¿Qué gana Grecia, qué obtiene el Eurogrupo y que riesgos tiene el acuerdo?
José Jiménez
A la tercera va la vencida y por fin hay fumata blanca. Los ministros de Economía de la eurozona han alcanzado un acuerdo de mínimos con el nuevo Gobierno griego para extender durante cuatro meses el programa de asistencia financiera (el rescate) que vence el próximo 28 de febrero. Son más de 7.000 millones de euros los que recibirá Atenas si se cumplen las condiciones pactadas y no hay sobresaltos, algo que tampoco se puede descartar al cien por cien. ¿Qué gana cada una de las partes y qué riesgos tiene el acuerdo?
Beneficios para Grecia
1.- Hay dinero, sigue en el euro
Una de las palabras más repetidas en las últimas semanas ha sido "grexit", la salida de Grecia de la zona euro. Hasta ayer por la tarde, era una posibilidad muy real. De hecho, se filtró que el Banco Central Europeo estaba trabajando para capear la tormenta que se podría producir en un escenario dónde Grecia estuviera de salida.
Con el acuerdo, y si las cosas no se tuercen, este supuesto se puede dejar aparcado. Ahora, Grecia obtendrá 1.800 millones del fondo de rescate y otros 1.900 millones de los beneficios del BCE por la compra de deuda griega. A ello hay que sumar un tramo de 3.500 millones del FMI. En cuanto a los bonos por valor de casi 11.000 millones de euros para recapitalizar la banca que se habían transferido a Atenas, volverán al fondo de rescate pero siguen estando disponibles si el BCE los considera necesarios.
2.- Se evita la devaluación y el corralito
Junto con el "grexit", otra de las expresiones más populares han sido los "controles de capitales", cuya traducción popular es "corralito". O sea, la imposibilidad de sacar dinero del país. Las restricciones a los movimientos de capital es uno de los factores que más nervios suele desatar en los mercados, especialmente en el de divisas, el más gran y líquido del mundo.
Ayer mismo, con el acuerdo firmado, el Banco Central Europeo, dijo que ya no había necesidad de pensar en controles de capitales (si, también había aquí un plan 'B'), lo que debería agradecer la moneda única. En caso de no haberse llegado a un acuerdo, y de haber abandonado Grecia la zona euro, se habría vuelto a la antigua moneda, el dracma, pero con una devaluación que habría rondado el 50%.
3.- Grecia decide su propia austeridad
El acuerdo permitirá que Grecia sea quien decida sus propias reformas. Habrá que apretarse el cinturón, pero serán los griegos quienes decidan sobre qué pantalones. "Desde hoy estamos empezando a ser coautores de las reformas que nosotros queremos poner en marcha, que nosotros vamos a dictar, que que discutiremos con nuestros socios", dijo el ministro de Finanzas griego, Yannis Varufakis.
4.- Se relaja el objetivo fiscal
Otra concesión que obtiene Atenas es que se relaja su objetivo de superávit presupuestario para 2015, que inicialmente era del 3% del PIB. Grecia pedía rebajarlo al 1,5% y la declaración final dice que la meta se fijará "teniendo en cuenta las circunstancias económicas", que son peores de lo previsto.
Beneficios para la zona euro
1.- A salvo la unión monetaria
La salvación de la unión monetaria es quizás el activo más valioso que salva el Eurogrupo. Pocos analistas dudan de que la tormenta financiera en caso de que Grecia hubiera salido del euro habría sido monumental, si bien es cierto que la eurozona cuenta ahora con una situación mejor que hace un par de años para capear el temporal.
2.- Los acreedores cobrarán y no se revertirán medidas tomadas
Grecia ha reiterado "su compromiso inequívoco de cumplir sus obligaciones financieras con todos sus acreedores plenamente y en plazo". Además, promete "abstenerse de revertir medidas y de cambios unilaterales a las políticas y reformas estructurales que puedan tener un impacto negativo en los objetivos fiscales, la recuperación económica o la estabilidad financiera", según se recoge en la declaración aprobada por el Eurogrupo.
3.- Capacidad de tumbar las reformas
Grecia decide las medidas de austeridad que querrá aplicar pero es el Eurogrupo quien tiene la capacidad de echarlas abajo. Si hay algo que pueda entorpecer la estabilidad presupuestaria lo hará, tan pronto como este lunes, que es cuando debe dar el visto bueno. "Ha habido una serie de medidas anunciadas en Atenas, pero el Gobierno griego nos ha garantizado que, si estas medidas tienen un impacto negativo en la sostenibilidad fiscal, sólo se adoptarán de acuerdo con las instituciones (de la troika)", ha asegurado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
4.- Refuerzo en autoridad
Quizás el activo intangible que sale más reforzado para el Eurogrupo es la autoridad, la determinación de imponer a Grecia prácticamente todas sus condiciones dejando a Atenas un margen asumible. En concreto, la rebaja del superávit presupuestario que exigirá a Grecia (aún sin concretar) es una medida que no resta autoridad pero deja margen a Grecia para sacudirse al menos por este año la presión de la austeridad. Pero lo más importante es el valor simbólico que obtiene el Eurogrupo, el mensaje para los demás países que puedan venir de Grecia, sobre la existencia de unas normas y la necesidad de cumplirlas.
Riesgos
1.- El acuerdo es un parche, pero no resuelve los problemas
El acuerdo es una solución provisional, una patada hacia delante que no resuelve los problemas. Por supuesto, no los de Grecia, que arrastra una deuda de 240.000 millones de euros y ya ni siquiera puede pagar los intereses. En algún momento más adelante habrá que negociar el tema de la deuda, pues aunque Grecia se ha comprometido a pagar a sus acreedores, lo cierto es que, de puertas para dentro, todos saben que jamás podrá devolver la cantidad que debe más los intereses. Este es el elefante en la habitación, el problema que todos ven pero que nadie sabe cómo atajar.
2.- Posible rechazo de las medidas griegas en Bruselas
El lunes, los miembros del Eurogrupo se encontrarán sobre la mesa un paquete de medidas griegas prioritarias, que podrían rechazar. Según expresa el acuerdo, deberían estar planteadas sobre la base del actual programa de rescate, pero hay que esperar a ver qué pide Atenas. Ahora mismo, no se puede descartar que el acuerdo se pueda frenar si alguien en la zona euro tacha las peticiones de inaceptables.
3.- Posible resistencia en Grecia
Por otro lado, los griegos también deberán resolver en casa un problema serio, el posible rechazo al acuerdo de Varufakis por parte del ala más radical de Syriza. El ejecutivo de Tsipras tiene mayoría parlamentaria, pero eso no impedirá que las facciones extremas de su partido le reprochen el haber tenido que tragar con una extensión del rescate (esto es en realidad), lo que el primer ministro griego dijo que jamás volvería a hacer. Así que por este lado, tampoco se pueden descartar las sorpresas.
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