Unidas Podemos acudió a su primera reunión con el PSOE tras la investidurafallida de julio con la sensación de que los socialistas ya estaban diseñando su campaña electoral. A pesar de intentar mostrarse optimistas, desde el entorno del equipo negociador no escondían su desconfianza sobre el hecho de que serán los sondeos electorales ya encargados por el PSOE, y principalmente el barómetro del CIS de la próxima semana, los que determinarán la decisión final del presidente en funciones, Pedro Sánchez. Desconfían de que Moncloa esté jugando con los tiempos a la espera de los sondeos para decidirse, aun reconociendo que su objetivo primario es gobernar en solitario.
Forzar una repetición electoral con base en las expectativas demoscópicas que manejen los socialistas o, en el caso de que sean menos favorables a lo esperado, lanzar una oferta de coalición de "último minuto", aun siendo, dicen, "una propuesta muy inferior a la que ellos mismos nos presentaron antes de la investidura". Estas son las dos únicas hipótesis con las que trabaja la dirección del partido morado y en las que se reforzó tras casi cinco horas de reunión entre los equipos negociadores el pasado jueves. "Lo que nos transmiten es: 'o gobernamos en solitario a pesar de no tener mayoría absoluta, o elecciones'", afeaban desde la formación tras el dilatado encuentro.
La desconfianza mutua y el fuego cruzado se acrecientan cuando restan poco más de dos semanas para la disolución automática de las Cortes si antes no se produce una investidura. El temor por parte de Unidas Podemos a que este primer encuentro negociador fuese un simulacro o una simple operación para alimentar el tan manido "relato", orientado a descargar culpas sobre el otro, llevó a los responsables de Unidas Podemos a reducir al mínimo su cobertura informativa.
Se negaron a que se facilitasen tanto imágenes del encuentro como fotografías. "No queríamos que convirtiesen la reunión en un acto electoral", se justifican fuentes cercanas al equipo negociador, que añaden que tampoco querían regalar a sus interlocutores la imagen, falsa según aseguran, de que es el PSOE quien trata de buscar un acuerdo, cuando en realidad tendría una posición que tachan de "inamovible".
Desde Podemos desconfían de que Moncloa esté jugando con los tiempos, a la espera de recibir más sondeos para decidir si busca un pacto o elecciones
En este contexto, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias siguen sin hablar desde la investidura. Solo un WhatsApp de felicitación por el nacimiento del tercer hijo de Iglesias el pasado agosto y un escueto mensaje de "recibido" cuando el líder de Podemos envió el pasado 20 de agosto al presidente en funciones el documento con su propuesta para reiniciar las conversaciones. Desde el entorno del líder de Unidas Podemos confirmaban este viernes que la esperada llamada para cerrar un encuentro entre ambos, que se había previsto para este lunes o martes, sigue sin producirse. Ningún contacto tampoco posterior a la reunión negociadora que se prolongó durante casi cinco horas. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ya vinculaba dicho encuentro entre Sánchez e Iglesias a cómo se desarrollase previamente la reunión de los equipos negociadores.
Este primer encuentro acabó en fracaso y solo sirvió para constatar las diferencias, a pesar de lo cual se emplazaron a seguir manteniendo más encuentros. Eso sí, sin fijar fecha alguna para ello. Con todo, hay disposición total al encuentro por parte de Pablo Iglesias, mientras desde su círculo critican que pueda existir la posibilidad de que ni siquiera se pueda producir. La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, afirmaba sin embargo en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Ministros que "se pueda dar por garantizado" que "puedan hablar, encontrarse y reunirse".
De no ser así, para los morados se trataría de una "gran falta de responsabilidad", según critican, además de que dudan de que sea sensato para los propios intereses del Gobierno jugar a la "ruleta rusa" de otras elecciones o que, en el mejor de los casos, vuelvan a producirse unos resultados similares a los de las elecciones del 28-A. Además, avisan, de repetirse el mismo escenario postelectoral, Pablo Iglesias no estaría dispuesto a dar nuevamente un paso al lado como hizo en julio para facilitar las negociaciones tras el veto de Pedro Sánchez a que el líder de Podemos formase parte Consejo de Ministros.
De volver a darse unos resultados similares si se producen nuevas elecciones, Pablo Iglesias no estaría dispuesto a dar un paso al lado otra vez
La denominada 'tercera vía' que el PSOE quiere volver a explorar, entendiendo por ello la oferta pública inicial de que los morados ocupen cargos en organismos públicos sin entrar en el Consejo de Ministros, no entra en los esquemas de Unidas Podemos. A pesar de ello, la portavoz Adriana Lastraadelantaba ayer que su formación enviará a los morados un documento especificando estos puestos, después de que se especulase con cargos en la CNMV, el CIS o el Defensor del Pueblo.
La negativa respuesta de Podemos a este anunciado documento no variará si no se trata de una base para "negociar en serio un gobierno, programa y equipos para desarrollarlo", según avanzan desde el partido. Una propuesta menos ambiciosa a la de julio, matizan. Iglesias ya rechazó la posibilidad de ocupar cargos en organismos públicos antes de que se viesen los equipos designados para la negociación, criticando que estos organismos deberían ser independientes y que ofertarlos visualizaba una "concepción patrimonialista"del Estado por parte del presidente en funciones.
IU empuja al pacto programático
Unidas Podemos sigue insistiendo en un acuerdo de coalición como única alternativa para sacar adelante la investidura, partiendo para ello de la última oferta del PSOE tras las negociaciones fallidas de julio. Siguen obteniendo el 'no' por respuesta e incluso se han sumado a la presión ERC y PNV para evitar elecciones. Pero no solo. Dentro del propio grupo confederal, desde IU priorizan el acuerdo de coalición, aun sin cerrarse a un acuerdo programático —la famosa vía portuguesa— facilitando la investidura desde fuera del Ejecutivo.
Fuentes del sector de IU más favorable a facilitar una investidura en solitario de Sánchez aseguran que "hay indicios de que algo puede cambiar" dentro del grupo confederal para empujar hacia un pacto solamente programático. Aun reconociendo que la opinión mayoritaria se centra en buscar una coalición, estas mismas fuentes entienden que hay margen para variar de posición a última hora y evitar una repetición electoral. Y es que ya durante la investidura, la posición de IU jugó a favor de decantarse por la abstención en lugar del voto en contra.
Ya tras la investidura fallida, la Comisión Colegiada de IU apostó porque "el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos debe también exigir un acuerdo en torno a las bases programáticas establecidas en el Acuerdo de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, aun en el supuesto de que no existiera acuerdo para constituir un gobierno de coalición con el PSOE, con el fin de evitar una nueva repetición electoral". Asimismo, el miembro de IU en el equipo negociador de Unidas Podemos, el diputado Enrique Santiago, avanzaba que si no se lograba el objetivo de la coalición, los órganos del partido se reunirían tras el proceso de negociación para discutir su postura.
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