El Ibex pierde un 13% en el año: ¿está justificada está sobreventa?
Cristina Casillas
El Ibex ha perdido casi un 13% en lo que va de año.
De hecho, hemos pasado de ver al índice en los 11.000 puntos, que
contemplaban los analistas, a coquetear con los 8.200 enteros, lo que ha
provocado que se tire de hemeroteca y ya hay ciertas voces que alertan
de la semejanza con enero de 2008 que dio paso a la crisis financieras
que azotó las economías en los últimos años y que obligó a tomar medidas
nunca vistas por los bancos centrales. Ahora, el escenario es más
complejo: China, petróleo, bancos centrales o emergentes son los
catalizadores que están provocando una sobreventa en los mercados. Pero
¿está justificada?
Natalia Aguirre, analista de Renta 4, cree que el mercado está exagerando la situación. "Es cierto que el mercado está descontando una recesión china y una estadounidense, pero los datos no lo confirman. China está cambiando el modelo productivo y la previsión de crecimiento es entorno al 6,5%, por lo que con estas cifras es imposible de hablar de recesión", señala la experta. Las dudas en este caso vienen del lado de las cifras, si son realmente ciertas.
En el caso de Estados Unidos, con una demanda fuerte, con casi pleno empleo, y que se favorecerá por los precios del crudo baratos. Esto provocaría que siguiera fuerte el consumo. En cuanto a los emergentes, Aguirre, señala que irá por zonas: "Brasil indudablemente lo pasará mal, pero tenemos a India que crece por encima del 7%". En cuanto al mundo desarrollado, en Europa descarta una nueva recesión, puesto que tiene dos catalizadores: por un lado el precio del crudo y, por otro, el BCE que presumiblemente tomará más medidas en marzo".
De igual opinión, es Felipe López-Gálvez, analista de SelfBank: "Con las tres principales economías del mundo con crecimientos positivos (China, EE.UU. y Eurozona), es improbable que la economía global entre en recesión. Descartamos esta posibilidad por el momento".
Sin embargo, como decíamos al principio, las voces que hablan de una nueva crisis se multiplican. En ese sentido, José Luis Martínez, estratega de Citi en España, asegura que "es una nueva crisis. Una crisis de confianza de duración e intensidad que por el momento no conocemos. O mejor dicho, son los bancos centrales los que pueden actuar para determinar esta intensidad y duración".
Aunque descarta Martínez que se trate de un escenario de recesión, aunque el desplome de los mercados sí que lo parezca. Y aunque no es la misma situación que hace ocho años si "sí es inquietante la semejanza en términos de sus consecuencias para los mercados: iliquidez, riesgos sistémicos y correlación entre mercados y activos", aclara Martínez
Por su parte, Joaquín Robles, analista de XTB, especifica "que si hacemos caso a la macro europea y americana, nos cuesta pensar que en un periodo de 9 a 16 meses se pueda truncar camino a una nueva recesión, ya que desde hace meses continúa en una tendencia progresiva. Sin embargo la creciente desaceleración en China y los emergentes podrían dañar la demanda y el crecimiento global"
"Un papel fundamental, que han servido para iniciar esta nueva tendencia bajista. A pesar de que fueron problemas con los que convivimos todo el pasado curso. A principios de este año se han convertido en protagonistas. La desaceleración china es una realidad, a los malos datos de balanza comercial, se le une el empeoramiento continuo de la producción industrial y del crecimiento. De hecho las instituciones chinas volvieron a rebajar por segundo año consecutivo su objetivo de crecimiento al 6.5%. Este descenso en el crecimiento del gigante asiático reduce la demanda global y tiene consecuencias directas en todas las economías", aclara Robles.
"El caso del petróleo su descenso tiene dos lecturas, por un lado los países consumidores se deberían beneficiar ya que abarata su proceso industrial, pero por otro lado está la lectura negativa. La energía tiene un peso muy importante en el cálculo del IPC y esta variable es clave para decir sobre las políticas monetarias. Un descenso de la inflación añade presión sobre los Bancos Centrales. La aparición de nuevos productores de petróleo y la previsible reducción de demanda nos hace pensar que el crudo continuara bajando", concluye el analista de XTB.
Catalizadores
Aguirre señala que estas últimas semanas ha generado un índice infravalorado. "Pensamos que estas caídas son para comprar". Y señala que es imposible que se repita la situación vivienda en años pasados porque hay varios catalizadores. "Por un lado los datos macro, que son buenos, por otro, la labor de los bancos centrales, puesto que como ya han adelantado tanto el BCE como el BoJ podrían acometer más medidas y, por último, los resultados empresariales". En Estados Unidos, por ejemplo, ya se habla de acometer menos subidas o ir más despacio.
En cuanto a si la Fed se ha precipitado en subir los tipos de interés. López-Gálvez aclara "que hay motivos para pensar que sí y otros parar pensar que se precipitó. En cualquier caso, pensamos que con la información que tenía disponible en diciembre, la decisión fue la correcta. Era hora de normalizar su política monetaria y reducir los riesgos que las políticas expansivas tienen: generación de burbujas y propensión de empresas y particulares a endeudarse atraídos por los bajos tipos de interés".
Los tipos llevaban desde 2008 en mínimos y el mercado laboral goza de muy buena salud. Desde diiembre, es cierto que las condiciones han empeorado y es posible que suban los tipos con menos alegría de la que estaba prevista. "Pensamos que la volatilidad que estamos sufriendo sería incluso más elevada si no hubiera subido tipos a finales de año", incide el experto de SelfBank..
Lo más positivo de la reunión de diciembre fue la unanimidad dentro del seno de la Resera Federal a la hora de subir tipos, lo que indicó que confiaban en que la economía estaba preparada para ello. También tranquilizó saber que el ritmo de subida será gradual, lo que establece una hoja de ruta para el futuro y elimina la incertidumbre que durante 2015 ha precedido a todas y cada una de las reuniones del organismo.
Natalia Aguirre, analista de Renta 4, cree que el mercado está exagerando la situación. "Es cierto que el mercado está descontando una recesión china y una estadounidense, pero los datos no lo confirman. China está cambiando el modelo productivo y la previsión de crecimiento es entorno al 6,5%, por lo que con estas cifras es imposible de hablar de recesión", señala la experta. Las dudas en este caso vienen del lado de las cifras, si son realmente ciertas.
En el caso de Estados Unidos, con una demanda fuerte, con casi pleno empleo, y que se favorecerá por los precios del crudo baratos. Esto provocaría que siguiera fuerte el consumo. En cuanto a los emergentes, Aguirre, señala que irá por zonas: "Brasil indudablemente lo pasará mal, pero tenemos a India que crece por encima del 7%". En cuanto al mundo desarrollado, en Europa descarta una nueva recesión, puesto que tiene dos catalizadores: por un lado el precio del crudo y, por otro, el BCE que presumiblemente tomará más medidas en marzo".
De igual opinión, es Felipe López-Gálvez, analista de SelfBank: "Con las tres principales economías del mundo con crecimientos positivos (China, EE.UU. y Eurozona), es improbable que la economía global entre en recesión. Descartamos esta posibilidad por el momento".
Sin embargo, como decíamos al principio, las voces que hablan de una nueva crisis se multiplican. En ese sentido, José Luis Martínez, estratega de Citi en España, asegura que "es una nueva crisis. Una crisis de confianza de duración e intensidad que por el momento no conocemos. O mejor dicho, son los bancos centrales los que pueden actuar para determinar esta intensidad y duración".
Aunque descarta Martínez que se trate de un escenario de recesión, aunque el desplome de los mercados sí que lo parezca. Y aunque no es la misma situación que hace ocho años si "sí es inquietante la semejanza en términos de sus consecuencias para los mercados: iliquidez, riesgos sistémicos y correlación entre mercados y activos", aclara Martínez
Por su parte, Joaquín Robles, analista de XTB, especifica "que si hacemos caso a la macro europea y americana, nos cuesta pensar que en un periodo de 9 a 16 meses se pueda truncar camino a una nueva recesión, ya que desde hace meses continúa en una tendencia progresiva. Sin embargo la creciente desaceleración en China y los emergentes podrían dañar la demanda y el crecimiento global"
"Un papel fundamental, que han servido para iniciar esta nueva tendencia bajista. A pesar de que fueron problemas con los que convivimos todo el pasado curso. A principios de este año se han convertido en protagonistas. La desaceleración china es una realidad, a los malos datos de balanza comercial, se le une el empeoramiento continuo de la producción industrial y del crecimiento. De hecho las instituciones chinas volvieron a rebajar por segundo año consecutivo su objetivo de crecimiento al 6.5%. Este descenso en el crecimiento del gigante asiático reduce la demanda global y tiene consecuencias directas en todas las economías", aclara Robles.
"El caso del petróleo su descenso tiene dos lecturas, por un lado los países consumidores se deberían beneficiar ya que abarata su proceso industrial, pero por otro lado está la lectura negativa. La energía tiene un peso muy importante en el cálculo del IPC y esta variable es clave para decir sobre las políticas monetarias. Un descenso de la inflación añade presión sobre los Bancos Centrales. La aparición de nuevos productores de petróleo y la previsible reducción de demanda nos hace pensar que el crudo continuara bajando", concluye el analista de XTB.
Catalizadores
Aguirre señala que estas últimas semanas ha generado un índice infravalorado. "Pensamos que estas caídas son para comprar". Y señala que es imposible que se repita la situación vivienda en años pasados porque hay varios catalizadores. "Por un lado los datos macro, que son buenos, por otro, la labor de los bancos centrales, puesto que como ya han adelantado tanto el BCE como el BoJ podrían acometer más medidas y, por último, los resultados empresariales". En Estados Unidos, por ejemplo, ya se habla de acometer menos subidas o ir más despacio.
En cuanto a si la Fed se ha precipitado en subir los tipos de interés. López-Gálvez aclara "que hay motivos para pensar que sí y otros parar pensar que se precipitó. En cualquier caso, pensamos que con la información que tenía disponible en diciembre, la decisión fue la correcta. Era hora de normalizar su política monetaria y reducir los riesgos que las políticas expansivas tienen: generación de burbujas y propensión de empresas y particulares a endeudarse atraídos por los bajos tipos de interés".
Los tipos llevaban desde 2008 en mínimos y el mercado laboral goza de muy buena salud. Desde diiembre, es cierto que las condiciones han empeorado y es posible que suban los tipos con menos alegría de la que estaba prevista. "Pensamos que la volatilidad que estamos sufriendo sería incluso más elevada si no hubiera subido tipos a finales de año", incide el experto de SelfBank..
Lo más positivo de la reunión de diciembre fue la unanimidad dentro del seno de la Resera Federal a la hora de subir tipos, lo que indicó que confiaban en que la economía estaba preparada para ello. También tranquilizó saber que el ritmo de subida será gradual, lo que establece una hoja de ruta para el futuro y elimina la incertidumbre que durante 2015 ha precedido a todas y cada una de las reuniones del organismo.
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