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El Eco-Jim Cielinski es la cabeza de Janus Henderson Investors para la inversión en renta fija global. El economista, que llegó a la gestora en noviembre de 2017 tras la fusión entre Janus y Henderson, después de desempeñar el mismo cargo en Columbia Threadneedle, no descarta que la inflación pueda saltar por encima de la cota del 2% en Estados Unidos, algo que, en su opinión, preocupa al mercado de renta fija.
Para Europa espera que la cesta de precios se mueva en el entorno del 1,4%, un nivel que podría ser suficiente para que Mario Draghi, presidente del BCE, decida subir tipos antes de marcharse en septiembre de 2019.
En su panel ha destacado que la clave que debe vigilar el inversor en renta fija es la inflación. ¿Qué perspectivas tiene para ella?
A nivel global, la inflación subyacente ha estado en un rango tranquilo desde 2011, entre el 1 y el 1,5%. Mi expectativa es que habrá presiones cíclicas suficientes para que vuelva al entorno del 2%. El mensaje es que va a subir, por motivos cíclicos. Es difícil que logre romper esa cota, y para mí ese sería el mayor riesgo. Asumimos que las presiones globales a la inflación por la globalización, la baja productividad, la demografía, la tecnología... van a seguir presionando a la baja a los precios, pero no sabemos realmente si el empleo total en EEUU y la caída del desempleo en Europa podrían generar suficiente presión alcista para la inflación. Las presiones de los salarios siguen siendo reducidas, y por eso no espero que se rompa esa barrera, pero ese es el gran riesgo.
¿Y qué perspectiva tiene para la eurozona?
Creo que veremos la inflación subiendo hasta el 1,3 o el 1,4%. Como en Japón, parece que ya hay evidencias suficientes de que la amenaza de la deflación está fuera de la mesa. Si sigues al Banco Central Europeo, ves cómo destacan que están cómodos con esas cifras y que la amenaza de la deflación está superada.
¿Espera que, de mantenerse la inflación en el 1,4%, sea suficiente para que el BCE suba tipos antes de que se marche Draghi?
Creo que podría tocarla y marcharse, no en 2018, pero en la primera mitad de 2019. Estos niveles de inflación, si se sigue viendo una mejora en el crecimiento de la economía, en zonas como Italia y España, podrían ser suficientes para que el BCE suba tipos. Quizá la facilidad de depósito en los niveles actuales no sea consistente con el escenario actual. Podría ser ese su mensaje, que la política híper acomodaticia ya no fuese la adecuada.
Hay economistas, como Simon Ward -economista jefe de Janus Henderson-, que esperan un frenazo en el crecimiento de EEUU. ¿Qué opina?
Mi opinión personal es que probablemente veremos un frenazo en el ritmo de crecimiento a finales de este año. Hay mucho optimismo ahora porque la reforma fiscal pueda incrementar el gasto de los hogares y el consumo. Probablemente va a ser así, pero una gran parte de este crecimiento que esperamos ahora no me extrañaría que decepcionase. Una caída de impuestos puede desembocar en más flujo de caja, pero los negocios pueden usar el dinero de muchas formas, pagando más a sus trabajadores, pero también incrementando el dividendo y las recompras de acciones, lo que parece que es donde más dinero se está yendo.
Teniendo en cuenta sus perspetivas, ¿qué operaciones cree que son ahora más controvertidas en el mercado de renta fija?
Yo diría que la operación que está más abarrotada es ponerse corto en el mercado estadounidense. La gente está esperando más normalización de la que está anunciando la Reserva Federal (Fed), y creo que vamos a necesitar más evidencias para que la Fed arriesgue tanto. Aún no hemos visto que las expectativas de inflación suban dramáticamente, y si no ocurre creo que en esa operación hay riesgo, porque todo el mundo lo está previendo. Además, siempre está el riesgo de que ocurra cualquier cosa que pueda frenar el crecimiento: shocks geopolíticos, que se den la vuelta algunos indicadores macroeconómicos... etc. Ponerse corto en el dólar también creo que está demasiado abarrotado. Se ha movido mucho, y el euro ha subido mucho recientemente. La gente sigue siendo bajista sobre el dólar pero me parece dificil pensar en noticias adicionales que fuesen bajistas para el dólar. EEUU liderará el camino en la subida de tipos, ya está rebajando el QE, y el déficit doble -comercial y fiscal- de EEUU no creo que empeore.
La relación que se vio en enero entre el recorte en el 'QE' de Japón y la subida de rentabilidades de los bonos de EEUU, ¿cómo podría afectar ahora a los mercados?
Creo que sigue en juego. Japón está haciendo tapering, aunque sea de forma algo distinta al de la eurozona. Hay que tener en cuenta que Japón ha comprado bonos japoneses de los emisores domésticos, lo que deja a estos últimos con liquidez, buscando cuáles son las mejores compras, e iban al Tesoro americano. Ahora la cantidad de dinero que había para invertir fuera de las fronteras ha caído. El tema de Japón es que es un mercado arrinconado. Hemos visto un día en el que hubo literalmente cero órdenes en el bono japonés a 10 años, uno de los mercados de deuda más grandes del mundo. Eso significa que Japón no necesita comprar muchos más bonos japoneses para mantener la rentabilidad al 0%. Una vez arrinconas al mercado y la gente sabe que vas a mantenerlo bajo, sólo comprarán más si la rentabilidad sube.
- El Eco-Jim Cielinski es la cabeza de Janus Henderson Investors para la inversión en renta fija global. El economista, que llegó a la gestora en noviembre de 2017 tras la fusión entre Janus y Henderson, después de desempeñar el mismo cargo en Columbia Threadneedle, no descarta que la inflación pueda saltar por encima de la cota del 2% en Estados Unidos, algo que, en su opinión, preocupa al mercado de renta fija.Para Europa espera que la cesta de precios se mueva en el entorno del 1,4%, un nivel que podría ser suficiente para que Mario Draghi, presidente del BCE, decida subir tipos antes de marcharse en septiembre de 2019.En su panel ha destacado que la clave que debe vigilar el inversor en renta fija es la inflación. ¿Qué perspectivas tiene para ella?A nivel global, la inflación subyacente ha estado en un rango tranquilo desde 2011, entre el 1 y el 1,5%. Mi expectativa es que habrá presiones cíclicas suficientes para que vuelva al entorno del 2%. El mensaje es que va a subir, por motivos cíclicos. Es difícil que logre romper esa cota, y para mí ese sería el mayor riesgo. Asumimos que las presiones globales a la inflación por la globalización, la baja productividad, la demografía, la tecnología... van a seguir presionando a la baja a los precios, pero no sabemos realmente si el empleo total en EEUU y la caída del desempleo en Europa podrían generar suficiente presión alcista para la inflación. Las presiones de los salarios siguen siendo reducidas, y por eso no espero que se rompa esa barrera, pero ese es el gran riesgo.¿Y qué perspectiva tiene para la eurozona?Creo que veremos la inflación subiendo hasta el 1,3 o el 1,4%. Como en Japón, parece que ya hay evidencias suficientes de que la amenaza de la deflación está fuera de la mesa. Si sigues al Banco Central Europeo, ves cómo destacan que están cómodos con esas cifras y que la amenaza de la deflación está superada.¿Espera que, de mantenerse la inflación en el 1,4%, sea suficiente para que el BCE suba tipos antes de que se marche Draghi?Creo que podría tocarla y marcharse, no en 2018, pero en la primera mitad de 2019. Estos niveles de inflación, si se sigue viendo una mejora en el crecimiento de la economía, en zonas como Italia y España, podrían ser suficientes para que el BCE suba tipos. Quizá la facilidad de depósito en los niveles actuales no sea consistente con el escenario actual. Podría ser ese su mensaje, que la política híper acomodaticia ya no fuese la adecuada.Hay economistas, como Simon Ward -economista jefe de Janus Henderson-, que esperan un frenazo en el crecimiento de EEUU. ¿Qué opina?Mi opinión personal es que probablemente veremos un frenazo en el ritmo de crecimiento a finales de este año. Hay mucho optimismo ahora porque la reforma fiscal pueda incrementar el gasto de los hogares y el consumo. Probablemente va a ser así, pero una gran parte de este crecimiento que esperamos ahora no me extrañaría que decepcionase. Una caída de impuestos puede desembocar en más flujo de caja, pero los negocios pueden usar el dinero de muchas formas, pagando más a sus trabajadores, pero también incrementando el dividendo y las recompras de acciones, lo que parece que es donde más dinero se está yendo.Teniendo en cuenta sus perspetivas, ¿qué operaciones cree que son ahora más controvertidas en el mercado de renta fija?Yo diría que la operación que está más abarrotada es ponerse corto en el mercado estadounidense. La gente está esperando más normalización de la que está anunciando la Reserva Federal (Fed), y creo que vamos a necesitar más evidencias para que la Fed arriesgue tanto. Aún no hemos visto que las expectativas de inflación suban dramáticamente, y si no ocurre creo que en esa operación hay riesgo, porque todo el mundo lo está previendo. Además, siempre está el riesgo de que ocurra cualquier cosa que pueda frenar el crecimiento: shocks geopolíticos, que se den la vuelta algunos indicadores macroeconómicos... etc. Ponerse corto en el dólar también creo que está demasiado abarrotado. Se ha movido mucho, y el euro ha subido mucho recientemente. La gente sigue siendo bajista sobre el dólar pero me parece dificil pensar en noticias adicionales que fuesen bajistas para el dólar. EEUU liderará el camino en la subida de tipos, ya está rebajando el QE, y el déficit doble -comercial y fiscal- de EEUU no creo que empeore.La relación que se vio en enero entre el recorte en el 'QE' de Japón y la subida de rentabilidades de los bonos de EEUU, ¿cómo podría afectar ahora a los mercados?Creo que sigue en juego. Japón está haciendo tapering, aunque sea de forma algo distinta al de la eurozona. Hay que tener en cuenta que Japón ha comprado bonos japoneses de los emisores domésticos, lo que deja a estos últimos con liquidez, buscando cuáles son las mejores compras, e iban al Tesoro americano. Ahora la cantidad de dinero que había para invertir fuera de las fronteras ha caído. El tema de Japón es que es un mercado arrinconado. Hemos visto un día en el que hubo literalmente cero órdenes en el bono japonés a 10 años, uno de los mercados de deuda más grandes del mundo. Eso significa que Japón no necesita comprar muchos más bonos japoneses para mantener la rentabilidad al 0%. Una vez arrinconas al mercado y la gente sabe que vas a mantenerlo bajo, sólo comprarán más si la rentabilidad sube.
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