sábado, 9 de marzo de 2019

Dando ejemplo....

Las grandes empresas del Ibex 35 reconocen que existe desigualdad salarialentre los hombres y las mujeres que trabajan en estas corporaciones. Pese a las grandes campañas de 'marketing' y los esfuerzos por acabar con esta situación de discriminación, las compañías cotizadas más grandes de Españaadmiten a sus auditores que la brecha salarial bruta entre hombres y mujeres es de hasta un 30%.
No obstante, esto no quiere decir que no haya empresas con brechas salariales brutas aún más abultadas, pero eluden ofrecer esa información a los diversos entes supervisores. La mayoría de los datos publicados han llegado en los últimos días de febrero, justo antes de la huelga feminista que se celebra este viernes 8 de marzo en España. Las empresas, sin embargo, ocultan casi siempre la información agregada que refleja de manera más clara la situación de desigualdad retributiva.
Uno de los pocos que sí hacen públicos estos datos de conjunto es Banco Santander. La entidad cántabra, pese a los mensajes de apoyo fenimista de su presidenta, Ana Botín, admite que la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 31%. Este ratio, conocido en la terminología anglosajona como el'gender pay gap', mide la diferencia en las retribuciones, independientemente de la naturaleza de su trabajo. Se calcula como la diferencia de la mediana de la remuneración pagada a los empleados y a las empleadas. Esta se expresa como el porcentaje de lo que ganan las mujeres menos que los hombres.
Además de Santander, solo Telefónica revela esta magnitud en su balance de 2018 registrado ante la CNMV. La brecha salarial bruta del grupo presidido por José María Álvarez-Pallete asciende al 21,36%.
El resto de compañías eluden dar este dato. Sí ofrecen la brecha salarial ajustada, que distingue diferencia retributiva por género entre las mismas categorías profesionales. Esto, aunque sirve para comparar entre trabajadores del mismo puesto, mitiga el efecto distributivo entre mujeres y hombres dentro de las distintas categorías de la empresa. En todos los casos, a mayor rango de responsabilidad menor es el número de mujeres. De ahí que la brecha salarial aumente, ya que un alto porcentaje de hombres sigue ocupando los puestos mejor retribuidos de las corporaciones.
Esto explica en parte la fuerte situación de discriminación por género que vive la tercera edad. La brecha salarial entre hombres y mujeres es del 486%, según los datos aportados por el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha). El hecho de que muchas menos mujeres hayan trabajado y cotizado provoca que la desigualdad se intensifique en el último periodo de su vida.
Varios expertos que tratan esta cuestión apuntan precisamente al menor número de trabajadoras en puestos cualificados como la clave del problema. Lo que se conoce popularmente como el techo de cristal que no superan las trabajadoras. Solo hay que ver cómo a partir de los 30 años es cuando más crece la desigualdad salarial y de ascenso dentro de la empresa entre el género masculino y el femenino.
Según datos de Gestha, el núcleo de esta brecha se concentra en mujeres deentre 36 y 45 años. La razón más esgrimida es que la mujer asume más responsabilidad en las tareas del hogar, que se intensifican con la llegada de la maternidad.

Afloran más desigualdad en UK

Iberdrola, por su parte, asegura en el 'Informe de sostenibilidad de 2018' que en el grupo "no existe brecha salarial". Sin embargo, aclara que "esto es así siguiendo las directrices marcadas por la Ley de Información no Financiera y Diversidad aprobada el pasado mes de diciembre, que además ha sido verificada por el auditor (PwC)".
Sin embargo, esto no sucede cuando se pone la lupa de la legislación británica. El Gobierno del Reino Unido es más estricto y obliga a todas las empresas que operan allí a dar la brecha salarial bruta por hora trabajada. En el caso de Scottish Power, su filial en las islas y una de las grandes eléctricas del país, hay una diferencia del 22% entre lo que ganan los hombres y las mujeres. La empresa, focalizada en patrocinar en España el deporte femenino, acusa una desigualdad del 31% en el bonus (incentivo retributivo variable anual) pagado a hombres y mujeres.
También le ocurre esto a Inditex. La mayor cotizada de España explica que la mayoría de sus empleados son mujeres (tres de cada cuatro), pero obvia sus diferencias salariales. En Reino Unido, las mujeres cobran la hora trabajada de media un 10,3% menos que los hombres. De nuevo, a medida que los puestos implican más responsabilidad hay una mayor cantidad de hombres.
La otra gran eléctrica, Endesa, admite una diferencia salarial media del 12%, con hasta un 20% de discriminación en la categoría de directivos, los que más cobran. No obstante, tampoco da la brecha salarial bruta.
Además de la diferencia salarial, la retribución variable conocida como bonus es aún más desigual entre hombres y mujeres, según el Gobierno de UK
Repsol y BBVA son otras dos firmas que no publican la brecha salarial bruta dentro de sus organizaciones. Sin embargo, admiten que los hombres ganan de media alrededor de un 10% más en las diferentes categorías. En el caso de BBVA, esta diferencia se ha agrandado entre 2017 y 2018. Por su parte, Repsol en el Reino Unido reporta una diferencia salarial por género de más del 15%.
La situación no es más alentadora en la empresa de titularidad pública Aena. También oculta en su informe de auditoría la información relativa a la brecha salarial. Sin embargo, su aeropuerto londinense de Luton arroja una diferencia de sueldos del 25%, según reporta a la Administración británica. Los bonus allí son un 37% más bajos para las mujeres.
Algo menor (un 9,2%) es la brecha salarial por categorías que reporta Amadeus. De nuevo, esquiva la brecha salarial bruta, que da un dato más real de cuánto dinero ganan en total las mujeres con respecto al colectivo de hombres. En el Reino Unido, la diferencia es similar, aunque los bonus de las mujeres son casi un 40% más bajos de media.
Por último, en el caso de Naturgy, aunque tampoco da los datos agregados, sí subdivide por países y categorías. En España, la mayor desigualdad aparece entre directivos y operativos (la categoría más baja): un 13%. Muy lejos del 40% de brecha entre directivos de Irlanda. También hay casos como el 28% de desigualdad entre técnicos en Colombia o el 30% de diferencia en administrativos y operativos en México. A la compañía presidida por Francisco Reynés se le afea recurrentemente que solo tenga una mujer en el consejo de administración.
La gran incógnita, a tenor de los datos que reflejan la discriminación, será saber qué porcentaje de trabajadoras de las mayores corporaciones del país secundan la huelga por la igualdad de género de este viernes.

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