miércoles, 10 de agosto de 2016

Manualillos de Inversión ( 1 )

Las empresas del Ibex 35 están haciendo enormes esfuerzos en los últimos meses para evitar que sus cotizaciones se hundan en el abismo. Esos esfuerzos consisten en la compra de acciones propias, lo que se denomina autocartera, que absorben el papel que sale al mercado y logran sostener los precios de los valores. La consecuencia de esta operativa, además del gasto que supone, es que los títulos en manos de las compañías se han disparado: según un estudio de BME (el holding de los mercados), en 2015 la autocartera creció el 32% respecto a 2014; y si se suman las amortizaciones de acciones, el incremento fue del 71%.
Esta operativa se sigue efectuando, según diferentes fuentes del mercado. Por ejemplo, la semana pasada la constructora ACS tuvo que intervenir en el mercado para evitar un contagio del descalabro de OHL. También los bancos han recurrido a las compras de acciones para evitar males mayores en días aciagos para el sector como los que hemos vivido al inicio de agosto tras los test de estrés, que aparentemente fueron muy buenos.
Precisamente, esta nueva caída de la banca llevó al índice a perforar el soporte de 8.500 puntos la semana pasada. Pero las compras de autocartera, junto a otros factores como el cierre de cortos (posiciones bajistas), que se han reducido notablemente en el sector, han permitido la actual recuperación que ha devuelto al Ibex a niveles de 8.665 puntos.

Alivio pero no solución para el desplome

En todo caso, esta operativa ha servido para taponar la hemorragia, pero no para curar al enfermo: a pesar del último rebote el Ibex todavía sufre unas pérdidas del 9,21% en lo que va de 2016. Y algunos valores bajan mucho más, como la mayoría de los bancos (Popular es el peor, con una caída superior al 56%), IAG o las constructoras Acciona Ferrovial.
La compra masiva de autocartera viene del año pasado. Recordemos el gran susto de hace un año con la devaluación de la divisa china, que provocó un desplome desde la zona de 11.500 hasta la de 10.500 en el Ibex. Y luego el desastroso inicio de 2016 (el peor de la historia), en el que el índice perforó los 9.000 y los 8.000 y llegó al soporte crítico de 7.700, que volvió a probar en junio. En todos estos grandes desplomes, los miembros del Ibex han realizado grandes compras de sus acciones para tratar de sostener la cotización.

Fuerte incremento de las compras en 2015

Un estudio de BME realizado por Amelia Sánchez afirma que la autocartera conjunta d elos 35 miembros del Ibex creció un 32% en 2015 respecto a 2014, hasta 4.339 millones, el 0,71% del capital total de estas empresas. Si se suman las amortizaciones realizadas en ese año, el incremento fue del 65% hasta 7.488 millones.
Según este trabajo, este incremento no se explica solamente por los esfuerzos para evitar caídas de la cotización, sino también a la moda del dividendo en acciones ('scrip dividend') y a las reducciones de capital, que incrementan la participación de los accionistas en los beneficios. Por último, también han crecido para alimentar planes de retribución de los consejeros y directivos.
Por empresas, destaca el aumento en la autocartera de Abertis hasta alcanzar el 8,25% del capital a consecuencia de la OPA lanzada sobre el 6,5% de sus propias acciones. Por detrás, con porcentajes inferiores al 5%, aparecen Iberdrola, Gamesa, Sabadell, Telefónica, ACS, Técnicas Reunidas y Mediaset. La antigua Telecinco fue la compañúia que más redujo el número de acciones propias en cartera. También acometió una amortización de las mismas para reducir su capital, algo que también hicieron ACS, Amadeus, Dia, Ferrovial, Iberdrola y Telefónica.

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