No mencionan la palabra ‘ultimátum’, pero Ciudadanos ha pasado a la ofensiva. "No se puede estar por la igualdad y al mismo tiempo por la organización de referendos. El PSOE debe decidir entre uno de los dos proyectos", afirmaba este martes el portavoz en el Congreso del grupo parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta. En efecto, apenas quedan dos semanas para el debate de investidura de Pedro Sánchez y solo una para que el líder socialista comunique a sus bases el acuerdo alcanzado con vistas a que estas lo refrenden.
Sobre la mesa, dos opciones antagónicas que llevan escritos los nombres deAlbert Rivera y Pablo Iglesias, aunque con este último Sánchez no se pone de acuerdo ni para iniciar conversaciones. Por el contrario, altos dirigentes de Ciudadanos reconocen sentirse optimistas ante los avances de la negociaciónen las últimas semanas. Miembros presentes en las mesas, divididas por áreas en busca de mayor eficiencia, aseguran que los encuentros mantenidos hasta el momento entre ambos equipos han sido "muy serios" y "productivos", y han servido para hacer concreciones programáticas. Lo que está por ver, con un entendimiento en fase muy avanzada, es si finalmente se hace efectivo el acuerdo. "La hora de la verdad está muy cerca", llegó a asegurar Girauta, para después afirmar que esta semana será clave.
En el PSOE también confirman que las conversaciones con C's están muy maduras. "Hay avances en el diálogo con ellos. Este miércoles, hay una reunión de los equipos negociadores al completo y confiamos en llegar a acuerdos en los próximos días". La utilización del plural (acuerdos) no es casual, porque se espera ir cerrando pactos en diversas materias (regeneración democrática, política económica...) en la escasa semana que queda para amarrar una alianza que Sánchez presente a sus bases y al comité federal y defienda el 2 de marzo en la tribuna del Congreso. La materia en la que el entendimiento está más avanzado es la de regeneración democrática. Este martes, los negociadores socialistas abordaron la cuestión. "Pero está sin cerrar, pese a que, en general, no hay problemas", aseguran fuentes del comité.
Los socialistas también reconocen "avances" en el diálogo y que la negociación está muy madura. Sánchez cubrió de elogios a Rivera por su actitud
El propio candidato dejó ver durante su comparecencia ante los medios de este martes, tras su reunión con ERC y DiL, que las cosas están mucho más fácilescon C's -y con IU, Compromís, PNV y Coalición Canaria- que con Podemos. De hecho, se mostró "razonablemente optimista" para afrontar con éxito la investidura. Igual que se quejó de que Pablo Iglesias solo quiera negociar "a través de ruedas de prensa" y esté buscando la fotografía, agradeció "de corazón" la actitud de otras formaciones, con las que su partido sí está conversando y acercando posturas. Y citó especialmente a Albert Rivera y aAlberto Garzón, portavoz de IU-UP. Del jefe de C's apreció su "disposición y disponibilidad" para buscar un acuerdo que sirva para "resolver" la situación política, y elogió que haya "entendido" lo que los ciudadanos expresaron en las urnas el 20-D.
Lo que no pretende la dirección es desarticular su entente, ya bastante madura, con esos aliados cada vez más próximos, para acceder a todas las exigencias de Podemos. De hecho, en el documento que el PSOE remitirá a Iglesias con las propuestas que asume de la formación morada, solo recogerá aquellas que le permitan mantener su entendimiento con C's, IU, Compromís, PNV y CC, según confirmaron desde el entorno del secretario general. "Esperamos seguir avanzando y llegar a acuerdos con todos", remacharon fuentes oficiales.
La estrategia socialista pasa por aumentar la presión hacia Podemos, situándolo entre la espada y la pared: o vota a Sánchez o vota con el PP. Agitará así el fantasma de la pinza.
La actitud con el PP
Esta tarde se produce la cuarta reunión a puerta cerrada entre los equipos de ambas formaciones después de que PSOE y Podemos escenificaran una doblesubida de tensión, primero por el documento presentado por Iglesias, queincluye un reférendum para Cataluña, y, segundo, al dejar meridianamente claras sus enormes dificultades para sentarse a una mesa de negociación común. En una situación parecida se encuentra Ciudadanos con el PP: Rivera insiste en tender la mano a Rajoy para iniciar conversaciones pero los populares, en medio de una brutal crisis interna en Madrid, no terminan de formar un equipo ni plantean una fecha exacta a los naranjas.
En esta vorágine de vetos y complicaciones, el idilio político entre Sánchez y Rivera parece aún más inevitable. Y además, debe producirse en los plazos que marca la Constitución. Por eso el plan de Ciudadanos, si el acuerdo finalmente queda sellado, sería escenificar el pacto en la votación de investidura -hasta ahora el partido centrista insiste en que su posición sería la abstención aunque podría cambiar al voto favorable- y utilizar el plazo de los dos meses siguientes para "limar aristas y rellenar huecos", en palabras del portavoz parlamentario, antes de que se disuelvan las Cámaras y se convoquen nuevas elecciones.
C's quiere trasladar que un acuerdo es posible aunque la suma de PSOE y su partido sea insuficiente. Sería la manera de ejercer una mayor presión sobre el PP
La idea según los planes de Ciudadanos pasaría por trasladar el mensaje de que un acuerdo es posible aunque la suma de PSOE y su partido sea insuficiente. Sería la manera de ejercer una mayor presión sobre el PP para tratar de convencerle en las siguientes ocho semanas. La formación liderada por Albert Rivera insistirá en que las grandes reformas que necesita el país pasan porinvolucrar a los tres partidos que suman el 70% de los votos de los españoles, y apelará nuevamente al sentido de Estado y de la responsabilidad que tanto ha reclamado ya al jefe de Génova.
Aunque las negociaciones no están en marcha, Ciudadanos asegura estarestudiando el documento que el presidente del Gobierno en funciones entregó a Rivera el pasado viernes. Grandes principios "con los que es casi imposible no estar de acuerdo", según afirman desde Ciudadanos, que ven complicado seguir avanzando si no hay una mesa para concretar los principales asuntos. Y precisamente ese es el rol que el equipo naranja pretende explotar desde su 'posición mediadora', como ya hizo en el acuerdo de la Mesa o la puesta en común para retrasar el cumplimiento del objetivo de déficit del 3% hasta 2017, garantizando a Bruselas una hoja de ruta de reformas estructurales.
Unidad de España
Ciudadanos pretende utilizar el plazo estipulado por la Carta Magna para avanzar con los populares e ir sellando pequeños acuerdos que visibilicen puntos comunes entre los tres partidos constitucionalistas, haciendo hincapié en lo que verdaderamente los 'ata': la unidad de España frente a la propuesta de Podemos para celebrar una consulta en Cataluña. En el texto que Rajoy trasladó a Rivera, en su reunión de hora y media, y a Sánchez -que duró apenas 30 minutos-, el popular apostaba por cinco grandes ejes muy generales: la recuperación económica y el empleo, un acuerdo para la reforma fiscal y nueva financiación autonómica, un pacto social para mantener los servicios y prestaciones del llamado Estado del bienestar con las pensiones por delante, y nuevo consenso sobre la educación y "fortalecimiento institucional", que se centraría en la defensa de la unidad de España y la lucha contra la corrupción.
La insistencia de Ciudadanos en seducir a Rajoy pasa por dos premisas: evitar que Podemos alcance el poder -escenario que no contaría ni siquiera con la abstención de los naranjas en ningún caso, si Iglesias y Sánchez consiguiran llegar a un acuerdo- y evitar la repetición de elecciones. La formación naranja consideraría un "fracaso" celebrar otros comicios y, sobre todo, "una inutilidad", teniendo en cuenta que las encuestas no dibujan un panorama muy distinto al actual: los sondeos aseguran que serían necesarias de nuevo tres fuerzas para formar Gobierno. Ciudadanos considera también que la repetición supondría lanzar un "mensaje lamentable" a los españoles -haciéndoles saber que los políticos son incapaces de entenderse-, a Europa e incluso a los mercados, tan reticentes a la inestabilidad e incertidumbre. El mandato en el partido centristaes claro: "Hay que formar un Gobierno dentro del plazo constitucionalmente establecido".
Avances y escollos entre PSOE y C's
Entre los mayores puntos comunes que las negociaciones han logrado por el momento, están los objetivos propuestos por ambas formaciones para la recuperación económica y las iniciativas deregeneración democrática. También la política fiscal es muy coincidente. El PSOE, que no habla de subidas ni bajadas concretas del IRPF o IVA -Ciudadanos defiende la bajada-, sí aborda la necesidad de una reforma integral de la tributación de la riqueza, mientras que C's es partidario de crear esta tasa, así como llevar a cabo una reforma en el Impuesto de Sociedades, igual que propone el jefe de Ferraz.
En cuanto a las discrepancias, la reforma laboral será sin duda uno de los grandes escollos. En concreto, el guion del equipo de Sánchez plantea la supresión de la prioridad absoluta del convenio de empresa sobre los convenios de ámbito superior y pretende eliminar el procedimiento actual que permite al empresario la modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter individual y colectivo, así como el fortalecimiento del papel de las organizaciones sindicales. Con todo, y siendo conscientes de los grandes desacuerdos en este bloque, la formación centrista reconoció que "no hay obstáculos insalvables" ni tampoco líneas rojas como tales, afirmando que prácticamente todo es negociable a nivel programático.
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