taboada, ex vicealcaldesa de Oviedo, y ex concejala de Participación Ciudadana, se declaraba en redes “eternamente agradecida por sus enseñanzas, por su aliento para seguir luchando por la transformación social”. En una imagen familiar de archivo. Activo hasta el último momento, no faltó a los inicios del nuevo movimiento por un parque en el Este de Oviedo. Suso Cañas, uno de los promotores de Aquí Un Parque, destaca de él sus convicciones, su capacidad de trabajo y su “conocimiento del paisanaje de Ventanielles”: “Conocía a todo el mundo, a los vecinos, a los hosteleros y comerciantes, y sabía con quien había que hablar cuando se organizaba algo. Es una virtud muy importante que ha heredado su hija Noelia”. La muerte de Zuazua es también un toque de atención a la necesidad de una activa política de memoria histórica de los barrios obreros y populares. Y es que o los vecinos se cuentan a sí mismo y a las nuevas generaciones su historia y sus victorias colectivas, o los que siempre han entendido la ciudad como un negocio inmobiliario, en la dictadura o la democracia, terminarán instalando la idea de que los parques, las plazas o los ambulatorios que hoy se habitan y disfrutan, llegaron caídos del cielo, sin lucha, por medio de su graciosa generosidad.

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