Fernando Alonso gana en China con un Ferrari autoritario por delante de Raikkonen y Hamilton
Desde el Circuito Internacional de Shanghai.
- "No estoy empujando"
A falta de diez vueltas para el final, Andrea Stella, ingeniero de Fernando Alonso, pedía tranquilidad a su piloto... La respuesta del asturiano dio una idea general del comportamiento de Ferrari en la carrera de este GP de China. Sobre el trazado de Shanghai, Alonso logró su primera victoria de la temporada y la consiguió con autoridad sobre el resto. Segundo fue Kimi Raikkonen y tercero Lewis Hamilton, que terminó por delante de un Sebastian Vettel que no pudo hacer más. La clasificación la continúa liderando el alemán de Red Bull y a 9 puntos se queda el español, en tercera posición.
Alonso hizo aparentemente sencilla una carrera compleja, en la que adelantó en pista a todos los campeones del mundo, entre otros. El asturiano partía tercero y en la primera curva, él y su compañero Felipe Massa, pasaron a Kimi Raikkonen. Tras unos cuantos giros adelantó a Lewis Hamilton, confirmando que Mercedes seguía teniendo más problemas de degradación que Ferrari. Después de la primera parada quedó encuadrado en la décima posición y entonces 'engulló' aBottas, Vergne, Pérez, Sutil, Button... Vettel. Hacia el ecuador de la prueba ya era líder y se perfilaba como virtual ganador. Sólo perdió esa posición en otra parada en boxes aunque la volvió a recuperar pronto, pasando de nuevo a Vettel.
Alonso ya es como Mansell
Ferrari se mostró demoledor y Fernando Alonso fue impecable a la hora de llevar su F138 hasta la bandera de cuadros. Es su décima victoria con Ferrari y la número 31 en su carrera. "Fenomenal, fenomenal, fenomenal, muchas gracias. Era difícil por la presión. Gran fin de semana", repitió Stella a Fernando Alonso tras la prueba. Ha igualado en número de victorias aNigel Mansell, cuarto en la historia de la Fórmula 1.
El implacable ritmo de Ferrari lució en el F138 de Fernando pero no tanto con el de Felipe Massa, quien sufrió más de lo debido por el tráfico y concluyó sexto, a 40 segundos de su compañero.
Raikkonen, segundo, era el mayor peligro para Ferrari porque su Lotus E21 aparenta estar en el mismo peldaño en cuanto a ritmo de carrera. Pese a una mala salida y sufrir un golpe con Sergio Pérez al principio de la prueba, su monoplaza aguantó el tirón del resto y, con el morro destrozado, cruzó la línea de meta en segundo lugar. Sobre el 'poleman', Hamilton, existían dudas sobre la degradación de sus neumáticos. Al final, aguantaron lo suficiente como para no perder el envite que le echó Vettel al término de la carrera.
Red Bull, cara y cruz para Vettel y Webber
Red Bull sufrió en sus monoplazas la cara y la cruz. La cara para Vettel, que hizo buena la estrategia trazada por su equipo. Partía desde la novena posición, con gomas duras, y finalizó cuarto, acariciando el podio. "Perdimos tiempo al principio", reconocía el alemán a Antena 3. Es lo malo de salir en mitad del pelotón... En cualquier caso, viendo su ritmo en carrera, para aspirar a grandes logros dependía de los errores del resto (como el abandono de Nico Rosberg, por ejemplo). Más no pudo hacer.
En el polo opuesto se encontró Mark Webber, a quien el equipo le privó de tener un fin de semana tranquilo. El sábado, con un error en la bomba de gasolina, se acostó sabiendo que partiría último (finalmente desde el pitlane) y este domingo debió abandonar porque en una parada no le apretaron bien la rueda derecha trasera de su monoplaza. Para olvidar.
Tras Vettel concluyó Button, otro campeón del mundo que sacó lo mejor de su vehículo y dejó en evidencia a un Sergio Pérez que todavía debe hacerse a su nueva máquina. El mejicano terminó a medio minuto de su compañero de equipo.
Las últimas posiciones en los puntos fueron para un sensacional Daniel Ricciardo con su Toro Rosso, Romain Grosjean y el correoso Nico Hulkenberg, que con su Sauber tuvo pelea con Sebastian Vettel hacia la mitad de la prueba.
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