Mercados: Los desafíos que vienen por delante
Rahul Chadha
El nuevo año empieza con importantes
desafíos que han puesto en alerta a la comunidad inversora
internacional. Son varios los factores que han generado inquietud
durante el primer mes de este ejercicio y conviene hacer un análisis
realista de su alcance
El nuevo año empieza con importantes desafíos que han puesto
en alerta a la comunidad inversora internacional. Son varios los
factores que han generado inquietud durante el primer mes de este
ejercicio y conviene hacer un análisis realista de su alcance para saber
cómo actuar en situaciones como la actual.
Unas divisas emergentes más débiles, precios del petróleo bajos y una serie de cuestiones geopolíticas han terminado causando lo que muchos expertos ya habían vaticinado: recortes en las previsiones de crecimiento de los países emergentes. Por si esto fuera poco, los últimos acontecimientos en China han incrementado la volatilidad en todo el mundo, pero especialmente en Asia. La mayor parte de la región terminó el año en rojo. Incluso los mercados favoritos del año, como India y Filipinas, han decepcionado.
En este contexto, las perspectivas económicas para 2016 parecen algo mejores que las de 2015. Sin embargo, creemos que el mundo mantendrá un ritmo de crecimiento más pausado durante un periodo de tiempo más largo del esperado. ¿Por qué? Fundamentalmente por tres motivos: una cierta sobrecapacidad en la industria a nivel mundial, un fuerte descenso en el comercio global y el desplome en los precios de las materias primas.
Por todo ello, el inversor debe estar especialmente vigilante en 2016. Debe mantener la calma y seguir de cerca una serie de cuestiones clave de esa transición económica global que estamos viviendo, como los tipos de interés en Estados Unidos, la evolución del precio del petróleo, el crecimiento chino y la composición del comercio mundial. Además, creemos que será importante seguir de cerca el sentimiento de mercado. Un indicador que consideramos que se está dejando llevar por el precio del petróleo. Mientras un crudo barato potencia el crecimiento global, beneficiando a las economías asiáticas más importadoras, también afecta a la posición fiscal de muchos emergentes.
¿Y China? La verdad es que la vemos como una economía a dos velocidades. En Mirae Asset nos gusta hablar de la «China buena» (Good China) y la «China mala» (Bad China). La China buena es ese segmento de negocios de baja penetración, menos intensivos en capital y con unas ventajas competitivas sostenibles. Se trata de compañías que se benefician de una economía de consumo que se mantiene fuerte y vibrante. Desde el punto de vista de Mirae Asset, las temáticas clave que siguen siendo interesantes son: Internet, e-commerce, sanidad, seguros, turismo, tecnología medioambiental y servicios.
La «China mala» engloba a aquellas compañías de alta penetración, intensivas en capital, con barreras de entrada bajas y un alto nivel de competencia que debilita los precios. Encontramos aquí sectores como el acero, el cemento, bancos o bienes de capital.
Lo que tienen que preguntarse es si la China mala terminará minando a la China buena. En Mirae Asset estamos siguiendo todos los indicadores de alerta, como el crecimiento salarial y el desempleo. No obstante, creemos que el Gobierno utilizará las herramientas a su alcance para mantener los objetivos de crecimiento.
Por otro lado, y a pesar de su comportamiento en el último año, creemos que India está bien posicionada como la bolsa más atractiva de los mercados globales. Se han hecho avances en los diferentes estados y están compitiendo entre ellos para atraer inversiones. Esto ha llevado a un incremento del 52 por ciento en la inversión directa durante los nueve primeros meses de 2015. Creemos que una mejora del sueldo de los funcionarios podría impulsar el consumo. Además, el Gobierno ha hecho un gran progreso en términos de inclusión financiera (bancarización de la población).
En definitiva, creemos que Asia presenta las mejores oportunidades a medio plazo. Aunque se pueden encontrar perspectivas de crecimiento en todas las regiones, las dudas sobre la financiación de la deuda y el ruido geopolítico en Latinoamérica y EEMEA (Europa del Este, Oriente Medio y África) nos llevan a esta conclusión. En particular, nos gustan compañías del área de consumo, sanidad y tecnología.
Enero de 2016 ha puesto sobre la mesa los desafíos a los que tendremos que hacer frente a lo largo del año, pero no olvidemos el significado del número seis en la cultura china: una fluidez que tradicionalmente se asocia a la fortuna.
Rahul Chadha, co-director de inversiones de Mirae Asset Global Investments
Unas divisas emergentes más débiles, precios del petróleo bajos y una serie de cuestiones geopolíticas han terminado causando lo que muchos expertos ya habían vaticinado: recortes en las previsiones de crecimiento de los países emergentes. Por si esto fuera poco, los últimos acontecimientos en China han incrementado la volatilidad en todo el mundo, pero especialmente en Asia. La mayor parte de la región terminó el año en rojo. Incluso los mercados favoritos del año, como India y Filipinas, han decepcionado.
En este contexto, las perspectivas económicas para 2016 parecen algo mejores que las de 2015. Sin embargo, creemos que el mundo mantendrá un ritmo de crecimiento más pausado durante un periodo de tiempo más largo del esperado. ¿Por qué? Fundamentalmente por tres motivos: una cierta sobrecapacidad en la industria a nivel mundial, un fuerte descenso en el comercio global y el desplome en los precios de las materias primas.
Por todo ello, el inversor debe estar especialmente vigilante en 2016. Debe mantener la calma y seguir de cerca una serie de cuestiones clave de esa transición económica global que estamos viviendo, como los tipos de interés en Estados Unidos, la evolución del precio del petróleo, el crecimiento chino y la composición del comercio mundial. Además, creemos que será importante seguir de cerca el sentimiento de mercado. Un indicador que consideramos que se está dejando llevar por el precio del petróleo. Mientras un crudo barato potencia el crecimiento global, beneficiando a las economías asiáticas más importadoras, también afecta a la posición fiscal de muchos emergentes.
¿Y China? La verdad es que la vemos como una economía a dos velocidades. En Mirae Asset nos gusta hablar de la «China buena» (Good China) y la «China mala» (Bad China). La China buena es ese segmento de negocios de baja penetración, menos intensivos en capital y con unas ventajas competitivas sostenibles. Se trata de compañías que se benefician de una economía de consumo que se mantiene fuerte y vibrante. Desde el punto de vista de Mirae Asset, las temáticas clave que siguen siendo interesantes son: Internet, e-commerce, sanidad, seguros, turismo, tecnología medioambiental y servicios.
La «China mala» engloba a aquellas compañías de alta penetración, intensivas en capital, con barreras de entrada bajas y un alto nivel de competencia que debilita los precios. Encontramos aquí sectores como el acero, el cemento, bancos o bienes de capital.
Lo que tienen que preguntarse es si la China mala terminará minando a la China buena. En Mirae Asset estamos siguiendo todos los indicadores de alerta, como el crecimiento salarial y el desempleo. No obstante, creemos que el Gobierno utilizará las herramientas a su alcance para mantener los objetivos de crecimiento.
Por otro lado, y a pesar de su comportamiento en el último año, creemos que India está bien posicionada como la bolsa más atractiva de los mercados globales. Se han hecho avances en los diferentes estados y están compitiendo entre ellos para atraer inversiones. Esto ha llevado a un incremento del 52 por ciento en la inversión directa durante los nueve primeros meses de 2015. Creemos que una mejora del sueldo de los funcionarios podría impulsar el consumo. Además, el Gobierno ha hecho un gran progreso en términos de inclusión financiera (bancarización de la población).
En definitiva, creemos que Asia presenta las mejores oportunidades a medio plazo. Aunque se pueden encontrar perspectivas de crecimiento en todas las regiones, las dudas sobre la financiación de la deuda y el ruido geopolítico en Latinoamérica y EEMEA (Europa del Este, Oriente Medio y África) nos llevan a esta conclusión. En particular, nos gustan compañías del área de consumo, sanidad y tecnología.
Enero de 2016 ha puesto sobre la mesa los desafíos a los que tendremos que hacer frente a lo largo del año, pero no olvidemos el significado del número seis en la cultura china: una fluidez que tradicionalmente se asocia a la fortuna.
Rahul Chadha, co-director de inversiones de Mirae Asset Global Investments
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