«En la Fábrica de Gas hay que dejar hablar al edificio, cualquier uso no vale»
José Ramón Fernández Molina | Arquitecto
«La fábrica de La Vega y la de Gas son dos oportunidades de centralidad y capitalidad para la ciudad»
A José Ramón Fernández Molina lo abordamos el miércoles antes de una charla en el colegio La Milagrosa. Sin menospreciar el interés que suscita Oiza, la actualidad manda y preguntamos por la buena nueva: la Fábrica de Gas. ¿Qué se puede hacer ahí?, ¿qué relación guarda con la muralla? El arquitecto duda un segundo, pero acaba por conceder la entrevista en la que urge actuar sobre los elementos más deteriorados y dibuja usos mixtos para la factoría, no solo culturales.
-¿Qué relación guardan la Fábrica de Gas y la muralla?
-Se encuentran en una ubicación central de la ciudad e inevitablemente están vinculadas a cualquier desarrollo de ese sector. Por fortuna las noticias que recibimos después de un largo periodo de reivindicaciones son satisfactorias. La fábrica es un bien para la ciudad y merecía ser conservado íntegramente. Ahora hay que pensar qué papel tiene que jugar una infraestructura de tipo polivalente y mixto, no solo cultural. Hay que entenderlo en sí mismo y en relación al espacio en el que esta ubicado junto al tramo de muralla que se conserva.
-¿Qué soluciones propone?
-Una solución unitaria pasaría por una peatonalización de la calle Paraíso. Eso puede traer aparejada una pérdida de dinamismo y actividad en un espacio muy predeterminado que, no tiene por qué, pero podría caer en una situación de marginalidad. Eso requiere una serie de medidas alternativas para potenciar otro tipo de usos y otra manera de hacer ciudad. Un área de rehabilitación integrada que vincule la fabrica con el espacio construido y que estimule, a través del planeamiento, usos que contribuyan a generar espacio de actividad rico. Si la fábrica es la locomotora de ese área, al resto de los vagones como es la calle Paraíso les va a ir bien.
-Me choca lo que dice cuando en el plan de Portela se planteaban viviendas y usted alerte de un cierto vaciamiento.
-A César Portela le encargaron un planeamiento en el que el cliente quería revalorizar desde un punto de vista inmobiliario un activo ocioso. El encajó como con cierta habilidad un aprovechamiento residencial y eso suponía una merma de valor de la fábrica desde un punto de vista patrimonial. Con especial habilidad logró catalogar con protección ambiental unos espacios y eso pasó por comisión y Pleno y nadie se opuso.
-En La Popular.
-Sí. Desde el punto de vista social o público hizo sus deberes y consiguió sacar adelante lo que pretendían. Pero es pasado. El paso que se ha dado ahora está en el punto correcto. Es todo un conjunto, no parte de un conjunto.
-Urbanismo tiene planes de ampliar el espacio de protección del Antiguo.
-Ampliar el conjunto histórico del Oviedo Redondo con tramas urbanas y elementos que están fuera me parece correcto.
-En la dialéctica entre la ciudad burguesa y los barrios bajos, recuperar la fábrica puede borrar fronteras
-Cuando el cuartel del Milán se convierte en campus se produce una recalificación fuera del anillo de general Elorza. Luego, el efecto del HUCA como elemento de centralidad contemporáneo también juega ese papel. La Fábrica de Gas en conexión con la de La Vega son dos operaciones de centralidad y capitalidad en sentido metropolitano muy importantes. Más La Vega que la de Gas, que funciona dentro del sistema local pero ahí hay retos y sentido de la oportunidad. Hay que seleccionar un programa funcional adecuado. E incluso estudiar, desde un punto de vista sin prejuicios ni papanatismos, una conexión que el plan de Paco Pol ya establecía: un ascensor con puente por encima de la muralla hasta la puerta del Arqueológico.
-Es también la gran oportunidad para comenzar a cuidar el patrimonio industrial.
-Naturalmente. Varios compañeros del Colegio dudaban acerca de por qué en La Vega solo está conservado el claustro, la portada y una chimenea como elementos singulares. Como redactor del catálogo me enfrenté a una situación compleja. A mí se me plantea que hay que sacar el patrimonio industrial por completo. Algo fortísimo que te toca la fibra, porque es lo contrario a lo que siempre reivindicamos. Logramos declarar todo como un conjunto pendiente de desarrollo.
-Una patada hacia adelante.
-La Fábrica de Trubia, la de La Vega, la de Gas y San Claudio, que esté hecha una ruina porque nadie mira para ella. Todas tienen un desarrollo previsible. La perversión dependerá de quién lidere el plan especial. Si es público se supone que tendrá algo claro. Si es privado acabamos como con la Fábrica de Gas que, tras muchas vueltas y meandros parece que ha llegado a buen fin.
-¿En qué estado se encuentra?
-Hay zonas que están peor. La de los gasógenos y la cubierta atribuida a Sánchez del Río necesitan más pronto que tarde una restauración. Es la parte más frágil y si no se actúa va a acabar entrando en ruina.
-¿Qué tipo de actuación se podría plantear?
-En la fábrica se dan una serie de arquitecturas con diversidad funcional por la propia historia de la fábrica. Los arquitectos tenemos una frase pedante que pero que refleja bien la idea: dejemos hablar al edificio. El edificio te dirá donde están los límites. Cualquier uso no vale. A veces se han hecho cosas lamentables a base de tensar y tensar hasta que se rompe.
-¿Qué planteó para el plan de rehabilitación de la muralla?
-Afronté ese proyecto ampliando el foco sobre un objeto secuestrado por el proceso de la historia y de alguna forma planteé una restitución funcional como el camino de ronda por encima. La muralla es hoy más un estorbo que otra cosa y desde un punto de vista jurídico hay que demostrar de manera fehaciente que es pública.
-¿No se sabe de quién es?
-Las referencias históricas conocidas indican que se le asigna a la ciudad de Oviedo en el fuero de Sahagún una autorización para cercar la ciudad. Eso no ha cambiado y según las leyes es un BIC. Otra cosa es que tenga gallineros adosados.
-O una terraza.
-De todo. Hay que poner orden porque un elemento tan importante ha visto cómo desaparecía su integridad. Recuperarlo es una obligación y hay técnicas no necesariamente materiales. Se pueden utilizar técnicas de realidad virtual o iluminación monumental. En ese proyecto avanzo para un futuro ideas de planeamiento y gestión cultural más allá que la mera obra de rehabilitación con partidas concretas. Lo que sí sería interesante desde un punto de vista patrimonial y los valores de pertenencia de los habitantes de Oviedo es conocer la historia. Físicamente la mayor parte de la muralla ha desaparecido pero siempre está la posibilidad de trabajar en un museo de la ciudad.
-En la Fábrica de Gas
-El alcalde tiene claro llevar el archivo de la ciudad para allá y eso está bien. El archivo tiene documentos interesantes y se podría tirar de la idea de un archivo-museo.
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