Todas las fusiones de cajas entrarán en pérdidas durante los próximos tres años
@Eduardo Segovia - 20/09/2010 06:00h
Ninguna de las fusiones de cajas de ahorros (reales o virtuales) anunciadas durante la reciente reestructuración del sector será capaz de evitar las pérdidas en algún momento de los tres próximos años. Así se desprende de una extrapolación de las estimaciones de los test de estrés que llevó a cabo el Banco de España en julio y que ha llevado hasta sus últimas consecuencias un importante banco de inversión internacional.
Como se recordará, estas pruebas de resistencia contemplaban un escenario para el mercado inmobiliario de una caída del 28% en el precio de la vivienda terminada, del 50% para la que está en construcción y del 61% para el suelo, descensos que considera razonables la mayoría de la banca de inversión en vista de la magnitud del problema de la banca española. Pero, además, los test de estrés proporcionaba una estimación de los resultados (antes de provisiones) que cada entidad va a ser capaz de generar en los próximos dos años, según el propio Banco de España.
"Estimamos que bancos y cajas van a tener que aflorar todas las pérdidas inmobiliarias en los próximos tres años, porque no van a vender los activos y por que el Banco de España va a obligarles a provisionarlas. Si confrontamos esas pérdidas con el escenario de ingresos de los test de estrés, tenemos que muchas entidades van a entrar en pérdidas en algún momento durante los próximos tres años", explican en este banco de inversión.
Es más corta la lista de entidades que evitarán las pérdidas, salvo un deterioro de la economía peor del estimado en los citados test: las cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital), La Caixa, Ibercaja y Unicaja. El resto de las cajas de ahorros, inmersas en procesos de fusión real o virtual, no podrán hacer frente a las pérdidas que se avecinan con los beneficios esperados en los próximos años, incluyendo los SIP de Caja Madrid-Bancaja-Ávila-Segovia-Insular-Rioja-Laietana, el de CAM-Cajastur-Cantabria-Extremadura o Banca Cívica (Navarra-Canarias-Burgos), las dos fusiones catalanas y la gallega.
Esta previsión no significa que las entidades vayan a sufrir pérdidas durante tres ejercicios. "Algunas pueden hacer una megaprovisión de golpe que sacrifique un ejercicio y les permita tener beneficios en los siguientes, otras pueden repartir las pérdidas en varios años y algunas pueden compensarlas con resultados extraordinarios, aunque parece complicado", explican las fuentes citadas.
Conseguir extraordinarios no va a ser fácil, porque sólo pueden venir por dos lados: venta de cartera industrial -donde hay pocas plusvalías latentes por la crisis- o por el sale & lease back (venta pero quedándose como inquilino) de las sucursales, donde sí hay plusvalías muy importantes porque muchos de estos edificios están valorados a precios históricos muy bajos. La venta de oficinas con el negocio de las mismas es mucho menos rentable y, además, reduce el balance de las entidades; sólo tiene sentido como alternativa a su cierre.
Existe otra alternativa para generar resultados en un escenario de falta de actividad y de desplome de márgenes como el que se avista para los próximos años: las operaciones financieras, que ya han salvado de las pérdidas a un puñado de entidades en el primer semestre de este año. Estas operaciones consisten en hacer trading en mercados, básicamente con deuda propia de las entidades o con bonos del Estado, y varias cajas las consideran recurrentes, algo que resulta muy discutible según los analistas.
El Pastor, el más vulnerable de los bancos
Las fusiones de cajas no serán las únicas que se vean en apuros en este escenario. La banca mediana también va a pasarlo mal, aunque el único que no va a poder esquivar las pérdidas, aunque sólo sea durante uno o dos trimestres, es el Pastor. Sabadell y Popular no llegarán a tanto pero verán desplomarse su ROE (rentabilidad sobre recursos propios) hasta niveles en torno al 5% antes de extraordinarios, según este banco de inversión.
Eso supone un problema puesto que el coste de capital de estas entidades se sitúa alrededor del 10%, lo que significa que, en teoría, deben seguir cotizando por debajo de valor contable, como en la actualidad. Y, si se ven obligados a hacer ampliaciones de capital, éstas serán dilutivas para sus accionistas.
Bankinter no tendrá tantos problemas puesto que su ROE se mantendrá más o menos en el 10%, según estas estimaciones. El problema de la entidad que presiden Pedro Guerrero es su escasez de capital (que eleva el ROE) pero tiene mucha menos mora y exposición al ladrillo que el resto de la banca mediana. Los dos grandes, Santander y BBVA, salen muy bien parados de este análisis, con un ROE de entre el 15% y el 17%.
Por tanto, el gran problema lo tienen las cajas, y no se ha resuelto con el proceso de concentración del sector: "La gran pregunta es de dónde van a sacar el capital. Se encuentran en procesos de fusión que tiene paralizado el management, se han convertido en grandes gestoras de mora y de activos inmobiliarios, van a sufrir pérdidas operativas, los mercados internacionales no les prestan y necesitan recapitalizarse. En estas condiciones, no se puede esperar que presten dinero a emprersas y familias", concluye un analista de este banco de inversión.
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