Amancio Ortega ha dado la puntada definitiva a la reorganización societaria de su imperio. La mayor fortuna de España -y casi del mundo- ha decidido simplificar la cadena de control de Inditex, el gigante de la moda dueño de Zara, y conceder todo el poder sobre la compañía a la entidad Pontegadea Inversiones.
Con este objetivo, el martes de la semana pasada, el empresario aprobó la fusión por absorción de esta sociedad con Gartler, instrumental a través de la cual controla el 50,01% de Inditex, participación que a partir de ahora pasará a ostentar, de manera directa, Pontegadea Inversiones, y cuyo valor de mercado supera los 52.000 millones de euros.
La cabecera del 'holding' de Ortega ya estaba detrás de este paquete de acciones de manera indirecta, debido a que Pontegadea inversiones posee el 91,13% de Gartler. El otro 8,87% está en manos de Pontegadea Inmobiliaria, sociedad a través de la cual el empresario ha construido un vasto imperio inmobiliario y cuyo accionista único también es Pontegadea Inversiones.
Por tanto, con la decisión de absorber Gartler, todo el emporio cosido a partir del éxito de Zara quedará albergado bajo el paraguas de Pontegadea Inversiones, con la única excepción de Partler 2006, sociedad que posee otro 9,284% de Inditex.
No obstante, esta empresa también está en pleno proceso de simplificación de su estructura, tras haber aprobado, el pasado julio, la absorción de su brazo inmobiliario, Partler 2006 Desarrollos Inmobiliarios, firma constituida hace seis años para aprovechar las oportunidades de inversión en medio de la crisis.
Además, el hombre al que Ortega ha confiado las riendas de su fortuna personal, José Arnau Sierra, está pilotando también el proceso de reorganización de Partler, como queda subrayado con el hecho de que, a principios de este año, asumiera la administración única de la filial inmobiliaria.
Organizar la mayor herencia de España
Con todos estos movimientos, Amancio Ortega da otro paso adelante en su objetivo de dejar atada, y bien atada, su herencia. Una fortuna que se repartirán sus tres hijos, Sandra y Marcos, fruto de su primer matrimonio con la fallecida Rosalía Mera, y Marta, única hija de su unión con Flora Pérez.
El empresario, que el próximo mes de marzo cumplirá 80 años, siempre ha sido un convencido de que el mercado de valores es el destino perfecto para su fortuna personal, ya que permitirá a sus herederes tener siempre un térmometro sobre el valor de su patrimonio.
Este fue uno de los motivos que le empujaron a sacar a bolsa Inditex, hace 14 años, y también una de las razones que le han llevado a plantearse la conversión dePontegadea Inmobiliaria en socimi, figura que además cuenta con la ventaja de estar exenta del impuesto de sociedades, ya que toda la tributación se centra en los dividendos.
Precisamente, la retribución al accionista es la gasolina que enciende el motor del bólido en el que se ha convertido Pontegadea. Amancio Ortega percibirá este año casi 1.000 millones en dividendos de Inditex, dinero que irá a parar a las arcas del 'holding' familiar, con la vista puesta en reinvertirlo mayoritariamente en inmuebles, lo que permitará seguir engordando la cartera de Pontegadea Inmobiliaria.
La valoración oficial de esta filial supera ya los 4.000 millones de euros y, tras hacerse con algunos de los mejores edificios de España, como Torre Picasso, está inmersa en un ambicioso plan de expansión internacional, con especial foco en Reino Unido y Estados Unidos. Un vasto imperio que Ortega ha decidido simplificar societariamente.
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