Alberto Garzón llega apresurado a la entrevista tras una reunión con su grupo parlamentario. Nada más terminar se va corriendo a una manifestación de estudiantes. Mientras se prepara el equipo de grabación, aprovecha para sacarse un billete de tren a Sevilla donde respaldará a su partido en un acto de campaña. El portavoz más joven (Logroño, 1985) de la historia de los debates del estado de la nación es prácticamente autosuficiente en su quehacer cotidiano. El discurso contra el presidente del Gobierno lo escribió él íntegramente, como casi todo. Apenas le ayudan a gestionar su agenda.
El candidato de Izquierda Unida para las elecciones generales, elegido por el 75,8% de los votos del Consejo Político, se plantó en el Parlamento como “la voz de calle”. Viejo conocido de Pablo Iglesias, líder del partido que amenaza con fagocitarlo, ha endurecido su discurso contra la “ambigüedad” de Podemos. Un gigante con pies de barro, sin experiencia ni cuadros suficientes, asegura, para gestionar el poder.
PREGUNTA: En el debate sobre el estado de la nación se definió como un activista social, como la voz de los movimientos sociales. ¿Se resigna a representar al resto de la población?
RESPUESTA: No nos limitamos a un espectro, sino a las mayorías sociales que son las que sufren la crisis y su gestión neoliberal. Representamos a los que sufren las políticas de recortes, que somos nosotros mismos y quienes tenemos la capacidad para transformar la sociedad.
P: Su discurso ha sido duro.
R: Ha sido duro en el contenido, pero no en las formas. Se corresponde con mi actividad parlamentara que es ser radical, ir a la raíz de los problemas y eso puede aparentar dureza. Si se refiere a la dureza de la radicalidad, de acuerdo, porque en última instancia decimos que la situación requiere de un nuevo país para salir de la crisis, acabar con los recortes y las políticas bipartidistas que han arrasado con las conquistas sociales.
P: Eso suena más a viejo país, a recuperar el Estado de bienestar previo a la crisis.
R: No. No vamos a volver al modelo de crecimiento previo a la crisis, apuntalado por el bipartidismo, que nos dejó un desierto de ladrillo. Hay que recuperar el acceso a la sanidad, la educación, las pensiones, la vivienda y todos los suministros básicos. Todo eso es posible, sólo hace falta voluntad y cambiar de prioridades.
P: Pablo Iglesias se ha erigido como líder de la oposición y reclamó que Podemos debía estar el debate del estado de la nación.
R: Entiendo que Podemos tiene propuestas conocidas por la ciudadanía porque tiene grandes altavoces mediáticos y su oportunidad es que le permitieron que se les escuchase. Tendrán acceso al debate de la nación en tanto en cuanto tengan representación, pero eso no ha sucedido aún. Hasta ahora sólo han conseguido buenos resultados en las europeas, que son sus únicos hitos electorales firmes.
P: Han puesto en aprietos al bipartidismo.
R: Sí, pienso que es la cristalización de que el bipartidismo está acabándose en este país. Cuando pasen las elecciones asistiremos a un Parlamento mucho más fragmentado, en el que también estará Podemos con el resto de fuerzas.
P: ¿La izquierda también estará fragmentada?
R: Podemos dice que no es de izquierdas ni de derechas, una diferencia crucial con nosotros que hacemos bandera de las luchas tradicionales de la izquierda. Por eso no sé si se puede hablar de fragmentación de la izquierda, pero sí de partidos, lo que será enriquecedor.
P: ¿El eje izquierda y derecha sigue siendo válido para definir la realidad?
R: Si la izquierda es la mayoría social y la derecha es quien defiende el statu quo, claro que sigue siendo válido. Por tanto, mientras haya ricos y pobres y cuanto mayor sea la desigualdad, más vigencia tiene el concepto derecha e izquierda.
P: ¿Está de acuerdo con las tesis de Julio Anguita sobre la necesidad de crear un bloque social para poder gestionar el poder?
R: IU siempre ha estado a favor de la convergencia, desde su fundación. Se necesitan lazos de cooperación entre diferentes fuerzas políticas, pero no sólo electorales, sino sociales, para construir un nuevo país. La política no es como el fútbol, no llega con ganar, hay que cambiar las cosas y para eso es preciso un tejido articulado que lo apoye.
P: ¿Podemos no puede?
R: Para crear una organización que pretenda transformar la sociedad hay que tener recursos, no sólo económicos, sino de habilidades y técnicos. Se necesitan cuadros para gestionar la Administración Pública y para eso, una formación tiene que ir configurándose poco a poco. Syriza, por ejemplo, no se creó de la noche a la mañana.
P: ¿Podemos no es Syriza?
R: Está claro que Podemos no tiene esa experiencia ni esos cuadros. Tampoco puede obtenerlos por vía de otras organizaciones, sino formarlos desde abajo. Los cuadros no pueden hacerse desde arriba, ni establecer una política mediante un mercado de fichajes, como en el fútbol. IU desde luego los tiene, además de una historia muy larga, experiencia de gestión y luchas en la calle.
P: ¿No están preparados para gobernar?
R: No me atrevo a decir que no estén preparados para gobernar porque eso es un futurible, pero desde luego sí creo que no son las mejores opciones las que enfrentan ahora mismo. Sólo tienen un año de vida y son ambiguos. Tienen gente tan diversa ideológicamente que van a enfrentar serios retos y dificultades. Nuestra hoja de ruta es clara, tendemos lazos de colaboración, pero con objetivos nítidos.
P: En Andalucía, por ejemplo, les están robando asesores en plena campaña electoral.
R: Hay una poca gente, no mucha, que ha decidido dejar su militancia en IU para irse a Podemos, pero también del PSOE. El candidato oficialista en Málaga era antiguo jefe de prensa del PSOE. Es un trasvase propio de cuando irrumpe una nueva formación, pero es claramente insuficiente para construir una organización sólida. A mí no me preocupa en absoluto. Noto que mucha gente se está afiliando a IU y el instrumento útil es IU.
P: ¿Apoyarán la investidura de Susana Díaz?
R: Todos los pactos se decidirán mediante referéndum, lo que sí está claro es que no vamos dejar que gobierne el PP. Pero IU tampoco es la muleta del PSOE porque es la otra cara de la moneda, la otra cara del bipartidismo, por eso dudo mucho de que la militancia apoye términos en las mismas circunstancias que anterior ocasión.
P: ¿El mismo argumento que para las generales?
R: Con el agravante de que a mi juicio Susana Díaz es la elegida por la gran coalición para llevar las riendas del modelo de Estado que PP o PSOE no pueden gobernar en solitario. Se van a enfrentar a la necesidad de colaborar y ahora mismo la dirección del PSOE está más tentada en pactar con PP que con la izquierda.
P: ¿Cómo se presentarán en Madrid?
R: Está siendo difícil articular la unidad popular, todo el mundo habla de ella pero hay disensiones y debates que, en ocasiones, llevan a extremos de difamación que no ayudan. Hay que desplazar al PP, pero el cómo hacerlo aún es incógnita.
P: Qué hubiera hecho usted en la posición de Tania Sánchez?
R: Seguir luchando. Considero un error considerar que IU ha dejado de ser un instrumento útil, lógicamente con toda la regeneración que está pendiente.
P: ¿Ve a García Montero como candidato de IU-CM?
R: Me parece un hombre excepcional y con compromiso social, pero será él quien decida. No he hablado con él, pero sí sé que, lógicamente, es partidario también de confluencias para maximizar opciones electorales.
P: ¿Qué es la nueva IU?
R: Una IU en la que prevalezcan sus valores pero adaptándola al momento histórico. Somos el partido más democrático, pero queda aún camino por recorrer para que participe más la ciudadanía.
P: Se le achaca un golpe generacional dentro de la organización.
R: Es un relato interesado, no es cierto. Es evidente que el país vive una ruptura generacional, que también se da en los partidos, pero no es una pelea entre viejos y jóvenes.
P: Se le ha acusado también de influir en la contratación de su hermano y personas cercanas a usted como técnicos de IU.
R: La gente que se resiste a los cambios llega al punto de las difamaciones y la malinterpretación de informaciones. En IU las contrataciones se sacan a concurso público y siempre se hacen así. Es verdad que como resultado de ese proceso uno de los contratados fue mi hermano, pero evidentemente tiene acreditación formativa suficiente.
P: ¿Estaba usted en la mesa de contratación?
R: No. Además se determinaron antes de que yo llegara.
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