El tenis, el calendario y las lesiones: el elevado coste del éxito
Las lesiones en el mundo del tenis siempre han sido un factor a tener muy en cuenta a la hora de trazar el camino a seguir por un tenista profesional en su escalada a la cima y con la mayor longevidad de los jugadores en la actualidad ha cobrado mayor importancia. Los parones de Nadal por sus problemas físicos, el calendario seleccionado de Federer o la retirada de Murray son ejemplos claros.
Pero existen muchos factores a los que han que atender a la hora de analizar la situación y las diferentes posturas al respecto, que incluso han llegado a pedir cambios en la ATP, como por ejemplo el propio Rafa el curso pasado tras lesionarse en el Open de Australia en su compromiso de cuartos de final ante Marin Cilic, “son muchas las lesiones que se producen en el circuito, y tendrían que tenerlo en cuenta”. Además, la superficie en la que se juega también es determinante y sobre todo, la acumulación de partidos en una temporada donde solamente cuentan con apenas un mes sin torneos dentro del calendario profesional.
La superficie y su influencia
Más de la mitad de los torneos que se disputan en una temporada de tenis son en una superficie rápida, quedando fuera únicamente los eventos celebrados en la campaña de tierra batida. La hegemonía de la pista dura conlleva una consecuencia clara y es que es más lesiva que el polvo de ladrillo y por tanto, trae más problemas físicos a los jugadores en las extremidades inferiores, sobre todo en rodillas y tobillos, repercutiendo en la cadera y la espalda.
La tierra batida es más blanda y eso influye en el impacto que sufren las articulaciones de los tenistas, lo que se traduce en un menor desgaste muscular, por lo que los jugadores también tienen menos riesgo de lesión en ese sentido. Esto explica que en los últimos años, Nadal haya podido completar sin problemas el paso por los cinco torneos que componen su gira de arcilla (Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y Roland-Garros), algo que por desgracia no ha sucedido en las últimas tres temporadas en los eventos de pista dura, donde la rodilla, el psoas ilíaco o la muñeca, le han hecho perder gran cantidad de partidos.
Marin Cilic et Rafael Nadal lors de l'Open d'Australie 2018Getty Images
Nuevamente, el manacorí ha tenido que poner freno a su calendario retirándose en Indian Wells y renunciando a jugar en Miami con el objetivo de llegar bien a la campaña de tierra, fundamental teniendo en cuenta el dominio aplastante que durante casi 15 años lleva ejerciendo dentro de circuito masculino.
Las lesiones más frecuentes en el tenis tienen que ver con la acumulación de esfuerzos y el estrés, y los cambios de superficie o la diferencia entre las mismas, son un atenuante claro para los jugadores a la hora de elegir según qué torneos, de cara a salvaguardar el físico, aunque la proliferación de la pista dura, no ayuda, por lo que entra el factor más importante a tener en cuenta de cara a alargar la carrera de un jugador, el descanso.
El descanso y la convivencia con el dolor
En los cerca de 1.400 partidos que he jugado muchas veces tenía dolores”. Las palabras de Roger Federer una vez se conocía la retirada de Nadal en Indian Wells ponen en relieve la importancia de las lesiones en una carrera tenística, pero sobre todo el sacrificio que todos los jugadores tienen que hacer para intentar llegar lo más lejos posible en su vida deportiva, independientemente del nivel finalmente alcanzado. Es cierto que en la actualidad se ha conseguido alargar el tiempo activo poniendo como ejemplo al helvético, a un gran nivel a sus 37 años, o el pundonor de Rafa, que camino de los 33 sigue luchando dentro de un periplo marcado por el éxito y los problemas físicos casi a partes iguales.
" En los cerca de 1.400 partidos que he jugado muchas veces tenía dolores"
El dolor casi siempre está presente y el espectador termina de ser consciente de ello, Nadal, Djokovic, Federer o el propio Murray, que todavía no sabe si volverá a empuñar una raqueta de manera profesional dentro de una pista de tenis por su lesión de cadera, llevan sus cuerpos al límite y tienen que cuidar hasta el más mínimo detalle para que el estrés físico y la carga de partidos no les lleve a tener que dejar el deporte.
Novak Djokovic es atendido en los cuartos de final de WimbledonGetty Images
El descanso es una pieza importante en esta ecuación, y a falta de que la ATP haga algo con el controvertido calendario, que poco o nada de margen deja para las vacaciones de los tenistas, los más privilegiados pueden elaborar un plan que les permite tomárselo con más calma, aunque para llegar a esta situación han tenido que trabajar lo suyo. Solo así se explica el número cada vez más reducido de torneos donde juega Nadal, la ausencia durante dos temporadas consecutivas de Federer en la tierra batida o los 40 días que Novak Djokovic ha dedicado a descansar y desconectar tras ganar el Open de Australia.
Solo unos pocos pueden contar con esta manera de afrontar la temporada, y es que la clase media y baja del circuito profesional tiene que pelear en cada torneo por mantener su situación en el ránking jugando una semana sí y otra también, con la consiguiente carga de partidos teniendo un riesgo alto de caer lesionados.
Roger Federer - Australian Open 2019Getty Images
Además, conforme los jugadores cuentan con más años, es inevitable que tengan que pensar en que son capaces de jugar menos partidos por curso. Si en 2015 por ejemplo, Nadal jugaba 81 partidos, Federer 74, Djokovic 88 o Murray 85, el descenso tres años después es más que evidente, con el manacorí en 49, el suizo 58, el serbio 65 y el escocés siendo capaz únicamente de disputar 12.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes de los tenistas?
La Fundación Mapfre realizó un estudio en el año 2015 sobre las lesiones más frecuentes dentro del mundo del tenis y alertó del aumento de problemas ocasionados por el estrés, como las fracturas o las roturas musculares. A las zonas ya conocidas como el hombro, el codo (incluso una dolencia se llamada codo de tenista en honor a este deporte), la muñeca y la espalda, también alcanzaban un porcentaje importante las relacionadas con la cadera y las rodillas.
En todas estas articulaciones y zonas del cuerpo han tenido que lidiar todos y cada uno de los jugadores que se encuentran dominando desde hace más de una década el circuito masculino. Nadal ha pasado por muchas de ellas, Federer tuvo que parar por la rodilla y reconoció problemas en la muñeca en 2018, Djokovic se mantuvo en el dique seco medio año, y tardó otro medio en recuperar su nivel por el codo, Murray se encuentra al borde de la retirada por la cadera y Juan Martín del Potro se ha levantado una y mil veces a causa de sus maltrechas muñecas y actualmente sopesa pasar nuevamente por el quirófano por culpa de una fractura en la rótula.
Britain's Andy Murray reacts after defeat in his men's singles match against Spain's Roberto Bautista Agut on day one of the Australian Open tennis tournament in Melbourne on January 14, 2019.Getty Images
Son solamente los ejemplos más visibles de un deporte, que al igual que los que se compite al más alto nivel buscando la excelencia, no está ni mucho menos exento de sacrificios y riesgos. La duda queda en saber si la ATP, como organismo al mando en este caso, debería regular de otra manera el calendario o si son los tenistas los que tienen que hacer frente a este problema encarando de una manera diferente el número de partidos que juegan cada año. Un debate que sigue abierto y que dará mucho de qué hablar en las próximas semanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario