Liga de Campeones - Pep pierde su primera batalla
Eurosport - mié 21 abr 12:02:00 2010
Después de conquistar seis títulos en su primera temporada, se dijo que Pep Guardiola era el mejor entrenador del mundo. Elogiado por su acierto en la toma de decisiones, hasta el mejor escribano puede tener un borrón, y eso fue lo que le pasó en el duelo ante el Inter: Mourinho le dio una lección.
Puede que su estilo, su personalidad y su filosofía no sean del agrado de todos. También es posible que sus planteamientos no sean muy académicos. Sin embargo, nadie puede negar que Jose Mourinho nunca falla en las grandes citas y que, a lo largo de su carrera, ha demostrado una y otra vez que con él en el banquillo los títulos están asegurados. Lo logró con el Oporto, lo repitió en el Chelsea y lo está haciendo en el Inter.
El portugués llegó a la escuadra italiana con la misión de llevar a los nerazzurri a la conquista de la Champions League, algo que se les resiste desde hace más de cuarenta años. La temporada pasada fracasó en ese objetivo. Esta parecía ir por el mismo camino pero el técnico ha sabido tocar las teclas oportunas para poner a sus pupilos con pie y medio en la final de Bernábeu.
¿Cómo se noquea a Guardiola?
Muchos se lo preguntaban pero sólo Mou encontró la respuesta. Analítico y muy reflexivo, el preparador de la formación transalpina se anticipó a los movimientos de su rival y consiguió que sus futbolistas llevasen el encuentro justo a su terreno: transiciones rápidas, abriendo el campo todo lo posible pero sin perder las posiciones en defensa. Es así como el Barça sufre, como se resquebraja y como no logra mantener juntas sus líneas.
El 4-2-3-1 del Inter, el mismo dibujo con el que ya dejaron en el camino al Chelsea, se convirtió en un muro infranqueable para los culés. Infranqueable y engañoso porque los italianos no sólo defienden como jabatos sino que, además, tienen en su once a tres delanteros rápidos y trabajadores (Eto'o, Milito y Pandev), sin olvidar la presencia de un tal Wesley Sneijder, descartado por el Real Madrid pero que atraviesa por un momento de forma realmente espectacular.
Un bonito reto táctico
Al contrario que en el Bernabéu, cuando Messi volvió a actuar casi como delantero centro, Guardiola quiso jugar al despiste y ubicó al argentino por detrás de Ibra y Pedro. A su vez, inició el choque con Keita en una de las bandas pero la apuesta no le salió nada bien al Noi de Santpedor. La Pulga apenas apareció durante los noventa minutos mientras que el malí se mostró fuera de sitio y se dejó caer al centro una y otra vez.
Lo que sí funcionó fue la decisión de Mou de colocar a Maicon de falso lateral ya que el brasileño le ganó la partida siempre que quiso a Maxwell y aprovechó los huecos generados por sus compañeros de ataque para llegar una y otra vez al área defendida por Valdés. Así lo hizo en el minuto 48, cuando marcó el 2-1, puso por delante en el marcador a su equipo y comenzó a certificar el principio de la debacle azulgrana en el Giuseppe Meazza.
La primera batalla fue para Mourinho; la segunda, se escribirá dentro de una semana en el Camp Nou. Habrá que ver si Pep ha aprendido de sus errores y si el portugués prepara nuevas sorpresas. No sólo habrá un intenso pulso sobre el terreno de juego. La lucha en los banquillos promete ser igual de apasionante.
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