El Plan General de Oviedo recupera la variante del Naranco para proteger los monumentos
Los redactores dejan la puerta abierta a mantener la actividad en Almacenes Industriales en vez de desarrollar viviendas
El documento de prioridades del futuro Plan General de Ordenaciónpropone una reorganización de la ladera sur del Naranco con el objetivo de preservar y potenciar el atractivo de los monumentos prerrománicos y, por otro lado, minimizar el uso intensivo del monte por otro que conserve el «aspecto primitivo» del monte. De hecho, todo el informe está íntimamente relacionado con lo que ha supuesto el monte para los desarrollos urbanísticos anteriores en el municipio, desparramándose a sus pies y limitados por este: Las Campas, La Florida, La Llorar, Tresllames, San Claudio hacia un lado; y Ciudad Naranco y La Corredoria hacia el otro. Monte a través, sin embargo, la propuesta recupera la variante de la carretera con el trazado del Plan Especial de Protección Paisajística del Monte Naranco, de 1994 y aún vigente. Con ella, se libraría a Santa María y a San Miguel de Lillo del tráfico rodado. Asimismo, se crearía una entrada y salida a la zona de Constante y edificaciones vecinas. Para la vía actual se propone la creación de un paseo recreativo peatonal con vistas sobre la ciudad en la zona ya ocupada por restaurantes: «A la manera de los paseos marítimos pero sustituyendo las panorámicas sobre el mar» por la de la vista de la ciudad y el Aramo. Ello iría unido a «un cuidadoso tratamiento arquitectónico de los bares permitiendo ligeros incrementos de edificabilidad» condicionados a que el resultado final consiguiese «una mejor integración y una disminución del impacto visual con respecto a la situación de partida».
Los redactores del plan, los arquitectos Víctor García Oviedo y Ramón Fernández-Rañada, junto a Emilio Rico, proponen un tratamiento urbanístico para los dos monumentos Patrimonio de la Humanidad que preserve su conservación. Así, se plantea duplicar el aparcamiento hacia el noroeste, una vez se construya la variante y que permita cierta tolerancia al tráfico rodado y dé servicio a las instalaciones y viviendas más próximas. Destacan en su propuesta, además, la conveniencia de facilitar la conexión peatonal desde el parque Pura Tomás.
El barrio al sur de Santa María, a su vez, necesitaría de un Plan Especial para desarrollar una ordenación detallada que permita racionalizar los citados accesos y la construcción de edificios «funcionalmente relacionados con los monumentos» pero sin ser visibles desde ellos. La actuación sobre las dos iglesias consistiría en la adecuación de la ladera como un parque recorrido por sendas y con la actual carretera actual, ya peatonal, «formando un todo unitario centrado y dominado por los dos monumentos».
Los redactores anticipan en su propuesta que el monte «presenta condiciones adecuadas para la formación de un parque metropolitano», algo que definen en el punto segundo cuando abordan las actuaciones en la cima. Lo más reseñable es la puerta abierta que dejan a la «posible creación» de un nuevo centro hostelero en el pico del antiguo campamento, enterrado, de manera que se reconstruyera la forma inicial de la cima «que lo cubriera compatibilizándose vistas desde las edificaciones interiores hacia el exterior con casi total invisibilidad en sentido contrario».
Por otro lado, apuestan por la creación de un nuevo parque lineal entre Peña Llampaya y el Pico del Paisanu sin tráfico rodado. Una ordenación que pretendería convertirse en la frontera entre la ladera sur, antropizada y con un uso intensivo, «dado su íntimo contacto con la ciudad» como área de tránsito, con el parque 'natural' que constituye la gran parte del Naranco. Como tratamiento específico, también dejan la puerta abierta a «cierta actividad terciaria», en el pico del Paisanu, como área de servicios.
Otras de las piezas de difícil encaje para los redactores es Almacenes Industriales, en Ciudad Naranco. Delimitada entre Prados de la Fuente, el Archivo Histórico y las vías de Renfe, se encuentran ocho hectáreas de manzanas ortogonales «casi colmatadas» por naves industriales «heterogéneas». Los terrenos estaban categorizados como suelo industrial y se encuentran, recuerda el documento, mayoritariamente rodeados por suelos residenciales. También que en la modificación del planeamiento de 20 de febrero de 2007 la zona se recalificó a residencial pues, según se sostuvo entonces, su «ordenación actual constituye una incongruencia urbanística, al estar ocupada por actividades industriales, posibilitando su traslado y la ubicación de nuevos usos residenciales».
Con cuidado
Sin embargo, García Oviedo y Fernández-Rañada plantean para la siguiente fase del trabajo el estudio «con cierto cuidado» de «ajustar el uso productivo y residencial de estándar adecuado» modificando la delimitación de la unidad de gestión o, alternativamente, afirman, considerar su uso industrial como consumado. Esto es, plantean que, ante la peculiaridad de su ubicación, lo que ahora es un polígono insertado en la trama urbana siga siéndolo, limitando las actuaciones a «una modificación de la normativa de aplicación que busque redirigir su uso hacia las actividades industriales y de servicios más adecuada para su peculiar emplazamiento y de mayor compatibilidad con el uso residencial».
En su día, el plan especial Nuevo Ciudad Naranco ya tuvo problemas para su desarrollo previsto cuando en los solares de Almacenes Industriales se planearon 1.500 viviendas en torres de ocho alturas. En 2009, la propuesta del equipo de gobierno contemplaba aumentar la edificabilidad un 15%, superando las ocho alturas que marcaba el plan. La CUOTA puso reparos por «la creación de barreras visuales» en la ladera sur del Naranco y la proximidad de la antigua cárcel, declarada monumento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
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