La renovación de las candidaturas electorales para hacer hueco a los fichajes de independientes, las jubilaciones y las bajas voluntarias o forzosas de los dirigentes de peso en la última década han dejado al PPsin referentes en política económica y con pocos portavoces especializados en el Congreso. Es el balance que hacen los veteranos del partido y del Grupo Popular del panorama después de la criba de listas para el 28-A que ha hecho el equipo de Pablo Casado. "Están a otra cosa y en otra línea", reconocen los salientes del equipo económico al comparar la provisión de expertos y gestores que hacía Mariano Rajoy para afrontar las tareas de gobierno con las urgencias mediáticas de su sucesor para evitar el fracaso en los comicios.
A la espera de los resultados de las generales y del cierre —una semana antes— de las candidaturas autonómicas, municipales y europeas, la dirección del PP tiene garantizada una paz interna relativa. Las excepciones se registran en alguna provincia especialmente molesta con los candidatos de última hora impuestos desde la sede de Génova, pero la reválida de la renovación será en las urnas.
La decisión de la exministra de Empleo Fátima Báñez de dejar la política ha roto los planes del equipo de Casado de asumir y presumir de la herencia de los gobiernos de Rajoy en crecimiento económico y creación de puestos de trabajo. Es una constante de todos los discursos del presidente del PP que ahora contrasta con las listas al Congreso. No queda ni un ministro o secretario de Estado de esa etapa que siga en primera línea de la política.
Fuentes de la sede de Génova insisten en que contaban con Báñez para encabezar la candidatura por Huelva y para que ejerciera como referente en su materia (empleo y pensiones), pero que ya había avisado días antes a Casado en persona de que se iba al sector privado, aunque dejara claro su apoyo al partido al participar activamente en la campaña electoral. Niegan en esos medios que el fichaje de Juan José Cortés —el padre de la niña asesinada Mari Luz— tenga que ver con el paso dado por la exministra.
Con la salida de Báñez, desaparece de la primera línea de la política el último miembro del equipo económico formado por Mariano Rajoy desde 2008, primero para diseñar la alternativa y la salida a la crisis económica y después para gestionarla. Miguel Arias Cañete agota sus últimos meses como comisario europeo para después jubilarse, Luis de Guindos se salvó el primero de la quema de la moción de censura al tomar posesión el 1 de junio del pasado año del cargo de vicepresidente del Banco Central Europeo, los hermanos Nadal (Álvaro, exministro de Energía, y Alberto, exsecretario de Estado de Presupuestos) han pedido el reingreso en sus puestos de técnicos comerciales, y Cristóbal Montoro ha sido el último en quedarse fuera de la lista por Madrid.
El exministo de Hacienda, que lo fue con José María Aznar y con Rajoy, no ha pedido seguir ni en Génova se lo han planteado. El secretario general, Teodoro García Egea, siguió el trámite habitual con los pesos pesados salientes y llamó a Montoro el mismo día en que el comité electoral cerraba la lista. Confirmado que no aspiraba a nada, y menos a irse a Bruselas de eurodiputado, le dio por jubilado. A los 68 años, el responsable de las cuentas del Estado desde 2012, también de las que están en vigor, estudia cómo compaginar la vida privada que ha recuperado con alguna actividad académica o similar, no con la empresa privada. Presume de acumular 15 trienios al servicio del Estado.
Antes de confirmarse la retirada del exministro a efectos prácticos, los veteranos comentaban ya que "no se puede presumir de que el PP supo rescatar al Estado de las peores crisis económicas que ha sufrido la España moderna [Montoro estuvo en las dos, también en la de 1996] y echar a quien lo logró". Desde la sede de Génova han evitado la imagen de que despachaba al protagonista de los ajustes mientras Casado se rodea de un nuevo equipo de asesores externos encabezados por Daniel Lacalle para aportar nuevas propuestas económicas para la campaña. Es lo que los veteranos denominan como "otra línea", del pragmatismo que recoge también la tradición democristiana aplicada por Rajoy se pasa al liberalismo más puro que defiende el nuevo presidente.
Además de la pérdida de referentes económicos, la renovación casi completa en el Grupo Popular que afecta a casi el 80% de los diputados en puestos de salida siembra la inquietud entre los pocos que quedan y los pesos pesados que han salido con destino al Senado, o a casa directamente. Para dar entrada a independientes, tertulianos y toreros, muchos portavoces de área curtidos se han quedado fuera.
Del consejo de dirección del grupo han salido con destino a la Cámara Alta Rafael Hernando, Carlos Floriano y Fernando Martínez-Maillo. De los antiguos, y como único eslabón de continuidad con la etapa de Mariano Rajoy, solo sigue el secretario general José Antonio Bermúdez de Castro. Entre los diputados más activos, portavoces de área o expertos que se han caído de las candidaturas al Congreso estánRamón Moreno (el encargado del control de RTVE), Francisco Martínez(comisión Constitucional), Ana Alós (Energía), Ana Madrazo (Hacienda), Leopoldo Barreda (estatuto del diputado) o Jesús Postigo (Defensa). Y También han caído los dos últimos secretarios de Estado de Relaciones con las Cortes que ha tenido el PP: José Luis Ayllón y Rubén Moreno. El primero deja la política y el segundo pasa al Senado.
"El grupo tendrá que reorganizarse casi desde cero y aquí, después de los titulares y las fotos de la campaña, cada día se trabaja en enmiendas, proposiciones, preguntas e informes que hay que redactar, negociar y defender en comisiones y plenos". Esa es la advertencia entre los pocos que repiten en su escaño con la previsión de que el Grupo Popular que salga de las urnas el 28-A puede ser el menos numeroso de su historia y con una mayoría absoluta de novatos como parlamentarios.
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