miércoles, 7 de enero de 2009

Igual cenaron garbanzos!

Las cosas de los ricos son así.....

La tristeza se apodera de la fiesta navideña de Ana Patricia Botín en Gstaad
@Redacción - 07/01/2009 Deja tu comentario (1)
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Se ha convertido en casi una tradición para los españoles ricos que pasan la Navidad esquiando en la famosa estación invernal suiza de Gstaad. La bella Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, y su consorte, Guillermo Morenés, ofrecen el 31 de diciembre de cada año una gran fiesta -con la correspondiente cena incluida- de Nochevieja en el Gstaad Yacht Club del Grand Hotel Bellevue.

La pareja Botín & Morenés tiene en Gstaad casoplón de mil pares de euros, como un buen ramillete de españoles con posibles, buena parte de los cuales acude al festejo del Yacht Club encantados de codearse con los Botín y llevar a sus hijos para que se diviertan en la fiesta con los nietos de Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos, porque Ana Patricia contrata payasos y otros divertimentos para los más pequeños.

Este año, sin embargo, la cosa ha estado triste, sin pulso, como muerta. “Después del escándalo Lehman, y todavía más después de la estafa Madoff, dos asuntos que han cogido a los Botín de lleno, las cosas no están para muchas fiestas en la familia. Particularmente jodido se le veía a Guillermo, muy apagado, y es una pena porque este tío es buena gente, no tiene nada que ver con el soplagaitas del Piedrahita”.

El ambiente de decaimiento general se notó enseguida en el número de asistentes, muy reducido en comparación con otros años. Estaba Don Emilio, por supuesto, con mujer, hijos y nietos, y poco más. Entre 20 y 30 comensales sentados en torno a la mesa. Muy poca gente de relumbrón. El inevitable Borja Prado, una salsa presente hoy en toda ensalada española que se precie, Guillermo Fierro (casado con Lucrecia Botín) y para de contar. “Ocurre que son los ricos los que están palmando pasta de verdad en esta crisis, y eso se nota mucho”.

Nada que ver con la fiesta del 31 de diciembre de 2007. Ya se oían los truenos de la gran crisis que venía, pero la tormenta sonaba todavía lejos. Y es que la private function de Anapí y Willy Morenés del año pasado acudió gente como Juan March, la otra gran fortuna histórica española, o Alfonso Cortina, quien con su Lapique a cuestas se ha hecho también casoplón en Gstaad digno de admirar, además del inevitable Joao Flores y la no menos inevitable Marisa de Borbón.

Claro que el invitado sorpresa del año pasado fue el periodista Pedro J. Ramírez y su santa, Ágatha Ruiz de la Prada, que acudieron a Gstaad con sus hijos, Tristán (20) y Cósima (16), una bella jovencita que hace escasas fecha se puso de largo en el Casino de Madrid, con discurso floreado de papá, y ya está en edad de merecer. Cuentan que el famoso periodista había manifestado a la propia Ana Patricia tal interés en ser invitado, que naturalmente lo fue, faltaría más.

Más llamativa aún resultó la fiesta del 2006, y ello a cuenta de un incidente que acabaría por convertirse en comidilla de la jet madrileña: la expulsión del Yacht Club del arrojado Javier Hidalgo, hijo y heredero del salmantino dueño de Air Europa. Por lo que parece, Hidalgo junior, un tipo de rompe y rasga, no fue considerado con el suficiente pedigrí como para participar en el festejo, por lo que el marido de la Botín lo puso con cierta violencia verbal en la puta y nevada calle. Eran otros tiempos y había para todo. Este año, en cambio, en la fiesta de los Botín en Gstaad solo había tristeza.

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