Otín:"Si el hombre tiene 14 días de Felicidad en toda su vida, para mí este es uno de ellos"
El catedrático imparte una lección magistral durante su investidura como doctor honoris causa en Zaragoza // Repasa desde sus principales hallazgos a sus referencias culturales y artísticas
JUEVES 03 DE DICIEMBRE DE 2015
Un viaje al centro de la vida en la era genómica. Ese es el título de la conferencia que ha ofrecido el profesor e investigador Carlos López-Otín tras su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza. En una intervención de una hora, sin papeles, y plagada de referencias a grandes científicos, literatos y artistas, ha ido desgranando los avances en el laboratorio en distintas líneas hasta llegar a los trabajos relacionados con el envejecimiento y la secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica. El catedrático, natural de Sabiñánigo (Huesca), ha repasado su trayectoria profesional desde su etapa de estudiante en Zaragoza hasta los últimos hallazgos de su equipo de investigación en Oviedo. Ha tenido momentos más reflexivos y otros más espontáneos, como cuando se ha referido a su propio proceso de envejecimiento y su ilusión para ver de nuevo el paso del cometa Halley, en el año 2062. "Entonces tendré 105 años, que son los que tiene hoy en día mi tía", ha bromeado. Incluso ha aludido a una escena concreta de la película Blade Runner.
Este reconocimiento ha supuesto para Otín una gran satisfacción personal y profesional. Hasta el punto de que ha señalado que "si un hombre tiene 14 días de felicidad en su vida, para mí este es uno de ellos". Esa felicidad ha sido compartida con multitud de compañeros. El acto ha estado presidido por el rector de la Universidad Zaragoza, Manuel López Pérez, y han ejercido como padrinos Carlos Gómez-Moreno Calera y Miguel Pocoví Mieras, catedráticos de Bioquímica de la institución. También ha estado arropado por el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, y por la vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia Internacional, Paz Suárez Rendueles, además de numerosos profesores e investigadores de la institución académica asturiana y miembros de su equipo.
López-Otín ha hablado de genómica social y de la necesidad de "sembrar semillas de ciencia", porque "hoy la ciencia se escribe en plural", dijo. El nuevo honoris causa de Zaragoza ha tenido un reconocimiento explícito a todos sus discípulos y a los jóvenes de su equipo que se encuentran al inicio de su carrera, a quienes dio las gracias "por renovar cada mañana mi armonía molecular con vuestra emoción por descubrir".
Sus impresiones
"La ciencia mira hacia el futuro y lo mejor siempre está por venir", ha declarado en un encuentro con los medios previo a la ceremonia. Ha dicho sentirse "muy orgulloso" de haber descifrado centenares de genomas de tumores, cuando hace unos años "no se había podido secuenciar el genoma de ningún español, hoy ya se ha hecho en centenares de personas con cáncer y otras enfermedades". Entre los logros ha mencionado el descubrimiento de las causas de algunas enfermedades hereditarias, para las que también se han diseñado tratamientos, así como el hallazgo de más de 60 nuevos genes humanos. También habló de su participación en el descifrado de genomas de gran interés para la medicina y la evolución humana como los del chimpancé o el orangután, hasta los ratones de laboratorio, pasando por las ballenas boreales, que "tienen grandes claves de longevidad y la resistencia a enfermedades". Estos animales "viven más de 200 años, no tienen tumores ni enfermedades degenerativas", ha explicado.
El profesor Carlos López-Otín ha recomendado que "la mejor tarea" como científico investigador es "madrugar y acudir a la literatura científica que se ha generado esa misma noche, para ver todo lo que no has sido capaz de hacer tú". Además, este ejercicio "es el mejor antídoto contra la vanidad personal y para ver todo lo que queda por resolver", ha afirmado.
En alusión a los retos pendientes ha apuntado que "hay muchas enfermedades que a todos nos rodean y sin embargo no sabemos cómo afrontarlas". Al respecto ha indicado que "estamos progresando muy rápidamente en el conocimiento y más lentamente en la aplicación del mismo, por eso el objetivo es "recortar esa separación", que actualmente es "amplia y profunda".
Años difíciles
Tampoco eludió hablar de los profundos recortes registrados en ciencia e investigación en los últimos años, como consecuencia de la crisis económica. López-Otín ha bromeado citando a su poeta favorito, César Vallejo, y ha comentado que "hoy vengo hablar de la esperanza". Sin embargo, sí que ha manifestado que "han sido años muy difíciles, para todos, y especialmente, para los jóvenes". Ha reconocido que los laboratorios consolidados tienen "más flexibilidad" para explorar otros territorios, pero lo que le preocupa "es que las nuevas generaciones de estudiantes, que son los que nos sucederán en poco tiempo, no tengan su oportunidad de desarrollar sus ideas". Ha explicado que él, a los 28 años, ya tenía su propio laboratorio, lo que le ofreció "un recorrido para equivocarme muchas veces". Por este motivo, ha confiado en que "haya esta oportunidad para muchos", porque es la "única manera" de avanzar: "apostar por el conocimiento y por la cultura en general, no distingo entre ciencia y letras".
A pesar de las dificultades, ha dicho que nunca le ha atraído la idea de abandonar la Universidad de Oviedo para irse al extranjero a continuar su labor de investigación. "Cuando ves que las cosas se ponen muy difíciles, que la propia universidad tiene grandísimos problemas para subsistir, y que la ciencia progresa a una velocidad vertiginosa en todos los lugares con los que tratamos de igualarnos, hay fuertes tentaciones", pero "yo carezco de algunas ambiciones", por ejemplo la económica, y eso hace que sea casi imposible que "me mueva", ha garantizado. Igualmente, ha ratificado que le gusta la vida tranquila y no desearía tener que "parecer inteligente todos los días, ni el número uno; me gusta el contacto con los alumnos cada día en laboratorio y en las aulas".
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