Este mismo fin de semana o a principios de la que viene como muy tarde, Pedro Sánchez y Albert Rivera anunciarán si hay un acuerdo de legislatura para investir al socialista después de casi tres semanas de intensas negociaciones entre sus equipos. Que el acuerdo global está a punto de caramelo es casi una evidencia a juzgar por las últimas afirmaciones que ayer miércoles hicieron los portavoces de sendos partidos en el Congreso al término del encuentro entre sus grupos negociadores. La idea es clara y unánime: hace falta más trabajo sobre algunas cuestiones, pero no hay “diferencias insuperables” y prácticamente de todo se puede hablar.
Sin embargo, la situación continúa siendo de extrema complejidad, teniendo en cuenta que aunque PSOE (90 escaños) y C’s (40) sellaran definitivamente un pacto, la suma de ambos no basta. La aritmética no miente. Aun logrando tejer un acuerdo también con pequeñas formaciones como IU (2), PNV (6), Compromís (4) y Coalición Canaria (1), el cómputo da 143 diputados. En el bloque del 'no', por el momento, se sitúan PP (123), ERC (9), Democràcia i Llibertat (8), Bildu (2) y, si nada cambia, Podemos y sus confluencias en Galicia y Cataluña (65). La única posibilidad de que la investidura de Sánchez saliese adelante es que o bien el PP o bien la formación de Pablo Iglesias se abstuvieran. Y ni uno ni otro ceden.pulsados por corrupción política
Con Podemos, de hecho, la relación va de mal en peor y el cansancio por el comportamiento de la formación morada crece. Al 'no' de Sánchez a una nueva entrevista con Iglesias y a la negociación "a través de ruedas de prensa", se sumó la escalada de tensión de este miércoles: el jefe del partido emergente criticó al candidato por su "prepotencia" y "arrogancia" y, poco después, Óscar López, portavoz en el Senado, devolvió el puñetazo: denunció la "obsesión" de Iglesias por "controlar todo" y por plantear medidas que supondrían una "involución democrática", ya que no refuerzan la independencia del aparato del Estado, sino que la pisotearían.
Iglesias "tendrá que elegir"
El PSOE, tras su andanada contra Podemos, presentó un principio de acuerdo con C's. Aún no hay pacto global, pero la negociación está muy encarrilada. Lo solemnizaron en dos ruedas de prensa por separado los portavoces de los dos equipos de diálogo, el socialista Antonio Hernando y el naranja José Manuel Villegas. No hay diferencias que no sean "superables", dijo el dirigente designado por Sánchez, que también mostró su convencimiento de que habrá alianza con Rivera antes del lunes o martes de la próxima semana. Así, el PSOE mostró que no se va a detener en sus conversaciones con C's, le guste más o menos a Podemos. Un elemento añadido de presión. López se lo dejó muy claro: "Se acerca el día en que Iglesias tendrá que elegir, si está en el bloque del cambio o en el bloque del 'todo sigue igual', que encabeza el señor [Mariano] Rajoy". Ahí estaba emboscado el mensaje de la pinza.
IU va dando pasos con el PSOE, pero ve "incómodo" que esté C's en el acuerdo. Con Compromís se ha "avanzado" también, "pero hay aristas aún por pulir"
La estrategia, pues, no ha variado: aunque no se descarta que se produzcan acercamientos, cada vez se ve "menos posible" que haya un acuerdo, según indican desde el círculo del portavoz socialista. "Pero tendrá que retratarse cuando tenga que pulsar el botón", cuando Iglesias y su grupo deba optar entre votar con el PP el 'no' a la investidura de Sánchez o darle paso. En el PSOE cunde la impresión también de que ese interés en la repetición de elecciones que compartían PP y Podemos puede diluirse. Uno, por la explosión de casos de corrupción, y el otro, por el papel que está jugando en estas semanas. "No querríamos ir a unas nuevas generales, pero quizá no nos vengan tan mal, porque el partido está recuperando confianza política y Pedro está infinitamente más reforzado, también a nivel interno", recalcan las mismas fuentes.
Bendición de Felipe González
En el patio interno, sosiego absoluto y margen de maniobra de los barones. Significativamente, el expresidente Felipe González, en un acto en Madrid, consideró una "buena aproximación" los acuerdos PSOE-C's y reclamó al PP que dé "un paso hacia adelante" y sea "generoso" para facilitar un Ejecutivo presidido por Sánchez, informa Europa Press.
Los socialistas siguen tendiendo la mano al diálogo con Iglesias, pero cada vez creen más complicado que se apee de sus posiciones. Mientras, agitan la pinza
No habrá entrevista Sánchez-Iglesias. Hoy mismo el candidato socialista tieneagenda en Bruselas con líderes socialdemócratas. El PSOE se limitará a remitir en las próximas horas un nuevo documento a Podemos con las aportaciones que podría incluir en su propuesta de Gobierno. Pero sin que le suponga desbaratar el camino ya recorrido con Ciudadanos y con el resto de fuerzas. Porque tan importante es para Sánchez mantener a su lado a Rivera como no perder a la izquierda minoritaria. Con el equipo negociador de Izquierda Unida-Unidad Popular, se verá este jueves. Hasta ahora, ambas formaciones habían alcanzado acuerdos en varias medidas, pero la federación de Cayo Lara recela del compañero de viaje preferente del PSOE. Este miércoles, Alberto Garzón calificaba de "mala noticia" que "no hubiera un acuerdo entre los partidos de izquierdas" y confesó que le resulta "incómodo" que C's "esté llegando a un acuerdo" con los socialistas, pues la formación de Rivera "contiene elementos en su programa que son nocivos y regresivos para las clases populares".
Garzón se entrevistará este jueves, antes que con el PSOE, con Pablo Iglesias, que le presentará su documento. Un integrante del equipo negociador de IU-UP reconocía los avances en las negociaciones con los socialistas, pero también afirmaba que "cuadrar el círculo", atraer a la vez a C's y a la federación, "es difícil e incluso sorprendente". "Hay cuestiones que son antagónicas a las que nosotros planteamos, como en los temas económicos, y aún nos queda camino por recorrer", apuntaba esta fuente, que no obstante convenía que su estrategia no la marcará Podemos, así que IU-UP seguirá en la mesa.
Garzón se entrevistará este jueves, antes que con el PSOE, con Pablo Iglesias, que le presentará su documento. Un integrante del equipo negociador de IU-UP reconocía los avances en las negociaciones con los socialistas, pero también afirmaba que "cuadrar el círculo", atraer a la vez a C's y a la federación, "es difícil e incluso sorprendente". "Hay cuestiones que son antagónicas a las que nosotros planteamos, como en los temas económicos, y aún nos queda camino por recorrer", apuntaba esta fuente, que no obstante convenía que su estrategia no la marcará Podemos, así que IU-UP seguirá en la mesa.
Con Compromís "se ha avanzado, pero aún quedan muchas aristas que pulir". "Estamos trabajando en ello estos días", comentan a este periódico desde el comité negociador de la formación liderada por la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mònica Oltra.
Forzar al PP
Mientras, la formación liderada por Rivera continúa trazando su estrategia para constituir un Gobierno constitucionalista. De ahí, la necesidad de cerrar un acuerdo en torno a la figura de Sánchez para escenificar que los acuerdos son posibles y forzar al PP a unirse a un proyecto en el que necesariamente, arguye, deben estar las tres fuerzas constitucionalistas. Aunque todavía hayescollos destacables en las negociaciones entre socialistas y centristas -fundamentalmente en lo relativo al mercado laboral y la subida de impuestos- también es cierto que PSOE y Ciudadanos ya han activado el botón del acuerdo ‘firmando’ pactos concretos.
Entre PSOE y C's ya se ha llegado a acuerdos en políticas de regeneración democrática, lucha contra la corrupción, economía y medidas sociales
Muchos de ellos giran alrededor de lo que Sánchez denomina el “Gobierno progresista y reformista” que pretende liderar y que forman parte -sobre todo el segundo término- del compromiso electoral de la formación naranja. Entre otras cosas, medidas concretas para luchar contra la corrupción y garantizar la independencia de la Justicia. En estas cuestiones, según los dirigentes de ambos partidos, existen ya “aproximaciones muy importantes”, entre las que estarían un pacto para que no haya imputados por corrupción en listas electorales ni en cargos públicos, la prohibición legal para conceder indultos en casos de corrupción política o un nuevo método para elegir a los miembros de órganos judiciales o de organismos reguladores, como el Tribunal Constitucional, el CGPJ, la CNMV o el Defensor del Pueblo.
También las políticas sociales demuestran madurez en el acuerdo. PSOE y C’s defenderán una ley de segunda oportunidad y planes de rescate para familias en riesgo de exclusión social o con causa de desahucio, así como un pacto nacional contra la violencia de género, que el PSOE defendió en su programa electoral y Rivera decidió respaldar.
Gestos de distancia con los populares
La pretensión del grupo de Ciudadanos pasa por sellar un acuerdo “moderado” en lo económico y al mismo tiempo atractivo para convencer al PP de que el camino es unirse a pesar de que es el turno de Pedro Sánchez al frente del Gobierno. Precisamente el portavoz parlamentario naranja se refería este miércoles a los últimos casos de corrupción que salpicaron a los populares, y llegó a hacer un comentario esperando “que no saliera ninguno más”. En todo caso, Ciudadanos ha dejado meridianamente claro en más de una ocasión que Rajoy no parece la persona adecuada “para abanderar la nueva etapa política”, especialmente tras el estallido de la operación Taula o los últimos registros en Génova por el caso Púnica.
Esta semana estaba previsto el inicio de la negociación entre los equipos de Ciudadanos y el PP para abordar las hojas de ruta propuestas por ambos partidos, e incluso comenzar a hablar sobre asuntos de Estado -como la reforma constitucional- para los que el apoyo de los populares será fundamental. Sin embargo, no solo no hubo confirmaciones oficiales de que se hubieran producido las primeras conversaciones, sino que ayer mismo dirigentes de los dos grupos protagonizaron un malentendido. El portavoz del PP en la Cámara Baja, Rafael Hernando, afirmó que se estaban produciendo “contactos del más alto nivel y avanzados” entre Rivera y Rajoy, mientras que desde Ciudadanos desmintieron por completo que hubiera habido algún tipo de contacto incluso vía telefónica entre ambos. Mientras tanto, los plazos corren y el día 2 de marzo coincidirán todos en el pleno de investidura. Que haya presidente en primera o en segunda votación está por ver.
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