La nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE posa al cierre del 41 Congreso Federal. / PSOE
La nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE posa al cierre del 41 Congreso Federal. / PSOE En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí 1- Sin duda los mejores chistes del mundo son los de loros. Y sin duda el segundo mejor chiste de loros es el que aquí sigue. Una señora I+D se levanta apenas vestida con un négligé. En el salón quita el trapo que cubre la jaula del loro y da, con ello, el día por iniciado. Repleta de dinamismo, prepara el desayuno de su esposo, que lo ingiere arreando. A continuación, la esposa acompaña al esposo hasta la puerta y le despide con un beso en la frente. Tras cerrar la puerta, espera unos minutos junto a ella, mientras se atusa los rizos. En breve, en efecto, alguien llama a la puerta. Se trata de un caballero, más joven, sexy y pobre que su esposo. Juntos se dirigen al dormitorio, acaramelados. En ese breve periplo, la mujer vuelve a tapar con el trapo la jaula del loro, que exclama: “Vaya día más corto”. En mi infancia, ese chiste me enloquecía. De adulto, más. Y por lo que Francisco Rico –gran explicador de chistes de loros, por otra parte– denominaría su problema del punto de vista. El espectador del chiste, así, asiste a una infidelidad, mientras que el loro, simplemente, asiste a todo lo contrario: al día más corto de su vida. El punto de vista de los fenómenos, en fin, no solo es la esencia de los fenómenos, sino que los fenómenos pasan a ser otros según el punto de vista. 2- Hola. Martínez. Lo que aquí sigue es una explicación al Congreso chorrocientos del PSOE. Descartando el porno del chiste del loro y apostándolo todo por el punto de vista del loro del chiste del loro. En términos generales, por otra parte y si se fijan, en la información cada vez hay más porno y menos loros. Que son lo que mola. 3- Lo importante del Congreso, así, me temo, es, sencillamente, lo que tenía de junta de vecinos. En ese sentido, han sido importantes dos cosas: a) la aprobación de la nueva junta, y b) lo de la derrama / la cosa financiación singular para Cat y hasta para el gato. Vayamos por partes. 4- Sobre la nueva junta. Es, básicamente, como sucede cuando el barco no se hunde, una variación de la anterior, con cromos intercambiados y reajustes coyunturales. A falta de que el futuro explique lo que es importante en todo ello, lo importante, el caso de la cosa, es que el nuevo/viejo staff del PSOE ha sido aprobado por el 90% del Congreso, que es la medida mínima de un congreso que se precie. O sacas el 90%, o estás en ERC. En ese bloque macizo de sólida estabilidad hay incrustados algunos materiales que merece la pena singularizar y tener en cuenta. A saber: a) María Jesús Montero sigue siendo vicesecretaria. Es decir, es la sucesora de Sánchez, la candidata a ser la primera mujer presi de gobierno. Una baza importante, un anillo para unirlos a todos si hay que salir corriendo y convocando elecciones. Esa baza puede ser importante en un apretón electoral, más si pensamos que las dos izquierdas a la izquierda del río Pecos están en modo guindo, incluso la que vocifera que no está en el guindo. También se reafirma en su cargo b) Santós Cerdán, el secretario de Organización, un cargo más español que caminar con el carrito ocupando toda la acera. Se trata de un cargo fundamental en el sistema de partidos de por aquí abajo, que decide quién se mueve en la foto, si bien ahora ha ganado nuevas atribuciones. Es el hombre que negocia con partidos procesistas, como si el PSOE fuera el Estado. Ya no lo es –no se pierdan el punto 9, el oro del loro de este artículo–, pero los partidos procesistas necesitan creerlo. La renovación cantada del número 3 del PSOE supone también una valoración de las posibles implicaciones –el mensaje es que se prevén limitadas– del caso Koldo, militante promovido por Cerdán en su día y en su Navarra. 5- Sobre la derrama / la financiación singular para Cat y hasta para el gato. Se ha solucionado la polémica. Polémica: recordemos que este verano hubo tremendo pitote sobre ese tema entre los barones territoriales emergentes –es decir, deseosos de emerger en los medios–, levantados contra el PSC y el PSOE Pensamiento Sánchez. Pues bien, el Congreso ha zanjado definitivamente ese tema. À la mode PSC. Es decir, sin aportar solución alguna. Por lo que se ve, la solución reposa en el lenguaje. Así, la financiación singular “será aprobada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera” –es decir, de manera multilateral; fin de la cuestión; punto pelota–, si bien “sin perjuicio de la relación bilateral del Estado con cada comunidad autónoma”. Es decir, se ha llegado a la paz social en el PSOE ante el tema, tal vez explicando a los barones menos avispados, a puerta cerrada y con un powerpoint con fotos de los teletubbies, que, en efecto, la financiación singular no existe/son los padres. Lo que sea que sea la financiación, etc. no traicionaría, en todo caso, el pacto PSC-ERC –un pacto, entre profesionales del lenguaje, fundamental para mantener la Presidència Illa en Cat–, pero reposaría, no tanto en criterios federales de financiación efectivos, como en el léxico, en paraules de finançament, senzilles i tendres, que demostrarían a la ciencia que una financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede y es infinito. Por eso los enamorados y los políticos nunca se aburren. Por eso, en fin, son tan buenos los chistes de loros, esos animales que hablan. Una financiación común y multilateral puede ser, a la vez, singular y bilateral, si se la retuerce con cierta habilidad. El lenguaje todo lo puede 6- Sobre el lenguaje, meditación. El sistema español está sustentado en el lenguaje, de manera que el lenguaje soluciona todo lo que no sucede en el sistema español. En todo caso, a la nueva extrema derecha –transcurre en el lenguaje, sí, pero detrás de ese lenguaje chachi tiene una apretada agenda efectiva, palpable, real, que trasciende el lenguaje y que se remonta al siglo XVIII, con la idea de involucionar hasta reconstruir todo desde ese siglo– no le costará nada comerse con patatas toda esta construcción lingüística denominada democracia española, un objeto sin resortes, pero con lenguajeZzzzz, ese material que tan poco pesa. 5- Y aquí, tras la cosa junta y la cosa derrama, finaliza el Congreso según el punto de vista del loro. Y empieza su festival del lenguaje adjunto, habitual en cualquier construcción, congresual, o no, de un partido peninsular. Les detallo diversas construcciones lingüísticas, algunas muy comentadas, y que serían importantes si no fueran, lo dicho, palabros, ese elemento del porno, irrelevante si bien siempre excitante. 6- Sobre la cosa supresión de la partícula Q+ en el compendio LGTBIQ+ –Q+, por cierto, no es Qüenca, sino queer–: obedece a un posicionamiento electoral del PSOE. Es decir, el PSOE cede –o más bien, abandona– la cosa Q+ a las izquierdas a la izquierda del río etc. Es decir, el PSOE valora que no cede gran cosa. Con ello, se plantea combatir en exclusiva con el PP, por otro fragmento del feminismo, más conservador. Se trata, lo dicho, de un combate electoral, léxico, que no afectará –tranquis; a presión y temperatura normales se cuidarán muy mucho, por otra parte– a lo legislado y a lo por legislar. Es un ejemplo de lo que en Ciencias Políticas se denomina ‘Teoría del Tendero’. Es algo divertido y que no deja de ocupar el grueso de la política. Consiste en esto. Esto: imaginen una calle con dos aceras. En una acera, en su borde derecho, hay una tienda. En la otra acera, en su borde izquierdo, otra. Ambos tenderos solo tienen como clientes las casas de su alrededor. Por lo que deciden, para ganar clientes, desplazar la tienda unos metros más hacia al centro de la calle. Lo mismo hace el otro tendero para competir con él y ganar más clientela. Tras una guerra comercial dilatada, y tras varios desplazamientos, ambos tenderos, para acceder al mayor número de clientes, acabarán en el mismo punto, cada uno frente al otro, en el centro de la calle. Los productos que venden, por otra parte, no se diferencian en mucho, salvo en el lenguaje. Un tendero dice “¿qué te pongo, reina?”, mientras que otro habla a sus clientes de Libertaz, pongamos. 7- Más lenguaje. O, al menos, los puntos programáticos de los partidos no suelen ser poco más que eso. Sobre la cosa vivienda. Se promete una “gran” –importante ese adjetivo; el tamaño importa; en el porno, al menos– “empresa pública de vivienda”. Puede impresionar. Pero impresiona menos que, sin “gran empresa pública de vivienda”, el Gobierno, algo que debería de ser más ejecutivo que el Congreso de un partido, ya había prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han puesto a disposición de sus solicitantes 10.206 viviendas en el plazo de un año y medio; algo meritorio, si bien todas provenían de la Sareb, ese stock inquietante, pagado por la sociedad a los bancos en un momento en el que la sociedad estaba sumamente pocha, y que debería estar a disposición de la sociedad desde hace años. Sobre la cosa laboral. Un festival: a) reducción de la jornada laboral, b) blindaje del SMI en la CE78, donde se fijaría que debería suponer el 60% del salario medio por los siglos de los siglos. Sobre la cosa fiscal: a) aumento del impuesto de sociedades, b) distribución de los beneficios empresariales entre los trabajadores –un soneto, pura poesía, me temo–, c) un nuevo estatuto de los trabajadores del siglo XXI –es decir, los robots–, para concluir con el ya entrañable y tradicional popurrí de d) ayudas y complementos vitamínicos a los trabajadores autónomos. El Gobierno ya había prometido 184.000 viviendas, y mira –importante: se han puesto a disposición de sus solicitantes 10.206 8- Y, sobre todo, ese desparrame del lenguaje, un triunfo del lenguaje. El uso de la palabra ‘socialdemocracia’, de repente intensificada por el PSOE. Las izquierdas a la izquierda del etc., también saturadas de lenguaje, carecen de otra palabra para definirse. Lo que supone crearles una suerte de estrés lingüístico. 9- En 2014, cuando abdicó el emérito, Alfredo Pérez Rubalcaba era, desde 2012, el secretario general del PSOE. Es más, Rubalcaba fue el responsable de la aprobación de la Ley Orgánica de la abdicación, redactada por Landelino Lavilla –exUCD–. La ley, de un solo artículo, superfluo, innecesario, fue un acto de chulería, una exhibición de poder. Y, por lo mismo, el canto del cisne de una época y unos modos. La ley, vamos, no aseguraba explícitamente el futuro del rey, en tanto, y ese era el mensaje, estaba asegurado. Luego se vio que el futuro de un rey que sale por piernas de su jurisdicción penal nunca está asegurado, lo que aleja de un lugar seguro también a la institución. En todo caso, no aprobar aquella ley de un solo artículo hubiera supuesto un aggiornamento de la monarquía, no deseado y a toda leche, algo sumamente peligroso en el lejanísimo 2014. Lo importante, en todo caso, es que en un momento en el que Rajoy presidía el Gobierno, y cuando el Estado precisó algo que no podía ser una chapuza, como la que el Gobierno ya estaba emitiendo en Cat, el Estado lo confió todo a Rubalcaba, y no al gobierno. De ahí el luto y los honores de Estado que Rubalcaba recibió tras su muerte, en 2019. Un luto y unos honores que el Estado tal vez no dé al emérito cuando llegue el momento, pues, al contrario que Rubalcaba, fue un elemento desestabilizador. Rubalcaba, el PSOE, en fin, fueron Estado, algo que no se improvisa, por lo que debieron serlo desde hacía décadas. Hoy, el PSOE no dispone de ese rol. Es más, parece ser que el actual rey tiene otras preferencias políticas. Incluso otras preferencias sobre el Estado. Un Estado que ha expulsado al PSOE, y que está cayendo sobre Sánchez como los galos temían que les cayera el cielo encima. Por eso mismo sorprende que ahora mismo, estando en otra partida, al Este del Edén del Estado, el PSOE siga confiando más en satisfacer a un Estado sumamente alejado de él, sin parecidos razonables en ocasiones, que a la sociedad. Que confíe en el lenguaje –paradójicamente, esa forma de no hablar claro– más que en la política y en la sociedad. Una sociedad tan sensible a los cambios que los empieza a buscar en la extrema derecha. 10- El tiempo dirá si los errores acumulados del PSOE –lo único que nos separa de la nueva extrema derecha– conforman un error de los de libro, del tipo almirante Churruca, ese almirante con nombre de loro. Autor > Guillem Martínez Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios). Ver más artículos
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