La intervención de Pablo Iglesias dejando la puerta abierta a listas conjuntas negociadas desde el ámbito provincial y autonómico ante las próximas generales en las comunidades históricas, entre las que el líder de Podemos curiosamente nunca menciona a Andalucía, será un impulso para candidaturas conjuntas en las provincias andaluzas. Así al menos lo considera la dirección regional de IU, que ha admitido que hay conversaciones abiertas entre los dirigentes provinciales que marchan “bastante bien”.
Andalucía es un territorio clave en la composición del próximo Congreso de los Diputados y tiene en su mano 60 de los escaños de la Cámara baja. Cuando las encuestas advierten de una caída del voto de los llamados partidos emergentes, IU se empeña en tejer alianzas de unidad popular que ya avanzan en Cataluña, Galicia o Valencia. “No descartamos también acuerdos puntuales en Andalucía”, asegura el coordinador regional de IULV-CA, Antonio Maíllo, que entiende que las próximas tres semanas y el resultado de Cataluña serán “determinantes”. El resultado que obtenga la candidatura de Podemos, ICV y EUiA ante los comicios catalanes del 27-S, unidos en Catalunya sí que es Pot será definitivo para cerrar acuerdos en Andalucía. “Será un septiembre intenso”, advirtió Maíllo.
IU, que tras la ruptura del pacto de Gobierno en Andalucía con el PSOE cayó a los cinco diputados autonómicos, sabe de su debilidad electoral y trabaja en espacios de acuerdos que ya funcionaron en las pasadas municipales desde la candidatura Ahora en Común. Hasta ahora esa mano tendida a Podemos ha sido rechazada por la dirigente andaluza Teresa Rodríguez. El pasado julio, el líder regional de IU aseguró que existían conversaciones abiertas con la secretaria general de Podemos para presentar iniciativas conjuntas en el Parlamento andaluz, donde el partido de Iglesias tiene 15 diputados, y Rodríguez negó rauda esa posible confluencia. Los portazos de Podemos se han repetido en los últimos meses, pero IU insiste en que hay un giro en la estrategia de Iglesias. Las conversaciones abiertas en las distintas provincias dan cuenta de ello, según la cúpula de IU, que asegura que el mes de agosto se han abierto conversaciones que están en marcha y abren nuevos caminos.
Maíllo se cuidó mucho de volver a hablar de su relación con la líder de Podemos en Andalucía, exmilitante de Izquierda Anticapitalista dentro de IU, y aseguró que la formación de candidaturas de unidad popular “no saldrá de una entrevista entre Teresa Rodríguez y yo”. La confluencia electoral en marcha, advirtió, se está tejiendo “desde abajo” con “sinceridad, honestidad en los debates y transparencia”. “A partir de ahí todo lo demás vendrá dado de una forma muy lógica, señaló el coordinador regional, uno de los principales avalistas de las tesis de confluencia impulsadas por Alberto Garzón en IU. Los sondeos más optimistas atribuyen a IU unos dos diputados nacionales desde Andalucía e indican también una caída de Podemos respecto a encuestas de meses anteriores. La confluencia podría salvar los muebles en Andalucía y arrojar mejores resultados, según IU. “Este país se cambia como mínimo con 100 diputados en el Congreso”, advirtió Maíllo, convencido de “una nueva etapa política” y de la importancia de unir fuerzas ante las próximas generales.
Las conversaciones de IU con otras plataformas ciudadanas funcionaron en las municipales y si Podemos rechaza la confluencia perderá fuerza y quedará aislada en muchas provincias, según la lectura interna de la federación de Cayo Lara. Andalucía, bastión del PSOE y donde el PP recibe señales de alarma respecto a los resultados de las pasadas generales, se puede convertir a juicio de IU en un territorio clave.
Iglesias dio ayer un giro en su estrategia y habla ahora de alianzas territoriales para las generales. A pesar de que aún no detalla en qué lugares y qué actores políticos y sociales se incluyen en las nuevas negociaciones -hasta ahora los conocidos son Galicia, Cataluña, Valencia y Baleares-, desde Podemos sí avanzan que habrá acuerdos locales, provinciales y autonómicos, y se harán de forma descentralizada dependiendo de las necesidades de cada lugar. Fuentes del partido explican a este diario que las conversaciones “todavía están muy verdes”. El portazo a la confluencia con IU o Ahora en Común podría convertirse en puerta abierta en Andalucía sí las bases presionan para la confluencia electoral. Un frente que están convencidos que haría daño al PSOE de Pedro Sánchez en uno de sus principales graneros electorales.
Receptividad de Alberto Garzón
Desde Madrid, el propio Garzón ya saludó este lunes con "optimismo" el giro de Iglesias. El candidato a La Moncloa siempre mantuvo que al final Podemos se avendría a razones, que aceptaría el pacto. Pero lo que no ha conseguido aún es que el líder del partido morado hable de un acuerdo estatal con IU, como la federación desea. De hecho, de no cuajar esa entente nacional, fuentes oficiales de la formación de Lara ven con dificultades que se puedan cumplir los planes de Podemos respecto a la constitución de grupos territoriales en el Congreso.
La dirección de IU se apoya en la letra del Reglamento de la Cámara baja y, en concreto, en su artículo 23. Este estipula las dos vías para poder conformar un grupo: que se sumen 15 diputados o que parlamentarios de distintos partidos reúnan cinco escaños y, "al menos, el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura o el 5% de los emitidos en el conjunto de la nación". "En ningún caso -prescribe el mismo artículo 23- pueden constituir grupo parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido. Tampoco podrán formar grupo parlamentario separado los diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado". Si no se dan estas condiciones, no queda más remedio que engrosar el Grupo Mixto.
Es decir, que para que la franquicia catalana de Podemos (con ICV y EUiA) pueda constituirse en un grupo separado, la coalición deberá superar el 15% de los votos en cada una de las cuatro provincias de la comunidad. Lo mismo ocurriría en Galicia con las mareas o en Valencia con Compromís. Además, el Reglamento del Congreso exige que para montar un grupo diputados de distintos partidos estos hayan tenido que rivalizar en los comicios. Esa redacción tan rígida, explican en IU, trata de impedir que haya distintos grupos (y distintos portavoces) de un mismo partido dentro de la Cámara, ralentizando el ritmo de los debates y drenando más recursos.
Para que la franquicia catalana de Podemos pueda constituirse en grupo propio, deberá superar el 15% de los votos en las cuatro provincias de la comunidad
Desde la dirección de IU se recuerda, además, que los dos grandes, PP y PSOE, han solido aplicar las normas internas del Parlamento de forma estricta. En la legislatura 2008-2011, IU-ICV obtuvo un 3,77% y dos escaños. Para poder disponer de grupo, se unió a los tres parlamentarios de ERC. Pero con su 1,16% la suma era un 4,93% de los sufragios, así que para sobrepasar la barrera del 5% las tres formaciones tuvieron que recibir el préstamo temporal de los dos diputados del BNG, que una vez constituido el grupo se marcharon al Mixto. En este caso, por ejemplo, IU e ICV habían confrontado en las urnas en Cataluña con ERC y en Galicia con el BNG. Se cumplían, por tanto, los requisitos del citado artículo 23.
En 2011, Amaiur, pese a que consiguió 7 diputados, no pudo constituirse en grupo propio, porque aunque superó el 15% en los tres territorios históricos del País Vasco, se quedó con el 14,86% en Navarra. El PP se agarró a esas escasas décimas para vetar su grupo. En cambio, UPyD sí logró grupo: obtuvo cinco actas, pero el 4,7% de las papeletas. En ese caso, no importaron esas tres décimas de menos para facilitar una voz propia a Rosa Díez.
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