Realidad o mito: ¿Sólo usamos el 10% de nuestro cerebro?
El desconocimiento y complejidad que rodea a este órgano permite especular sobre sus inimaginables capacidades
Ciencia Big Vang | 24/10/2015 - 09:00h
El cerebro humano, el órgano más complejo y desconocido GYI
El principio que sustenta esta creencia nace de su propia complejidad. El desconocimiento que rodea el cerebro permite especular sobre sus inimaginables capacidades. Y por eso que William James fuera uno de los primeros en apuntar a que el ser humano sólo usa una pequeña parte de su potencial intelectual. El padre de la psicología en Estados Unidos posibilitó que tanto la literatura como el mundo audiovisual aprovecharan el concepto para tergiversarlo y llevarlo al extremo. Hay quien hasta se atreve a flirtear con ideas como la telequinesia o la precognición.
La realidad, sin embargo, está muy alejada de esta premisa. Pese a que, en un principio, la neurociencia consideraba que había una gran parte de la corteza cerebral que permanecía “silenciosa”, hoy en día se ha comprendido que todas las zonas cerebrales juegan un papel clave en las funciones motrices, emocionales, sensoriales o racionales de un ser humano.
Jordi Pascual, neurólogo clínico del Hospital del Mar, ha desmentido -consultado por La Vanguardia- la premisa de que los seres humanos sólo usamos el 10% de nuestras capacidades cerebralers. Y es más, Pascual recalca que “no se puede medir” el porcentaje de uso del cerebro. Afirmar lo contrario, asegura, “no tiene base científica”.
“Hay veces que, en una cirugía, sacando parte del lóbulo frontal, las funciones del lenguaje, gestionadas por el hemisferio derecho, no se ven afectadas. Esto ocurre -según narra el neurólogo- porque el lóbulo frontal controla áreas como el pensamiento u otros aspectos psicológicos”. Pascual recuerda que “cuando se producen lesiones importantes, puede que no dejen secuelas invalidantes, pero, psíquicamente, seguro que hay alteraciones”. A diferencia de lo que a principios del siglo pasado se creía, no existen zonas del cerebro donde una lesión no acarree ninguna secuela.
Hay otros indicios que ayudan a desmentir este axioma. El cerebro humano trabaja a 15 watios de potencia. Un cerebro adulto únicamente consume en un día entre 250 y 300 kilocalorías, lo que supone una potencia de cerca de 15 watios para un cerebro adulto medio de unos 1.300-1.400 gramos. Además, el 20% de las necesidades de oxígeno y de calorías de nuestro cuerpo provienen del cerebro, pese al hecho de que éste únicamente supone (de media) un 2% de la masa corporal. Bajo el punto de vista evolutivo, es imposible que el cerebro desperdicie energía en mantener activo un 90% de su masa sin utilizarla.
Los científicos aclaran por todo ello que los seres humanos usan todo el cerebro. Lo que aún queda por determinar es, en cambio, por qué los hay que desperdician su potencial o por qué hay quien decide utilizarlo para llenar el de otros con ocupaciones de dudosa funcionalidad.
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