La Fábrica de Gas: 15.650 toneladas de tierra contaminada por hidrocarburos
EdP deberá presentar un nuevo proyecto de recuperación que no implique el derribo de la nave de la Popular Ovetense
De la Fábrica de Gas apenas se ve el gasómetro, elevándose sobre los tejados de las últimas manzas de El Postigo. El recinto fabril de la calle Paraíso, que el Ayuntamiento pretende comprar a EdP por 4,5 millones de euros, lleva encerrado en sí mismo más de un siglo. La factoría comenzó a producir gas para alumbrado en 1858 y cesó su actividad, por entonces ya solo eléctrica, en 1985. Muchos años de procesos industriales que han dejado huella en los 12.000 metros del conjunto. Una huella que supone «un riesgo inaceptable para la salud humana» en forma de hidrocarburos y alquitranes, según la resolución del servicio de Autorizaciones Ambientales del Principado.
La impronta es profunda: hasta 15.658 toneladas de tierras están impregnadas de estos derivados del petróleo. El proyecto de recuperación del terreno encargado por la compañía eléctrica divide en varias áreas y subáreas las zonas donde se han hallado afecciones al subsuelo, también distingue por la cantidad de contaminantes hallada en los sondeos previos. De las 15.658 toneladas, algo más de 3.141 se calcula que deberán ser retiradas, transportadas y tratadas como residuo peligroso. Otras más de 12.500 presentan contaminación por asfaltos pero en niveles inferiores que permiten su traslado directamente a vertedero. Las excavaciones necesarias para atacar estos suelos negros generarán otras más de 8.500 toneladas que podrán emplearse como relleno una vez concluida al descontaminación.
Datos en frío que se explican mejor si se aclara que solo se consideran residuos peligrosos aquellos en los que cada kilogramo de tierra contiene más de 10 gramos de compuestos derivados del petróleo. Esas son las condiciones estimadas para las 3.141 toneladas que serán tratadas como residuo peligroso. Una sencilla regla de tres permite estimar que contienen, al menos, casi 32 toneladas de alquitranes y fuel.
Un plan problemático
EdP presentó en 2016 un proyecto para la recuperación de los suelos como paso previo y requisito imprescindible para desarrollar el plan especial diseñado por César Portela para el solar, que preveía la edificación de un centenar de viviendas y la cesión al Ayuntamiento de parte de los edificios administrativos del complejo. Lo hizo pese a que la concejalía de Urbanismo había manifestado en 2015 su rechazo al plan especial e iniciado negociaciones con la compañía eléctrica de cara a obtener la propiedad del conjunto a través de una permuta.
Durante un año, no se supo nada. Después EdP presentó el plan de descontaminación. El documento no podría haber gustado menos en el Ayuntamiento. Preveía el derribo del comedor, los edificios de oficinas, la marquesina, los almacenes junto a las vías del tren, la nave de la Popular Ovetense, los restos del viaducto del tren, los muros de contención de los gasómetros desaparecidos o de los almacenes subterráneos. Varios de ellos, edificios con un notable valor patrimonial. Las negociaciones se reactivaron. A mediado de este marzo, el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, anunció -y la propiedad confirmó- un principio de acuerdo para la adquisición del conjunto por parte del Ayuntamiento por 4,5 millones de euros.
El entendimiento incluía dos condiciones. Al lote se añadían dos restos de parcela situados en la parte baja, que suman 600 metros cuadrados, y la empresa mantenía su obligación de descontaminar los suelos antes de formalizar la compraventa. Eso sí, con un nuevo proyecto, que respetase «la marquesina», obra de Ildefonso Sánchez del Río, y el edificio de «la Popular Ovetense», precisó el concejal, sin entrar en más detalles, porque «son ellos los que tienen que definirlo».
El nuevo plan deberá ser sometido a la aprobación del Principado, en lo ambiental, y a la tutela municipal en lo que se refiere a los objetivos de preservar el conjunto, definido en muchas ocasiones como un muestrario de la arquitectura industrial del último siglo, por reunir trabajos de Patricio Bolumburu, Francisco Casariego, García-Lomas, Vaquero Palacios, Joaquín Cores o Ildefonso Sánchez del Río, pero que también guarda restos anteriores como las arcadas de los edificios porticados que había en la plaza de la Catedral hasta hace un siglo.
El proyecto, ahora descartado, contaba con un presupuesto de ejecución de 340.000 euros. Fuentes municipales, sin querer precisar los detalles, creen que retirar los terrenos contaminados sin afectar a los edificios encarecerá considerablemente la tarea y «dificultará el tajo» al limitar la movilidad interior y el acceso o las zonas de acopio de materiales.
Planes
El equipo de gobierno, tras cerrar un precio con la eléctrica, anunció su intención de preservar el conjunto y destinarlo a usos culturales y administrativos. Sobre la mesa, varias propuestas. Desde una factoría cultural, hasta talleres y espacios para exposiciones o el ansiado traslado del Archivo Municipal. En cualquier caso, los usos y las actuaciones sobre el conjunto se definirán, explicó Del Páramo, dentro del próximo plan especial de protección del casco histórico, que su concejalía tiene previsto sacar a contratación a lo largo de este año.
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