martes, 16 de febrero de 2016

Nadal en la encrucijada...

La mirada desde dentro. El estado actual de Rafael Nadal observado bajo el apunte de un hombre que lleva años en su entorno más cercano. Francis Roig(Barcelona, 1968), entrenador del campeón de catorce grandes, el hombre que junto a Toni Nadal conforma el triángulo técnico del jugador de Manacor, analiza en esta entrevista una fase clave de su trayectoria profesional. El momento en que un jugador histórico, con todo probado y un hueco reservado ya en los libros, se encuentra anhelando los grandes títulos con la barrera de los dos años desde su último Grand Slam y Masters 1.000 cada vez más cerca de la cinta.
Después de que el balear perdiera la semifinal del ATP 250 de Buenos Aires, cediendo en tierra batida ante un jugador menor de 23 años, tras disfrutar de una pelota de partido en un tie-break decisivo, tres circunstancias inéditas desde 2003, el técnico aborda el momento actual del número cinco del mundo:sus dudas, sus miedos y los planes para darse la oportunidad de volver a recuperar la voz entre la élite del circuito.
Pregunta: Sigue costando competir al nivel de los entrenamientos.
Respuesta: Creo que es un aspecto normal. Todavía más cuando uno está acostumbrado a jugar de una manera y ésta atraviesa un proceso intentando cambiar. Este discurso lo veo acorde a la realidad que hay desde hace un tiempo. Desde antes del último US Open, ya en el torneo de Cincinnati, intentamos cambiar la forma de jugar. A los chicos que entreno siempre les digo lo mismo: uno para poder realizar el tipo de juego que quiere, primero debe dominarlo en el entreno. Luego, el paso más complicado, el que te demuestra que realmente lo tienes dentro, es llegar a hacerlo en competición.

En el caso de Rafael es especialmente complicado por llevar mucho operando de una manera. Lleva años en el circuito haciendo daño con unos tiros determinados. Él también cree, y esto es lo más importante, que la manera de darse opciones de ganar en este momento de su carrera es cambiar el chip: ser más agresivo, tomar antes la pelota... Hacer un cambio así, girar la manera que tienes de hacer las cosas, realmente cuesta. Cuando entrenas es más fácil mentalmente, pero cuando compites uno puede tener el miedo a fallar, esa tentación de buscar un poquito más. Rafael ha buscado esto en sus golpes durante toda su carrera y ahora le está costando algo más de lo que le gustaría.
P: Da la sensación de que el competidor está muy por delante del jugador y que Rafa tira más de carácter que de juego ahora mismo para marcar diferencia.
R: Está faltando hacer más daño con la derecha. Él lo sabe, lo está intentando en cada partido, pero no es una tarea sencilla. Se entrena diariamente para que sea así. Lo importante es que él crea que es la manera de conseguirlo, que mantenga su intensidad en las prácticas y que las ganas de competir torneos siga intacta. Que la ambición de estar arriba persista. Esto él lo tiene. La ambición no basta para lograr un objetivo. No se trata únicamente de tenerlo sino ser capaz de aplicarlo. Hoy está costando, en Australia se llevó un palo grande. Tenía mucha ilusión. Después de Australia mentalmente lo ha ido superando. Esta semana en Buenos Aires no ha podido ser, la próxima irá para Río. Le veo con ilusión, pero la ilusión a veces no es suficiente. En los torneos tienes que estar a un nivel de competición alto mentalmente y esto es lo que más está faltando.

P: ¿Le ve tenso?
R: Evidentemente uno cuando no compite bien es porque está más tenso de lo que toca. El momento actual es complicado. El año pasado terminó bien la temporada. También es verdad que cuando han pasado los cuatro Grand Slams y el año no fue todo lo bien que hubiéramos querido, mentalmente es como si hubiera terminado la temporada y la presión quizá es menor. Cuando tienes luego la opción de hacer otra vez algo importante en Australia es normal que vuelvas a sentir más nervios. Es un aspecto que está ahí, a finales de 2015 se superó bastante, la manera de perder no era la misma. Como él reconoció, al principio había partidos donde sentía bastante ansiedad; a final de año parecía que lo había superado. Este año no creo que haya perdido por motivos de ansiedad. Una cosa es tener ansiedad y otra distinta es jugar algo nervioso. La ansiedad es el no poder desarrollar en nada tu juego, no controlar lo que haces en la pista. Y estas últimas derrotas han sido cosa de nervios, lejos de una ansiedad tan exagerada.
P: Nunca le ha costado tanto recuperar nivel. ¿Cómo acepta esta situación?
R: Es complicado. Rafa ha estado a un nivel durante 10 años donde siempre que ha salido a pista, ha pensado que tenía posibilidades de ganar. Como entrenador suyo eso se nota; pasas nervios, pero siempre estás predispuesto a que pueda llegar a vencer. Últimamente con todas las derrotas para él es un escenario más complicado. Puede llegar a desanimarse en momentos puntuales, pero la ilusión de sentir lo mismo que cuando competía antes no la ha perdido. Hay que esperar y buscar un resultado bueno para volver a tener la confianza necesaria para competir de la misma manera en que está entrenando.

P: ¿Con qué objetivo se planta Nadal ahora mismo en un gran torneo?
R: El objetivo es Río. Él siempre piensa en el torneo que viene. Antes de jugar un Grand Slam o un Masters 1.000 -como es el caso de Indian Wells- le gusta competir en un torneo; le da más tranquilidad. Seguramente ahora estará esperando hacerlo bien en Brasil y en Indian Wells ya se verá. Es un torneo mayor, complicado. Sabemos que puede jugar bien y perder más pronto que en un torneo como Buenos Aires o Río, donde vas como primer cabeza de serie con cuadros más asequibles. En un Masters 1.000 (y más en pista rápida) sabemos que los partidos son duros desde la primera ronda.
P: Le pregunto de otra manera. ¿Se acepta que un Grand Slam, o incluso un Masters 1.000, puedan quedar lejos ahora mismo?
R: Quizá un Grand Slam quede un poco más lejos. En los Masters 1.000 sabemos que el formato es distinto y con partidos difíciles. Sí, quizá queda un poco lejos, pero la ilusión está. Sabemos la calidad que tiene Rafa y que en cualquier momento puede aparecer. El tenis es un deporte que se mueve mucho por sensaciones. Creo que los jugadores dejan de ser competitivos cuando ellos mismos se ven mal, cuando la pelota no corre… ¡pero entrenando lo hace bien! Lo único que sucede es que en competición tiene un poco más de nervios de lo normal. Es difícil llegar a ganar.
Debemos intentar volver a derrotar a los jugadores con los que puedes ganar o perder; no hablo de Djokovic sino de Murray, Federer...
En 2013, después de las lesiones, empezó ganando todos los torneos. Recuerdo una frase que nos dijo cuando veníamos de ganar en Acapulco, donde jugó realmente bien y ganó con margen a David (Ferrer) en la final. Llegamos a Indian Wells, llevaba tiempo sin jugar en pista dura por el tema de la rodilla y le daba un poco de miedo y nos dijo: “Si gano un par de partidos aquí estaré contento”. Terminó llevándose el torneo. Tampoco en ese momento pensaba que podía ganar, pero al final es un jugador muy bueno que te puede salir en cualquier momento. Cada partido lo afronta de la mejor manera. Si ganas habrá otro partido y poco a poco puedes ir creciendo. Creo que está en posibilidad de poder hacer esto.
P: Este momento de búsqueda de sí mismo coincide con la plenitud de Djokovic. ¿Se piensa mucho en Novak?
R: No estamos preocupados por Djokovic. Sabemos que está a un nivel muy alto a día de hoy; marca mucho la diferencia con los demás. No es ninguna obsesión, sería equivocarnos. Debemos intentar volver a ganar a los jugadores con los que puedes ganar o perder, no hablo de Djokovic sino de Murray, Federer… Debemos intentar ganar el máximo número de partidos posible. Con Djokovic debemos saltar a la pista sabiendo que podemos perder, que debemos intentar ganar, pero en ningún momento es una obsesión. Ahora Novak está a un nivel muy alto y hay que valorarlo. No sé si lo veo un tiempo marcando diferencias porque puede surgir algún jugador que se dispare, pero su nivel no creo que baje durante un buen tiempo.

P: “Si no fuera su tío, Rafa ya me habría sustituido” comentó Toni en Buenos Aires. ¿La adición de nuevas piezas al equipo técnico es algo que se haya planteado?
R: No se ha planteado nada. Hemos hablado con Rafa y él está contento con la manera en la que se ha trabajado. Evidentemente no puede estar contento de los resultados. Siempre se le pregunta mucho a Toni sobre esto y lo dice claro: “Si las cosas no salen pues ya se verá”. En principio, no se habla de ningún movimiento y se planifica con ilusión seguir intentando mejorar y que llegue ese clic que estamos buscando. Ese cambio que haga ver que todo el trabajo que estamos haciendo ha dado sus frutos.
P: ¿Ve preparado a Rafael para afrontar que esos resultados no llegaran en grandes torneos y ser ese tipo de jugador?
R: El día que él no se vea ahí con los buenos, imagino que se daría un tiempo… Si esos resultados no salen o llega el día que no tenga ganas de competir, tomaría alguna decisión. No veo a Rafa estando el 15 o el 20 del mundo y siguiendo en el circuito. Al final es una decisión suya, pero tampoco le veo en una situación para descender a esas posiciones. Está el quinto, le hubiera gustado estar más arriba. Está al nivel para competir, no digo con Djokovic, pero sí con los demás. Todavía esto es una cosa lejana que ni siquiera él se plantea. Con la ilusión que le veo, es algo que no creo que tenga en la cabeza.

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