Mercedes Fernández mantiene el pulso a Génova, que ultima la gestora
La dirección nacional ya tiene decidido intervenir en el PP de Asturias tras haberle pedido a la presidenta regional su dimisión
Visto para sentencia. Solo falta redactarla. Los hay que afirman que es cuestión de horas, otros que de días. Pero todos coinciden: la dirección nacional del Partido Popular ya tiene decidido imponer una gestora en el PP asturiano. Ve que la situación interna en el partido, sin relación alguna entre la dirección regional y la candidata al Principado, Teresa Mallada, a la que se ha unido la destitución de Luis Venta como secretario general de los populares regionales por el envío de un anónimo amenazante al portavoz en Gijón, Pablo González, es irreconducible. Por ello, y como ya adelantó ayer EL COMERCIO, la opción de imponer una gestora en Asturiasestaba sobre la mesa, a la espera de algún gesto de la presidenta regional -léase dimisión- que evitara tomar esta medida. Mercedes Fernández no atendió estas peticiones y Pablo Casado y su equipo ya han decidido la intervención del Partido Popular de Asturias. La gestora ya está en marcha. Solo falta elegir el momento adecuado para anunciarla.
La crisis interna del PP asturiano incomoda a Pablo Casado. Todo saltó por los aires cuando en enero desplazó a Mercedes Fernández de las listas autonómicas para poner al frente de las mismas a la expresidenta de Hunosa, Teresa Mallada. El líder de los populares se decantaba por un sistema de 'bicefalia' que no suele funcionar en un partido con una organización tan piramidal como es el PP. Aumentaron las hostilidades entre la cúpula regional y los 'malladistas' cuando, además, Casado le dio plenos poderes a la candidata para diseñar las listas. Incluso para designar candidatos locales, pese a que estaturiamente estas atribuciones son exclusivas de la presidenta.
Avisos
A Génova llegaron en las últimas semanas advertencias de la tensión que se estaba viviendo en Asturias. Se intentó reconducir la situación, pero se quedó en eso, en un intento. El presidente del PP, su número dos, Teodoro García Egea, y el vicesecretario general de Acción Sectorial, Javier Maroto, buscaron entonces alternativas. Concluyeron que sería conveniente para evitar que el polvorín asturiano estallara que la presidenta regional del partido diera un paso atrás. La convocatoria electoral del 28 de abril fue la excusa perfecta para ofrecerle una alternativa. Y así fue. Como publicó ayer EL COMERCIO, a Mercedes Fernández se le ofreció ir como número uno en la canditura al Senado.
Esa era la cara. La cruz, que si aceptaba debía renunciar a la presidencia del partido en Asturias. La dirigente regional rechazó de plano esa posibilidad. Argumentó que no había incurrido en ninguna falta, que había aceptado y asumido todas las decisiones impuestas por la nueva dirección nacional -Mercedes Fernádnez no apoyó a Casado en las primarias- y que tenía el mandato de presidir el partido hasta pasadas las elecciones autonómicas del 26 de mayo con el aval del 84% de los militantes de la región.
En la mañana del pasado jueves, Mercedes Fernández recibió la llamada de Javier Maroto, quien le reiteraba la oferta de ir en las listas al Senado a cambio de su dimisión. La respuesta fue la misma: un 'no' rotundo de la presidenta regional.
Último intento de Maroto
Fue en ese momento, al comprobar que Mercedes Fernández estaba dispuesta mantener su pulso con la dirección nacional, cuando en Génova empezaron a pensar en imponer una gestora en Asturias. Por aquel entonces, la dirección nacional del partido ya conocía el contenido del anónimo que había recibido el portavoz del PP en Gijón, Pablo González. A primera hora de la mañana llegó a Madrid el resultado de las diligencias abiertas tras las denuncia presentada por el edil gijonés, en las que se resolvía que el citado anónimo había sido enviado por el secretario regional del partido, Luis Venta. Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia en Génova: destitución de todos sus cargos del número 2 del PP asturiano y se activa la opción de la gestora. Solo la frenaría una renuncia de Mercedes Fernández.
La presidenta del PP asturiano ya sabe que en Génova tienen la decisión tomada, pero según fuentes populares está dispuesta a mantener el pulso a la dirección nacional y rechaza dimitir.
Casado, García Egea y Maroto ultiman los detalles para imponer la gestora. En estos momentos la duda que mantienen es decidir quién debe presidirla. La dirección nacional baraja tres posibilidades: poner al frente de esta a Teresa Mallada, que cuenta con todo su apoyo y a quien Génova ve como el «futuro» del PP en Asturias; un cargo que conozca bien el partido y que sea aceptado por todos los sectores o una persona que forme parte de la dirección nacional.
En Madrid gusta más la segunda opción, porque entienden que Mallada debe centrarse en en su propia campaña para aspirar a gobernar Asturias el 26 de mayo. No obstante, esta posibilidad no está descartada.
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