viernes, 13 de febrero de 2015

Buscando el Voto de FAC....

PP, PSOE y Podemos se disputan los votos de Foro

La renuncia de Cascos convierte a su partido en un potencial granero electoral

Ángel Falcón

ÁNGEL FALCÓN

@ANGELFALCON24
VIERNES 13 DE FEBRERO DE 2015
El casquismo afronta el reto de sobrevivir a su fundador. El partido erigido bajo la efigie política de Cascos busca un sucesor que sostenga los pilares de la formación y que frene el inevitable goteo de votos que puede sufrir en las urnas en las próximas elecciones autonómicas y municipales. En la batalla electoral, Foro puede suponer un nuevo granero de votos para otros partidos. El carácter transversal que aupó a Foro a ganar los comicios de 2011 convierte a la formación casquista en una oportunidad electoral especialmente para el PP, PSOE y Podemos.
La lógica política ya auguraba una caída en las encuestas de Foro. Es posible que sobre el papel, Francisco Álvarez-Cascos fuese el jefe de la oposición, pero su actividad política en los tres últimos años ha ido disminuyendo mes a mes. En su lugar ha sobresalido la figura de Cristina Coto, que se ha ganado los flashes y los titulares informativos. En todo caso, el batacazo es previsible. Las declaraciones de Enrique Álvarez Sostres o Isidro Oblanca son muy significativas. El diputado nacional se resiste a lo inevitable y lanza un SOS en toda regla. Su frase “yo no lo descarto, así que no iría tan lejos", invita a que la militancia intentará que Cascos reconsidere su renuncia ante el riesgo de precipitarse al vacío en la próxima cita electoral. Oblanca se ha mostrado mucho más apesadumbrado. "Que no sea el presidente y candidato genera una situación muy difícil", ha reconocido el senador. “Nos toca solventar la pérdida de un plus electoral como Cascos, algo que se me antoja imposible".

¿Víctimas y ahora verdugos?

PP y PSOE fueron víctimas en 2011 y en menor medida en 2012 del ascenso fulgurante de Cascos al poder del Principado. Los primeros perdieron 120.000 votos y los segundos cerca de 50.000 en 2011. La situación podría ahora beneficiar a ambos partidos, que podrían recuperar una parte de los respaldos perdidos. Y si Cascos representó entonces el voto del descontento y de la desconfianza del bipartidismo en Asturias, una parte de ese electorado podría ir a parar a Podemos, una formación de izquierdas que aspira a ser tan transversal como lo fue Foro en sus planteamiento inicial. La realidad llevó luego a la formación a los caminos trillados de la derecha.
El reto del futuro responsable de Foro, sea Cristina Coto o quien decida la militancia, es que el partido sobrepase la figura de su fundador y se convierta en una marca electoral por sí misma. Es la gran dificultad de un partido nacido a imagen y semejanza de Francisco Álvarez-Cascos. Su entorno está difundiendo la idea de que Cascos no abandona la política, aunque sí la presencial. Todo ello que sugiere que Cascos activará los mecanismos de su teatro de marionetas y decidirá en la sombra el camino y el porvenir de Foro. Eso conlleva otro reto al futuro presidente forista: no convertirse en el pelele público de Cascos.
El antecedente de Sergio Marqués y su URAS no invita al optimismo. La pérdida de poder fue produciendo un declive paulatino. Si en 1999, Marqués logró arrebatar 44.000 votos al PP, en 2003 fueron solo 17.000 y en 2007 se quedaron en 13.000 y fuera del parlamento, lo que supuso el finiquito político del marquesismo.

La ascensión fulgurante

Hagamos mejoria. En apenas medio año, Cascos fue capaz de conseguir 178.000 votos. Se los arrebató al PP y al PSOE. A su antiguo partido, el que había ayudado a fundar con Manuel Fraga, le absorbió 120.000 votos. Fue una venganza servida en plato frío, después del portazo que Álvarez-Cascos recibió en las navidades de 2010, tras un largo flirteo con Gabino de Lorenzo que acabó en ruidoso divorcio. Isabel Pérez Espinosa sólo logró 119.000 votos frente a los 248.000 que había conseguido cuatro años antes Ovidio Sánchez. El desplome popular le costó la cabeza política a Pérez Espinosa, que fue con celeridad sustituida por Mercedes Fernández. Foro y PP sumaban 300.000 votos, lo que habría supuesto una mayoría absoluta.
Pero la derecha asturiana, como había sucedido con Sergio Marqués, era irreconciliable. Cascos era de nuevo un motivo de inconexión. El mismo Cascos que había logrado 170.000 votos en 1983 como cabeza de lista de Coalición Popular, el germen del PP. Resultados que posteriormente no consiguió superar Isidro Fernández Rozada en 1987 y 1991 pero que Sergio Marqués elevó hasta los 272.000 votos, el techo electoral de los conservadores asturianos hasta la fecha. El PP alcanzó una presidencia efímera tras la ruptura Cascos-Marqués en una historia de rivalidades, ego y celos políticos que muchos militantes populares no llegaron nunca a entender.
Foro arrebató también al PSOE cerca de 50.000 votos en 2011. Era un ejemplo de que su mensaje regionalista había cuajado en el electorado de ideología centrista. Los socialistas sufrieron también el enorme peso de la abstención y la irrupción de UPyD. Hay que recordar que Javier Fernández obtuvo 179.000 votos ese año, con una pérdida de 70.000 papeletas respecto a 2007.

La cuesta abajo

El erróneo análisis de Cascos, engrandecido por el resultado de 2011, le llevó a apostar por la mayoría absoluta ante su incapacidad para lograr acuerdos con otras fuerzas. Las elecciones de 2012 supusieron una pérdida de 54.000 votos y del gobierno del Principado. Solo IU y UPyD consiguieron sumar votos. El resto de fuerzas también cayeron, aunque en menor medida. El PSOE solo obtuvo 161.000 apoyos mientras que Mercedes Fernández cosechó los peores resultados de la historia del PP en Asturias, con solo 108.000 votos. Para Javier Fernández fueron suficientes para convertirse en presidente. Consiguió alcanzar acuerdos con IU y UPyD en primera instancia y con el PP al final de esta legislatura. 

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