Arcelor estudia derivar a Gijón parte de la plantilla y de la producción de Zumárraga
La multinacional anuncia que recolocará a los 340 empleados de la factoría que acaba de cerrar en el País Vasco // La empresa mantiene su compromiso de inversión en el Principado
MIÉRCOLES 16 DE MARZO DE 2016
La decisión de ArcelorMittal de “cesar parcialmente su actividad” en la planta de Zumárraga (Guipúzcoa) podría tener repercusión en las factorías de la multinacional en la región. La empresa ha anunciado que ofrecerá recolocaciones a sus empleados y que derivará la producción a otras instalaciones del grupo. La fábrica de Veriña es una de las opciones que se están barajando pero no será hasta dentro de dos semanas cuando se conocerán en detalle las intenciones del gigante del acero, que ya ha empezado a negociar con los trabajadores.
Todavía es demasiado pronto para conocer con exactitud en qué medida afectará esa decisión a la planta de Gijón, que es a la que podría derivarse la producción por pertenecer al grupo de largos, el mismo que Zumárraga, pero lo cierto es que el encaje de la plantilla es complicado si se tiene en cuenta el ERE que la compañía tiene activo desde finales del año pasado. Además, la empresa ya comunicó en varias ocasiones a los representantes de los trabajadores en el Principado que, aunque las previsiones para las plantas de la región son buenas, tendrá que someterse a nuevos ajustes en caso de que no cumplan los objetivos.
Esta es la tercera factoría que Arcelor cierra en España en los últimos años. La primera fue la que tenía en Villaverde (Madrid), en el año 2012, donde trabajaban 390 personas. En enero de este año, la compañía anunció el cierre "temporal" de la planta de Sestao y ahora hace público el cierre parcial de Zumárraga, donde llevaban acumulando problemas desde hace años. En Zumárraga se fabricaban productos largos, como chapa, alambrón o perfiles, mientras que en el Principado se fabrican largos (en Veriña), planos y carril. Al encontrarse las plantas de Zumárraga y el taller de Gijón dentro de la misma división, se abre la posibilidad de recibir parte de esa producción.
En la última reunión que mantuvieron los responsables sindicales con la dirección de Arcelor, el pasado viernes, estos les trasladaron las buenas previsiones que tienen para este año en las factorías asturianas. Las inversiones comprometidas ascienden a 275 millones en los próximos años, con los que se ampliará la planta de Avilés y mejorarán los hornos de Gijón. A cambio, la empresa realizará 900 prejubilaciones hasta 2020.
Problemas en Zumárraga
Una vez anunciado el cese parcial de actividad en la planta de Zumárraga y la transferencia de producción a otras instalaciones, se abordará en las próximas semanas el procedimiento colectivo de traslado. La compañía abrió ayer un período de consultas que se prolongará 15 días, a fin de establecer el plan social asociado a esta medida de reorganización de la producción. Debido a este proceso de negociación, la empresa no ha determinado aún cuáles serían las plantas a las que se trasladaría tanto la producción como la recolocación de los más de 300 empleados.
En este sentido, Pascal Genest, responsable de las plantas de productos largos de ArcelorMittal en el sur de Europa, ha afirmado que "las dificultades a las que se enfrenta actualmente la industria siderúrgica son notorias y están bien documentadas". De este modo, ha subrayado que no adoptan decisiones de esta índole "a la ligera" y ha lamentado "profundamente" que "resulte necesario anunciar esta medida".
"Contamos con un excelente equipo humano en Zumárraga que ha realizado un denodado esfuerzo para mejorar la situación. Sin embargo, el efecto combinado de la coyuntura económica, la sobrecapacidad estructural existente en el mercado, los elevados niveles de importaciones y el deterioro de los márgenes ha llevado a una situación en la que la planta no puede competir, a pesar de los sustanciales esfuerzos realizados para mejorar su competitividad", ha resaltado.
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