Aparecido en noticias.com el 14 de Feb.2008.
Sobre Obama.
Para sus biógrafos más críticos, Obama es un norteamericano negro vendedor de inmobiliaria mezclado con una pizca de lo mejor de Peter Sellers en la "fiesta inolvidable", y sazonado con hierbas aromáticas de Martin Luther King en versión contada por un blanco.
Para los que analizan el poder estratégico, Obama es una fotografía degradada de un Imperio que ha perdido su identidad y se arrastra en las cenizas de su decadencia solo disimulada por el poder tecnológico-militar de la conquista capitalista.
Para el establishment de poder sionista (el poder real del Imperio) Obama es una pieza de utilería pasible de ser utilizada como la versión parlante del homo videns presidiendo por cuatro años la Casa Blanca Imperial con sus legados de conquista dejados por la "guerra contraterrorista" de Bush .
En la realidad, Obama es una de las alternativas que tiene el lobby sionista liberal demócrata y el Imperio norteamericano ( versión "clan Kennedy") para volver a ocupar la Casa Blanca, sin Bush y sin el fantasma de Clinton rondando por el Salón Oval.
Para los medios y cadenas sionistas que ya empiezan a "construirlo" como la "nueva esperanza", a sólo 30 meses de haber debutado en política nacional y dos años en el Senado, el afroestadounidense Barack Hussein Obama cautiva la atención del electorado estadounidense, está en el centro del poder y protagoniza una carrera fulgurante que busca ganar la Casa Blanca en 2008.
Para los que coleccionan curiosidades electorales, Obama es un negro con discurso ligt y marcado por la "falta de experiencia" que viene creciendo en votos y encuestas por la sola razón de la inexistencia de discursos originales que cautiven al electorado norteamericano formado en lo mejor de las aventuras televisivas de Homero Simpson.
De cualquier manera, para los fines del poder real del Imperio norteamericano, poco y nada interesa que Obama no sea otra cosa que un negro con "alma blanca" que viene a sumar estadísticas burocráticas a la Casa Blanca, que a esta altura (del dominio hegemónico unipolar) hasta podría funcionar sin presidentes y con solo el espíritu del "Tio Sam" rondando por los sótanos de la Reserva Federal del Grupo Bildelberg.
Primera conclusión probada en forma histórica y estadística: En EEUU, la potencia locomotora del capitalismo sionista a escala global, no gobiernan los presidentes o los partidos, sino la élite económica-financiera (el poder real) que controla la Reserva Federal, el Tesoro, Wall Street, el Complejo Militar Industrial y Silicon Valley.
Segunda conclusión probada en forma histórica y estadística: La política exterior y la política interna de EEUU (los niveles de decisión) no la dirigen los presidentes o los partidos de turno sino el establishment económico-financiero que controla la Casa Blanca y el Congreso a través de sus "lobbyes" y operadores que actúan sobre los partidos, legisladores, funcionarios y condicionan las decisiones presidenciales.
Tercera conclusión probada: Terminada las luces artificiales de la campaña electoral, demócratas y republicanos dejan de agredirse y se complementan en un diseño de política estratégica de Estado en defensa de los intereses de las grandes corporaciones económicas que marcan el accionar de las políticas internas y de la conquista de mercados encubierta en las "guerras preventivas" contra el "terrorismo".
Barack Obama aspira a ser el primer presidente negro de Estados Unidos.
La "estrella" naciente
Su biografia dice que Obama se graduó en la Universidad de Columbia en Nueva York, luego se mudó a Chicago para trabajar en programas de ayuda a los pobres, y más adelante estudió leyes en la Universidad de Harvard. Fue el primer director negro de la revista "Harvard Law Review".
Nacido en Honolulu (Hawai), en 1961, de padre keniano y madre anglosajona, Obama tiene -según sus mentores demócratas- la biografía más "internacional" y el mensaje más "incluyente" de entre los actuales aspirantes a candidato presidencial, amén de poseer un formidable carisma político.
"Es un liberal pero no un partisano estridente, y parece obsesivamente ansioso de encontrar terreno común con conservadores", consignó el analista político Joe Klein, al resumir el discurso y la carrera del flamante senador, convertido ahora en una a "estrella" política ascendente.
Si Obama logra la candidatura demócrata en las primarias y la Presidencia de EEUU en noviembre, será parte de lo que sus admiradores llaman una "carrera extraordinaria", que lo llevó de ser electo senador local en la asamblea de Illinois en 1996, a senador federal en 2006.
Barack Obama, vivió su momento político más glorioso el 27 de julio de 2004, cuando siendo un desconocido legislador local pronunció un discurso durante la Convención Nacional Demócrata, y denunció las divisiones "innecesarias" y "artificiales" en la cultura y en la política estadounidenses. "Hubo patriotas que se opusieron a la guerra en Irak y patriotas que la apoyaron. Somos un solo pueblo, todos nosotros ofrecemos lealtad a las barras y las estrellas (la bandera estadounidense), y todos en defensa de Estados Unidos", recitó Obama entre aplausos y gritos de elogio.
A partir de ese momento, su estrella no dejó de ascender y los analistas políticos comenzaron a explicar el "fenómeno Obama" caracterizado por atraer votantes blancos en cantidades que ningún otro legislador afroestadounidense había hecho.
En su autobiografía La Audacia de la Esperanza el senador hizo un amplio relato de su juventud y no sólo abrió la puerta a que lo criticaran por haber asistido a lo que la derecha definió como una "madrasa" (escuela coránica musulmana) en Indonesia, sino que también reveló que había tomado drogas en algún momento de su vida.
Hasta fines de diciembre parecía que Hillary Clinton iba a ser coronada como la candidata de los demócratas con encuestas que le daban hasta un 30% de ventaja
Sorpresivamente, el 3 de enero de este año, Barack Hussein Obama le ganó la votación en el primer estado en donde se disputaron las primarias (Iowa).
Si bien la senadora se recuperó en New Hampshire, Obama se quedó con el logro histórico de haber ganado la primera batalla de Iowa, que los analistas y encuestadores señalan como un triunfo "simbólico" que posiciona a los candidatos en la psicología "ganadora" de los votantes.
Obama se jacta de haber sido el único de los precandidatos importantes que se opuso a la invasión de Irak, asegura que sacará a las tropas de EEUU de Irak en sus primeros 16 meses de gobierno y que desmantelará el campo de prisioneros de Guantánamo y que restablecerá el “habeas corpus”.
Pero si bien cuenta con el abierto apoyo y sostén del "clan Kenendy", y los "progresistas" y la izquierda asimilada lo ven como una "cara novedosa", Obama se declara abiertamente como un “anticomunista” convencido de la superioridad del "sistema americano de capitalismo de libre mercado".
Uno de sus asesores principales es Zbigniew Brzezinski, el ideólogo histórico de la Comisión Trilateral fundada por Rockefeller, quien fuera consejero de Carter, y uno de los principales halcones históricos del partido demócrata.
Y por si quedaran dudas, en agosto de 2007, Barack Obama, aseguró que enviaría tropas estadounidenses a Pakistán para "buscar terroristas" aunque no cuente con el permiso del gobierno de Musharraf, según la difusión anticipada de un discurso de campaña realizada por Associated Press.
"Déjenme dejarlo claro", expresó Obama en el texto preparado para un discurso en el Centro Internacional Woodrow Wilson. "En esas montañas hay terroristas escondidos que han asesinado a 3.000 estadounidenses y están conspirando para dar otro golpe", afirmó.
Para los analistas norteamericanos con sus victorias arrasantes del martes en Virginia y Washington DC junto a una posición de ventaja en Maryland, el blanquinegro senador Barack Obama empalideció aún más las chances de Hillary Clinton a quien sólo le quedan las primarias del próximo 4 de marzo en Ohio y Texas para consolidar sus aspiraciones de convertirse en la candidata presidencial del Partido Demócrata.
Si la candidata preferida del sionismo financiero de Wall Street pierde en esos dos Estados, las matemáticas de los analistas estadounidenses señalan que el que enfrentará a al casi seguro candidato republicano McCain será Barack Hussein Obama.
Y hay que destacar algo: Los republicanos lo prefieren antes que a Hillary como rival.
Y lo fundamentan diciendo que los norteamericanos blancos, la mayoría electoral de EEUU, lo pensarán dos veces antes de votar a un negro que se llama "Hussein" y que suena como "Osama".
Y a lo mejor tienen algo de razón: Obama no es Lincoln, y si el The New York Times y la mayoría de las cadenas del lobby sionista liberal que hoy apoyan a Hillary como la "gran alternativa blanca" al turno republicano de Bush decretan que se llame "Hussein" y suene como "Osama", McCain puede llegar a parecer "progresista".
No hay límite ni barreras en el "show democrático" del Imperio.
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