El mercado se ha cebado con Santander en 2015, una actitud que se ha agravado en las últimas semanas con la caída general de la bolsa. Todo el mundo baja, pero en Santander baja más. Desde su último pico el 10 de agosto en 6,306 euros, el valor se ha desplomado el 15,79%, con lo que su pérdida en lo que va de 2015 alcanza ya el 24,11%. Se trata de un castigo mucho mayor que el del resto de la banca. Para que se hagan una idea, su eterno rival, BBVA, todavía acumula una ganancia del 3% pese al desplome del mercado.
Esta fuerte caída ha reducido notablemente su valoración hasta 0,83 veces su valor en libros, cuando el citado BBVA todavía cotiza por encima de una vez dicho valor contable. Pero es que Bankia y Caixabank también tienen valoraciones mejores que las del banco que preside Ana Botín. Y aunque hay analistas que opinan que una valoración tan baja es una oportunidad de compra, otros replican que por algo habrá caído a esos niveles.
Ese algo es, según la versión oficial de todos los expertos, su exposición a Brasil, claro. Este país supone el 20% del beneficio de la entidad y la caída del real le puede hacer un siete en sus cuentas de este año por el tipo de cambio. Y lo que es más grave: la recesión en que se está metiendo su economía -de la que alertaba recientemente Moody's- puede mermar muchísimo los ingresos procedentes de Brasil, antes del tipo de cambio. No hay que olvidar que la crisis española redujo drásticamente la aportación de nuestro país a sus cuentas a sólo un 11%. Y a eso hay que sumar otros países latinoamericanos también con un peso importante en el beneficio: México aporta el 7% y Chile, el 5%.
Ahora bien, BBVA tiene todavía más exposición a los emergentes: el 38% proviene de México, el 17% del resto de América del Sur y el 6,3% de Turquía, cuya divisa, la lira, es una de las más castigadas en la actual crisis de estos países. Y los bancos con valoraciones más altas que el Santander tienen muchísima menos diversificación geográfica para aguantar este tipo de shocks (España supone la práctica totalidad de su beneficio) y un tamaño muy inferior.
Por tanto, hay algo más que no gusta al mercado del Santander. Y algunos analistas señalan el motivo, aunque piden anonimato: la Cuenta 1, 2, 3. Ya saben, el producto que Botín ha importado de Reino Unido, donde ha tenido un gran éxito, con la intención de romper el mercado español con una altísima rentabilidad (el 3%) en una cuenta corriente en un momento en que la competencia no paga prácticamente nada, ni siquiera por los depósitos a plazo.
Cuenta 1, 2, 3: mucho coste para poco beneficio
¿Y cuál es el problema de la Cuenta 1, 2, 3? Estas fuentes señalan que al mercado no le gustan dos cosas. La primera es que es un producto muy caro: ese extratipo le va a salir por unos 500 millones, como adelantó El Confidencial;y eso contando sólo a los clientes actuales que se pasen al 'universo 1, 2, 3', no a los que vengan de fuera. La prueba de que es muy costosa es que ningún competidor ha contraatacado con productos similares. Y se trata de una cifra muy importante en el peor momento, justamente cuando la cuenta de resultados está sufriendo por culpa de los emergentes, como hemos dicho, algo que se suma a la caída de márgenes que ya registraba en España.
Aunque no hay cifras oficiales, se comenta que ni atrae cifras relevantes de clientes de la competencia, ni vende más productos a los clientes que se cambian
La segunda es que no está consiguiendo sus objetivos. Aunque no hay cifras oficiales, en el mercado se comenta que ni está atrayendo cifras relevantes de clientes de otros competidores, ni está vendiendo más productos a los clientes que se pasan a la 1, 2, 3, que es la forma de conseguir beneficios con esta estrategia (la famosa "vinculación"). Por tanto, tenemos un coste muy alto para un beneficio muy pequeño. Y eso es lo que no convence a los inversores.
En el banco sostienen que se trata de una estrategia a largo plazo y que dará sus frutos, así que no va a perder dinero con ella. Y respecto a las captaciones de clientes, recuerda que consiguió 50.000 en Cataluña con la Cuenta Superrendibilitat que lanzó para adelantarse a la toma de control de CatalunyaBanc por BBVA. Una cifra que no ha cambiado el statu quo en esa comunidad, pero que le ha permitido ganar 1,5 puntos de cuota en un mercado tan competitivo como el bancario.
En todo caso, el mercado necesita ver cifras para creérselo. Y hasta que el Santander no se las ofrezca, no parece que vaya a aflojar su presión sobre el valor en bolsa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario