El Euroquico, mareado.

La crísis factura duro y al Euro un poco más, la heterogeneidad de la Unión, baja la media.


Quién ha visto y quién ve al euro
CRISTINA TRIANA | 19:01 - 25/01/2009


El descenso del precio del dinero, pero más la debilidad de la economía europea, ha pasado factura al euro. En doce meses, se deprecia más de un 10% respecto al dólar. Algunos expertos auguran que la caída irá a más los próximosmeses, pero que luego resucitará.

Dicen que uno de los mercados más difíciles para realizar previsiones es el de divisas. Pero, aún así, este año casi todas las firmas de análisis se están atreviendo a lanzarlas. Y existen coincidencias, sobre todo en lo que se refiere a la tendencia del euro frente al dólar a largo plazo: se recuperará.

Porque la divisa europea ya no es la misma de antes. En los últimos doce meses -aunque tuvo tiempo para marcar máximos históricos- se deprecia alrededor de un 10 por ciento frente al billete verde. Que el precio del dinero siga más barato en Estados Unidos que en la zona euro (la Fed ha situado el tipo de interés entre el 0 y el 0,25 por ciento y el BCE en el 2 por ciento) ya no es un argumento válido para sostener al euro, dado que la economía europea bordea la recesión.

El mejor ejemplo es Alemania, al que se la considera el motor de la zona euro, que ahora está gripado. Angela Merkel, la canciller germana, ha adelantado que Alemania se contraerá un 2,25 por ciento en 2009. Y, además, por primera vez en sus diez años de historia se empieza a cuestionar si que algunos países formen parte de la moneda única les resta competitividad. Ya se ha comentado de Irlanda y hasta el premio Nobel de economía Paul Krugman apunta que es negativo para España. Por esta circunstancia, pero aún más porque Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo cuenta con margen para rebajar más los tipos de interés, algunos expertos auguran que las correcciones pueden seguir en la primera parte del año- el banco danés Saxobank incluso se atreve a afirmar que podría acercarse incluso la paridad en 2009 ?porque el desempleo aún está por llegar?-, aunque a más largo plazo se recuperará.

De hecho, esta misma entidad augura que después rebotará y que se podría ir a 1,30 dólares. Una de las estrategias que Saxobank aconseja para ganar dinero este ejercicio es jugar la partida del dólar. Con contratos por diferencias (CFD), que permiten invertir al alza y a la baja, dependiendo del momento se podría seguir la recomendación de esta firma.

Los ?peros? de EEUU
A más largo plazo, los expertos adelantan que la divisa europea se recuperará de su debilidad respecto al dólar, aunque no por méritos propios, sino por los propios males de la economía norteamericana. ?Son varios los analistas que ven el dólar en niveles de 1,50 a finales de este año y durante el 2010?, explica Miguel Freijo desde IG Markes. Una opinión que se justifica con varios argumentos. Por una parte porque la necesidad de dinero de EEUU va a ser importante y que sólo se financiará ?con tipos más altos y activos más baratos, que implica un dólar débil?, revela Freijo.

Por otra parte, aunque el que se perfila como el nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, afirma que apuesta por un dólar fuerte (entre otras cosas para satisfacer a China que no sólo es el mayor financiador de su economía, sino que ve cómo sus productos pierden competitividad para los consumidores norteamericanos), un clima de recesión frena las exportaciones estadounidenses. La caída de la divisa verde se convierte en un aliado para las grandes compañías norteamericanas. La evolución del euro respecto a otras divisas, a europea está lejos de ser autosuficente. Frente al yen (en doce meses se ha depreciado casi un 30 por ciento), la expectativa es que Japón intente poner fin a la subida, dada su dependencia de las exportaciones. Este país ya ha adelantado que su economía no está sana y, dado que no cuenta con el empujón del consumo interno, tendrá que alentar a los consumidores de otras nacionalidades, que se repliega hasta el límite de que Sony ha presentado sus primeras pérdidas en 20 años.