jueves, 4 de agosto de 2016

PP y C´s preparan el Presupuesto....

El encuentro celebrado este miércoles entre Rajoy y Rivera, que fue "fructífero" en palabras del líder de centro, sirvió para sellar un acuerdoentre ambas formaciones sobre los asuntos económicos de mayor calado para el país y que coinciden en la lista de urgencias de PP y Ciudadanos. Este entendimiento, sinónimo de garantía de gobernabilidad, explicaría en parte el optimismo irradiado por el candidato conservador a su salida de la cita, pese a que el partido centrista rechazó el ofrecimiento de establecer cuatro mesas de trabajo programáticas basadas en el documento firmadopor Rivera y Sánchez meses atrás. Y, sobre todo, pese a que el acuerdo que alcancen en los próximos días sólo se pondrá en marcha si finalmente Rajoy resulta investido presidente del Gobierno.
Entretanto, el jefe de Génova y su homólogo barcelonés anunciaron la apertura de una vía de comunicación "permanente" para tenerse al tanto de los avances que haya en el borrador de los presupuestos generales de 2017 y el techo de gasto. Serán Rajoy y Rivera los que piloten directamente los contactos a través de un canal directo, aunque según explican fuentes de la formación naranja, serán sendos equipos económicos los que trabajarán por separado en "los mismos números" durante las próximas semanas. El objetivo es que si se celebra la sesión de investidura a finales de agosto -teniendo en cuenta los tiempos marcados en el calendario- y Rajoy la supera con éxito, el debate de los presupuestos se convoque inmediatamente después y el trabajo esté prácticamente hecho.
Miembros de la cúpula de Ciudadanos aseguran que los primeros espadas económicos de cada partido se comunicarán en los próximos días para ir contrastando datos y comentando conclusiones. El partido de centro estáalineado con los conservadores en la importancia de dar salida lo antes posible a las urgencias inmediatas para España, es decir, objetivo de estabilidad presupuestaria, cumplir con los compromisos marcados desde Bruselas y aprobar los presupuestos generales del año que viene.
Rajoy (c) junto a Rafael Hernando (i), Carlos Floriano (2i), Bermúdez de Castro (2d) y Jorge Moragas (d). (EFE)
Rajoy (c) junto a Rafael Hernando (i), Carlos Floriano (2i), Bermúdez de Castro (2d) y Jorge Moragas (d). (EFE)
Ciudadanos no conversará con los populares sobre otros contentidos concretos de políticas sociales, reformas educativas o institucionales porque el voto en la futura investidura de Rajoy ya está decidido: los diputados de Rivera se abstendrán en la segunda vuelta y descartan cualquier expectativa generada a raíz de la última reunión entre líderes sobre un cambio en el sentido de voto. Aun así, la formación naranja reconoce un acercamiento positivo con los conservadores y la percepción compartida lleva a pensar que la abstención de los socialistas está más cerca. Aunque sea por el cerco estechado sobre Pedro Sánchez por ambos dirigentes. Rajoy lo dijo claramente: "El PSOE es imprescindible para que haya Gobierno" y, Rivera, hizo lo propio: "Si Sánchez sigue en el inmovilismo, España está condenada a una crisis institucional sin precedentes".
Populares y centristas extremaron la presión sobre el líder de Ferraz, al que ya le atribuyen la firme amenaza de unas terceras elecciones. Rajoy mostró contundencia con su afirmación al poner negro sobre blanco que la abstención del PSOE es la única llave para la investidura. De la misma forma, desveló el papel crucial que los de centro tendrán si la legislatura empieza a andar con un nuevo Ejecutivo al frente: "Sin Ciudadanos no habrá estabilidad para gobernar". En efecto, la bancada socialista tiene en su poder el pistoletazo de salida del desbloqueo de otro Ejecutivo con sello popular, pero será el partido de centro la pieza clave que los conservadores buscarán para gobernar el resto de legislatura.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, comparece en rueda de prensa tras verse con Rajoy. (Reuters)
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, comparece en rueda de prensa tras verse con Rajoy. (Reuters)
Aunque la formación de centro rechaza una mesa de negociación bilateral, Rivera insistió en su voluntad de "ser útiles para desatascar" el acuerdo con el PSOE. En ese sentido, Ciudadanos no tendría inconveniente enescenificar mesas de trabajo para fijar una agenda de reformas y medidas antes de que se celebrara la investidura. Eso sí, asumiendo el papel de mediador y poniendo por delante que su voto no irá más allá de la abstención. El escenario post-investidura cambiará. A partir de entonces, los de centro sí pretenden abordar esa hoja de ruta que, sin su ayuda, los 137 diputados del PP no podrán emprender de ninguna manera. Una vez más los planes de gobernabilidad de Rajoy mirarán a los 32 asientos que ocupan los de centro y que seguirán pendiendo de un hilo hasta que la investidura no se consume.

Un pacto por España antes de la investidura

 El único pacto que Ciudadanos quiere solemnizar antes de que tenga lugar el debate en el que Rajoy debe ganarse la confianza de la Cámara Baja es el de la unión de España. Rivera trasladó este miércoles al presidente en funciones su voluntad de firmar un pacto entre las llamadas fuerzas constitucionalistas para garantizar la unión e igualdad de todos los españoles "gobierne quien gobierne". Y Rajoy lo recibió con buenos ojos y trasmitió que lo ve "oportuno" en la situación actual.
Ya el pasado mes de octubre la ejecutiva nacional naranja aprobó esa misma propuesta que Rivera hizo llegar al conservador y al socialista con poco éxito. El primero le aseguró que lo estudiaría y el segundo no consideró necesaria la firma. Pero la formación nacida en Barcelona y que lidera la oposición en Cataluña de la mano de Inés Arrimadas volvió a la carga esta semana tras el avance del desafío independentista, después de que la CUP y CDC metieran a trámite la segunda "ley de desconexión" en el Parlament.

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