Un Podemos más ‘pablista’, por más que Pablo Iglesias asegure que quiere acabar con la guerra de familias y los apellidos dentro del partido. Un giro a la izquierda más radical, a las posiciones más rupturistas, a los círculos, a la Izquierda Anticapitalista, a las mareas, a los orígenes... La designación dePablo Echenique como número tres vuelve a ser una decisión personal del líder del partido que salvo sorpresa ratificará un próximo consejo ciudadano. Echenique, que desde la asamblea fundacional de Vistalegre se erigió junto a la Izquierda Anticapitalista de Teresa Rodríguez en referente de la corriente crítica de Podemos, es vendido desde la dirección como “una persona de consenso, con autoridad moral y prestigio en la organización y en las bases”.
Echenique figuraba entre los cinco eurodiputados que pusieron cara a Podemos y marcaron su pistoletazo de salida. Su nombramiento como secretario de Organización, en sustitución de Sergio Pascual, fue comunicado en la tarde del viernes a los secretarios generales reunidos por Iglesias en Madrid y se trasladó “de forma simultánea” a la dirección del partido. El líderno consultó con su número dos, Íñigo Errejón, según él mismo admitió públicamente. Incluso sostuvo que si en algún momento las decisiones sobre cargos se han tomado “desde arriba” estaban “equivocados”. Echenique supo de la decisión de Iglesias por una llamada telefónica la tarde anterior.
La alegría de los anticapitalistas
Una de las primeras en celebrar su designación fue la líder andaluza, Teresa Rodríguez, y con ella la corriente anticapitalista. “Toca remar unid@s, abrir el debate por abajo, ir a las calles y construir desde la base”, escribían en un tuit. Con la elección de Echenique, Podemos inicia “un viaje de vuelta a los orígenes” anhelado desde hace tiempo por muchos, incluido Juan Carlos Monedero. Varios dirigentes del partido consultados por este periódico admiten que en la decisión de Iglesias hay en cierta medida “una enmienda a la totalidad” al modelo seguido en el último año y medio después de que se llegara a un punto de tensiones internas “inasumible” para la organización. Tras la destitución fulminante de Sergio Pascual como número tres, con Echenique se abre “una nueva época”. Aún nadie se atreve a hablar de“refundación” de un partido que apenas ha empezado a construirse pero en privado muchos admiten que esa es la solución en una próxima asamblea.
El nuevo Podemos que vende Iglesias tratará de corregir los tics que más peleas internas han ocasionado. Echenique seguirá ejerciendo desde Aragón como número tres y su gran apuesta será dar un mayor protagonismo a los territorios y mejorar la participación de las bases dentro del partido. Su primer encargo es elaborar un documento político que deberá presentar al consejo ciudadano tras la Semana Santa. La elección del número tres fue acogida con más o menos entusiasmo por parte de los líderes territoriales del partido pero “nadie mostró su rechazo”, según aseguran fuentes de Podemos. Lo que sí generó más diferencias fue la valoración de la destitución de Sergio Pascual. Una salida que algunos celebran mucho, recriminándole un estilo demasiado duro y autoritario, mientras que otros afines a Errejón lamentan con gran indignación y sin destapar aún si darán batalla. Los grandes vencedores son los anticapitalistas y los territorios críticos, Andalucía, Euskadi, Cataluña y Galicia, justo aquellos donde Podemos obtuvo mejores resultados electorales.
Enemigos de Errejón, amigos de Iglesias
A pesar de la imagen de unidad que buscó Iglesias, rodeado de los secretarios generales, entre risas y bromas, la ausencia de Íñigo Errejón y su sepulcral silencio fue demasiado elocuente. La sombra del número dos sigue siendo muy alargada y la apelación a la felicidad y la ternura en la política que se adivinan como marca de esta nueva etapa de Podemos sigue sonando, de momento, a eslogan vacío. Quienes conocen bien las interioridades de la organización aseguran que este movimiento táctico es un intento de Iglesias por reforzarse internamente en un momento de máxima debilidad. “Pablo (Iglesias) no tiene donde apoyarse. Sergio (Pascual) se encargó de construir un aparato de fieles y leales a Errejón que le deben favores y le prestan obediencia solo a él”, analizan los ‘podemitas’. “Ahora Pablo (Iglesias) está rodeado de enemigos y necesita el apoyo de la gente con la que se enfrentó. Ahora los enemigos de Errejón son sus amigos”, admiten voces de la formación morada.
El partido morado que acudirá a una nueva reunión con el socialista Pedro Sánchez está mucho más lejos de una abstención para que gobierne el PSOE
El ascenso de uno de los que se opusieron con más fuerza al modelo de partido aprobado en la asamblea fundacional de Vistalegre supone otro golpe para Errejón. Por más que se empeñen en trasladar que las diferencias son tácticas u organizativas y no ideológicas, el empoderamiento de los críticosconlleva un giro importante. Muchos confían en que Iglesias se apoye en Echenique para rechazar con fuerza cualquier posibilidad de acuerdo con el PSOE que no pase por ‘un gobierno a la valenciana’ con el líder de Podemos devicepresidente. El partido morado que acudirá en los próximos días a una nueva reunión con el socialista Pedro Sánchez está mucho más lejos de una abstención para que gobierne el PSOE, es más radical y todavía más alejado de Ciudadanos.
Una dura oposición
Ese alejamiento de la posibilidad de acuerdo con Podemos es la interpretaciónque hacen los propios líderes socialistas. En Andalucía esto ha quedado en evidencia. La secretaria general de Podemos en la comunidad andaluza, Teresa Rodríguez, sin duda una de las que más habrá celebrado el ascenso de Echenique, se enfrentó a Pascual y Errejón en contra de una abstención que diera la presidencia de la Junta a Susana Díaz. Desde ese momento, Podemos ha jugado con dificultades a interpretar un doble papel de oposición al PSOE, exhibiendo en ocasiones un discurso muy duro y radical y en otros momentos, los menos, tendiendo la mano para explorar acuerdos en aspectos concretos. Rodríguez siempre ha oído desde Madrid la advertencia de que había que moderar el discurso para no ahuyentar ni repeler a las bases y al electorado socialista, al que tienen que atraer para consolidarse como alternativa de izquierdas.
A pesar de la imagen de unidad que buscó Iglesias, rodeado de los secretarios generales, la ausencia de Errejón y su silencio fue demasiado elocuente
Después de dos años de crecimiento a toda velocidad, Podemos abre nueva etapa pero todavía está por ver si consigue acabar con la guerra interna de familias y facciones que amenaza con dinamitar a esta organización política. Echenique ironizó con que él no sabe lo que es “correr y atarse los cordones al mismo tiempo”, aludiendo a la metáfora utilizada por Errejón para explicar las dificultades internas que atraviesa el partido. El líder aragonés tratará dedestensar el partido y muchos le reconocen “su habilidad para el diálogo y su inteligencia emocional”. “Es muy buena persona”, repiten al unísono los ‘podemitas’. Su intervención en la asamblea de Vistalegre era muy recordada. Entonces confesó haber sido votante cuando era solo un joven físico y haber estado afiliado a Ciudadanos, admitió que años atrás se declaraba “neoliberal” e incluso apoyó la guerra de Irak. Pero al joven físico lo curaron la lectura y amigos más cultivados, narra con ironía. La simpatía que despierta en muchas corrientes de Podemos es un hecho pero no se sabe si eso bastará para salvar la grave fractura interna. Las miradas están puestas en Errejón, eldesaparecido, y en las señales que emita para saber si habrá o no más episodios en este Juego de Tronos.
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