Todas las claves para un inversor novato en fondos de inversión
Regina R. Webb
Para ganar en el mercado actual, toca arriesgar. Eso lo
saben miles de ahorradores que han visto cómo las atractivas
rentabilidades que obtenían con sus depósitos bancarios se han esfumado.
Y si vuelven, tardarán mucho tiempo en hacerlo. Por ello, tienen que
reaccionar y esa reacción pasa por apostar por otros productos, como los
fondos, Aun así, de momento, tan solo el 10 por ciento del ahorro español se centra en fondos de inversión.
Gran parte de la aversión hacia nuevos vehículos de inversión tienen su raíz en las malas experiencias con productos «complicados» que en el pasado se han comercializado sin que el cliente comprendiese en su totalidad, ya no solo lo que podía ganar, sino también lo que podía perder. Por ello, pedimos a los expertos que desgranen los principales cambios que notará un ahorrador primerizo en el mundo de los fondos: ¿qué debemos entender por el riesgo?, ¿qué actitud debemos tomar ante la volatilidad?, ¿qué factores deberían influir en mi selección del producto?
Para José María Luna, responsable del Departamento de Análisis y Estrategia de la EAFI Profim, el crucial y primer paso es entender lo que se va a comprar. «Lea con detalle lo que va a suscribir y, si no lo entiende, pregunte... y si aún así no lo comprende, entonces no lo compre», asevera. Un buen asesoramiento puede ser determinante en la decisión final. «Una manera de ganarse la confianza del cliente es que los gestores tengan su propio patrimonio invertido en el fondo», plantea Fernando Llorente, director comercial de la EAFI Ágora. En el caso de Ágora, los directivos tienen más del 90 por ciento de su patrimonio invertido en los vehículos sobre los que asesoran. Buscar asesoramiento independiente es una opción que gana popularidad entre aquellos inversores que buscan la transparencia como garantía. «Las opiniones que emitimos están de lado del inversor ya que son ellos los que nos pagan», afirma Llorente.
Asumir nuestra limitación de riesgo
Una vez que hemos aceptado entrar en un fondo de inversión, debemos ser conscientes de que la oscilación casi diaria entre las ganancias y las pérdidas pondrán nervioso al inversor desacostumbrado. Por ello, no recomienda estar tan pendiente del rendimiento del fondo, más allá de una vez al mes. La duración es otro factor que el ahorrador deberá tener en cuenta. Los expertos coinciden en recordar que el horizonte de inversión en este tipo de productos es mayor del que se acostumbra en los depósitos. Así, recomiendan no dedicar a una inversión de dos o tres años como requieren los fondos un patrimonio que vayan a necesitar como colchón de emergencia.
Pero no todo ahorrador está preparado para dar ese cambio de actitud ante las características de los fondos de inversión. Eso por ello por lo que desde Profim llaman a tener muy presente cuál es el perfil de riesgo propio. Josep Soler, presidente de EFPA Europa, explica que el «riesgo» en estos casos es «asumir que tu inversión tiene capacidad de perder valor». No obstante, «el riesgo que un inversor está dispuesto a asumir también se adapta al momento del mercado en el que nos encontramos» asegura Ángel Martínez-Aldama, director del Observatorio Inverco. En su visión, la crisis económica fomentó que gran parte de los ahorradores se definieran como inversores conservadores y, hasta el momento, los productos ofrecidos por las entidades fomentaban ese contexto más cauto. Nadie conoce mejor el perfil de un inversor que él mismo, pero cada vez son más los ahorradores que se están replanteando si estarían dispuestos a asumir algo más de volatilidad en sus carteras con tal de conseguir algo de rentabilidad. «Por primera vez en ocho años hay que hacerse estas preguntas», reconoce Martínez-Aldama.
Por dónde empezar
Una vez tengamos estos puntos asumidos, y si aún así estamos convencidos de que los fondos de inversión son el vehículo que mejor se adapta a nuestras necesidades, es momento de determinar qué tipo es el más adecuado para dar el primer paso. Paolo Mezza, socio de Arcano Family Office, apunta que hay que ser realistas con nuestras expectativas de retorno. En su opinión, quizás en una primera incursión sea mejor optar por un fondo que, si bien no ha traído grandes retornos, tampoco haya dado grandes sustos.
Diversificar. La diversificación es otro de los conceptos que comenzarán a sonar con frecuencia cuando se da ese primer paso hacia los fondos de inversión. «No hay que complicarse», explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar. El consenso de los expertos apunta que, pese a que lo ideal sería formar en un futuro una cartera de varios fondos, en un primer momento es mejor optar por un fondo diversificado en sí. «Podemos correr el riesgo de tener diez fondos del mismo tipo», señala Luque.
Track Record. Las rentabilidades pasadas nunca son garantía del potencial futuro, pero a falta de una bola de cristal bursátil, el «track record» de un fondo es el referente para medir la calidad de un equipo gestor. Aún así, Paolo Mezza llama a ser cautos con el legado de un fondo de inversión. Los últimos tres años han sido muy positivos para productos de renta fija, tradicionalmente menos volátil que aquellos expuestos a renta variable, pero el escenario que se avecina no es tan propicio para este tipo de inversiones. Por ello, además de recomendar fondos flexibles, que por su estrategia tengan más libertad para adaptarse a un entorno de mercado distinto, también recomienda analizar el rendimiento de fondos que lleven en marcha desde antes de la crisis para así tener una idea clara de cómo responden a situaciones de máxima adversidad.
«Lo ideal es buscar gestores expertos, que tengan un buen 'track record' a ser posible, y que realicen un control exhaustivo del riesgo y de la preservación del patrimonio», asegura Llorente. «Jamás seleccione un fondo solo en base a rentabilidades pasadas o porque sea un producto 'de moda'», recalca José María Luna.
Gran parte de la aversión hacia nuevos vehículos de inversión tienen su raíz en las malas experiencias con productos «complicados» que en el pasado se han comercializado sin que el cliente comprendiese en su totalidad, ya no solo lo que podía ganar, sino también lo que podía perder. Por ello, pedimos a los expertos que desgranen los principales cambios que notará un ahorrador primerizo en el mundo de los fondos: ¿qué debemos entender por el riesgo?, ¿qué actitud debemos tomar ante la volatilidad?, ¿qué factores deberían influir en mi selección del producto?
Para José María Luna, responsable del Departamento de Análisis y Estrategia de la EAFI Profim, el crucial y primer paso es entender lo que se va a comprar. «Lea con detalle lo que va a suscribir y, si no lo entiende, pregunte... y si aún así no lo comprende, entonces no lo compre», asevera. Un buen asesoramiento puede ser determinante en la decisión final. «Una manera de ganarse la confianza del cliente es que los gestores tengan su propio patrimonio invertido en el fondo», plantea Fernando Llorente, director comercial de la EAFI Ágora. En el caso de Ágora, los directivos tienen más del 90 por ciento de su patrimonio invertido en los vehículos sobre los que asesoran. Buscar asesoramiento independiente es una opción que gana popularidad entre aquellos inversores que buscan la transparencia como garantía. «Las opiniones que emitimos están de lado del inversor ya que son ellos los que nos pagan», afirma Llorente.
Asumir nuestra limitación de riesgo
Una vez que hemos aceptado entrar en un fondo de inversión, debemos ser conscientes de que la oscilación casi diaria entre las ganancias y las pérdidas pondrán nervioso al inversor desacostumbrado. Por ello, no recomienda estar tan pendiente del rendimiento del fondo, más allá de una vez al mes. La duración es otro factor que el ahorrador deberá tener en cuenta. Los expertos coinciden en recordar que el horizonte de inversión en este tipo de productos es mayor del que se acostumbra en los depósitos. Así, recomiendan no dedicar a una inversión de dos o tres años como requieren los fondos un patrimonio que vayan a necesitar como colchón de emergencia.
Pero no todo ahorrador está preparado para dar ese cambio de actitud ante las características de los fondos de inversión. Eso por ello por lo que desde Profim llaman a tener muy presente cuál es el perfil de riesgo propio. Josep Soler, presidente de EFPA Europa, explica que el «riesgo» en estos casos es «asumir que tu inversión tiene capacidad de perder valor». No obstante, «el riesgo que un inversor está dispuesto a asumir también se adapta al momento del mercado en el que nos encontramos» asegura Ángel Martínez-Aldama, director del Observatorio Inverco. En su visión, la crisis económica fomentó que gran parte de los ahorradores se definieran como inversores conservadores y, hasta el momento, los productos ofrecidos por las entidades fomentaban ese contexto más cauto. Nadie conoce mejor el perfil de un inversor que él mismo, pero cada vez son más los ahorradores que se están replanteando si estarían dispuestos a asumir algo más de volatilidad en sus carteras con tal de conseguir algo de rentabilidad. «Por primera vez en ocho años hay que hacerse estas preguntas», reconoce Martínez-Aldama.
Por dónde empezar
Una vez tengamos estos puntos asumidos, y si aún así estamos convencidos de que los fondos de inversión son el vehículo que mejor se adapta a nuestras necesidades, es momento de determinar qué tipo es el más adecuado para dar el primer paso. Paolo Mezza, socio de Arcano Family Office, apunta que hay que ser realistas con nuestras expectativas de retorno. En su opinión, quizás en una primera incursión sea mejor optar por un fondo que, si bien no ha traído grandes retornos, tampoco haya dado grandes sustos.
Diversificar. La diversificación es otro de los conceptos que comenzarán a sonar con frecuencia cuando se da ese primer paso hacia los fondos de inversión. «No hay que complicarse», explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar. El consenso de los expertos apunta que, pese a que lo ideal sería formar en un futuro una cartera de varios fondos, en un primer momento es mejor optar por un fondo diversificado en sí. «Podemos correr el riesgo de tener diez fondos del mismo tipo», señala Luque.
Track Record. Las rentabilidades pasadas nunca son garantía del potencial futuro, pero a falta de una bola de cristal bursátil, el «track record» de un fondo es el referente para medir la calidad de un equipo gestor. Aún así, Paolo Mezza llama a ser cautos con el legado de un fondo de inversión. Los últimos tres años han sido muy positivos para productos de renta fija, tradicionalmente menos volátil que aquellos expuestos a renta variable, pero el escenario que se avecina no es tan propicio para este tipo de inversiones. Por ello, además de recomendar fondos flexibles, que por su estrategia tengan más libertad para adaptarse a un entorno de mercado distinto, también recomienda analizar el rendimiento de fondos que lleven en marcha desde antes de la crisis para así tener una idea clara de cómo responden a situaciones de máxima adversidad.
«Lo ideal es buscar gestores expertos, que tengan un buen 'track record' a ser posible, y que realicen un control exhaustivo del riesgo y de la preservación del patrimonio», asegura Llorente. «Jamás seleccione un fondo solo en base a rentabilidades pasadas o porque sea un producto 'de moda'», recalca José María Luna.
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