Un informe para Fomento cuestiona el uso mixto de la variante de Pajares
Una evaluación del sistema ferroviario español encargada por el Gobierno recomienda separar los tráficos de pasajeros y mercancías // El estudio rescata el AVE del Cantábrico
SÁBADO 21 DE FEBRERO DE 2015
La variante de Pajares es una pieza difícil de encajar en el conjunto del sistema ferroviario español. A los expertos no acaba de convencerles el uso mixto para pasajeros y mercancías de una costosa infraestructura cuya ejecución final se disparará hasta unos 3.000 millones de euros, tal y como ha decidido el Gobierno central. También es cierto, sin embargo, que la rentabilización de tan gran desembolso de dinero público recomienda sacarle el mayor partido posible y explotarla hasta donde sea posible. La que la docena de expertos –ingenieros y especialistas en la gestión de redes de transporte— que han estudiado el sistema ferroviario español para evaluar su estado en un informe publicado por el propio Ministerio de Fomento dan por bien descartada es la opción, que se manejó durante años, de incorporar los denominados raíles de triple hilo o ancho variable, válidos tanto para el paso de los AVE como de los trenes de mercancías. Es un modelo con muchas limitaciones.
Fomento acaba de hacer accesible en su página web una gran evaluación al estado del tren en España que encargó en 2013 a una comisión de especialistas encabezada por el ingeniero de Caminos y directivo de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC por sus siglas en francés) Ignacio Barrón. Su trabajo ha generado un informe de más de 400 páginas con recomendaciones para la gestión del sistema ferroviario en los próximos años. No referencias regionalizadas, pero de las conclusiones se pueden inferir algunos datos relativos a Asturias. Además de las enseñanzas que la complicadísima perforación de los túneles de Pajares han aportado a la construcción de infraestructuras en España, lo más destacado para la comunidad autónoma es que la programación para las redes de la alta velocidad a medio plazo no ha abandonado el proyecto de un AVE del Cantábrico que avance en paralelo al mar por el norte del país desde Galicia hasta el País Vasco.
Un proyecto de quita y pon
La construcción de esa línea –invocada por primera vez por un Gobierno del PP como parte de las compensaciones a Galicia por la catástrofe ecológica causada por el hundimiento del Prestige— parecía haber caído en el olvido después de los ajustes y los severos recortes presupuestarios. Pero aún figura en los mapas oficiales de las infraestructuras de interés europeo, a pesar de que, por añadidura a los problemas económicos para su financiación, con el paso de los años los planes para su construcción han topado con objeciones por motivos sociales y medioambientales. El paso por zonas de alto valor ecológico, como el parque de Picos de Europa, y la elevada inversión necesaria, que podría destinarse a líneas ferroviarias con mayor contenido social, como las cercanías, fueron argumentos que pesaron a la hora de aparcar esas intenciones.
El informe, precisamente, advierte contra las tentaciones de convertir el ferrocarril –y aún más la alta velocidad— en el único modo de transporte en aras de una modernidad o un café para todos sin tener en cuenta la rentabilidad económica o social de las nuevas líneas. También aboga por integrar las estaciones en los centros urbanos en contra de la tendencia a construir circunvalaciones para que los trazado de alta velocidad hagan sus paradas lejos de las ciudades y, en ocasiones, en mitad de ninguna parte. El texto, en todo caso, no tiene carácter de publicación oficial. El Ministerio señala en una advertencia previa que no comparte necesariamente las opiniones contenidas en él.
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