Maquiavelo en la zona euro
PRINCETON - Nicolás Maquiavelo está en tendencia. Más de 500 años después de escribir su famoso tratado El Príncipe , Maquiavelo ha resurgido como uno de los pensadores políticos más populares de Europa. Y, de hecho, su libro - uno de los primeros políticos "cómo" manuales - tiene algunos consejos útiles para la política económica en un momento en que se enfrentan a retos extraordinariamente confusas.
Las autoridades monetarias han recurrido a Maquiavelo para ayudarles a entender el enfoque político de presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Nuevo ministro de Economía de Francia, Emmanuel Macron, es probable que tenga las ideas de Maquiavelo - en que escribió su tesis de maestría - para ayudar a dar forma a su plan de modernización de la economía de su país. Un influyente Moscú think tank llamado Nicolás M. asesora al Kremlin sobre las políticas como las tecnologías de comunicación militares ofensivas y la guerra híbrida.
Pero Maquiavelo es poco conocido. El capítulo más famoso de El Príncipe , capítulo XVIII , lo que explica las circunstancias en las que está permitido - y hasta deseable - para los gobernantes de romper promesas, parece alegar que los gobernantes más exitosas piensan "poco acerca de cómo mantener la fe" y saber "cómo astucia para manipular las mentes de los hombres ". El capítulo ha sido ampliamente interpretado como que los líderes deben estar tan a menudo como sea posible.
Mensaje de Maquiavelo, sin embargo, era más compleja. Con un análisis experto de las implicaciones más amplias de engaño y "girar" la verdad, se demuestra que la manipulación puede funcionar sólo si el gobernante puede fingir convincentemente que no debe participar en ella. En pocas palabras, los líderes deben cultivar una reputación de ser confiable y sincera - una lección que el presidente ruso, Vladimir Putin claramente nunca tomó a bordo.
La política democrática y la formulación de políticas modernas se basan en promesas. Los partidos políticos y los candidatos utilizan promesas para atraer a los votantes, y luego para ganar apoyo a las políticas. La gente no responderán a las promesas inverosímiles, sobre todo si los políticos que hacen que parezcan poco fiables.
Una variación de este dilema surge en la política monetaria. En la jerga de los tecnócratas monetarios modernos, la cuestión es cómo "anclar las expectativas." Orientación hacia adelante (una promesa acerca de los tipos de interés futuros) no es efectiva cuando las autoridades tienen que admitir que las circunstancias pueden obligarlos a cambiar de opinión - y sus políticas - sin previo aviso.
Maquiavelo vio la necesidad de la aparición de la coherencia, con funcionarios de la proyección de las virtudes que se apoyaría esa imagen, creando así una base sólida para políticas efectivas. "Para los que ven y lo oído, el gobernante debe aparecer ser toda misericordia, toda fidelidad, toda integridad, toda la humanidad y toda religión. . Y no hay nada más necesario que a parecen poseer esta última cualidad "En otras palabras, los políticos nunca deben parecen - mucho menos que decir - que no creen en nada.
Sin embargo, la política moderna tiende a comenzar con el pragmatismo y proceder a promesas incumplidas. Europa gusta el estilo como una construcción posmoderna, pero una de las características de la posmodernidad es la reducción de la vida política de la reproducción de las narrativas cosméticamente cargadas o la convocatoria de constante cambio de grupos focales.
La maleabilidad de la política posmoderna está en marcado contraste con la firmeza que prevaleció bajo Winston Churchill, Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, Alcide de Gasperi, e incluso Jacques Delors. La percepción de que las convicciones fundamentales guían estos líderes es lo que les permitió participar en el engaño político eficaz.
Por supuesto, la política de convicción no pueden prosperar sólo en las palabras. La única manera de ser consistente y profundamente maquiavélico es tomar medidas para construir y mantener la reputación derecha.
Esta lección podría ser clave para que los líderes europeos de hoy, en un momento en que muchos están buscando a tientas un sentido de lo que significa ser europeo realmente significa. La idea de que, en su núcleo, Europa debe centrarse en algo tan mundano como ajustar las reglas fiscales parece decepcionante, por decir lo menos - especialmente en lo que el continente se enfrenta a una crisis humanitaria intensificando, provocada por la afluencia de refugiados de los países devastados por la guerra como Libia y Siria.
Con el Estado Islámico amenaza con conducir a un número cada vez mayor de esos refugiados a Europa y la crisis en Ucrania probable que añadir a la marea humana, los europeos están sintiendo la presión de pensar más allá de los desafíos fiscales que enfrentan. Esa presión es aún más intensa, ya que los países más afectados por este problema humanitario - Grecia, Italia y España - también incurrieron en la mayoría de los daños de la crisis financiera.
Es hora de que los líderes europeos a que intensifiquen, que muestra el tipo de convicción que Maquiavelo habría promovido, para poner fin a la crisis humanitaria. Primero, deben aliviar el sufrimiento de los refugiados mediante la inclusión o integración de una manera constructiva. Tal esfuerzo exigiría inyecciones financieros sustanciales a los países en la primera línea de la crisis. Si se maneja correctamente, los refugiados podrían convertirse en una fuente muy necesaria de dinamismo de las economías débiles y una solución al problema del envejecimiento de la población.
Al mismo tiempo, los líderes europeos deben trabajar para frenar la afluencia de refugiados, mediante el desarrollo de un programa político para poner fin a la violencia que está impulsando las personas desesperadas por millones a las fronteras de sus países. Europa no puede permitirse el lujo de ser una isla de relativa estabilidad en un mar de caos.
Probablemente la mejor manera de hacer Europa creíble es replantear una posición que es realmente audaz, que tanto avanza sus intereses y defiende sus valores más profundos. Metáfora de Maquiavelo para el misterio de la conducta política efectiva proporciona una plantilla potente. Europa tiene que ser a la vez un zorro y un león.
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