CAM y Cajastur dan el último paso para romper su alianza
30.03.2011 Jaime E. Navarro 0
La asamblea de Cajastur rechazará hoy el proyecto de Banco Base, lo que deja a CAM en una delicada situación frente al supervisor.
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Cuando el mercado aún espera una segunda oleada de fusiones entre cajas, el sector va a vivir su primer divorcio: el de Banco Base. Las cuatro entidades que conforman esta alianza (Cajastur, CAM, Cantabria y Extremadura) celebran hoy sus asambleas para decidir si aprueban definitivamente o no la fusión. Es el único SIP de cajas que aún no ha dado el visto bueno a su unión y que no ha recibido el préstamo de 1.493 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
Salvo imprevistos de última hora, las asambleas de Cajastur, Cantabria y Extremadura votarán contra la constitución de esta alianza. El principal argumento que esgrimirán sus cúpulas directivas será que Banco Base necesita inyección del Frob de 2.800 millones de capital debido a la delicada situación de CAM, lo que dejará el control del grupo en manos del Estado en menos de un mes. Esta petición de capital duplica la inicialmente prevista por el supervisor, 1.447 millones.
A favor
CAM votará a favor de que el proyecto siga adelante, pero la negativa del resto de socios la dejará sola y en una situación comprometida. La caja alicantina realizó el año pasado importantes saneamientos contra su patrimonio, con una reducción de sus reservas del 34%, lo que ha dejado tocada su solvencia y lo que justificaría la petición adicional del grupo al Frob.
Por tanto, la entidad, si se consuma el divorcio, se ve abocada a la búsqueda de un nuevo socio o a la intervención del Banco de España. Fuentes financieras apuntan que la segunda vía es la más plausible y la que permitirá al supervisor hacer una colocación rápida de la entidad en el mercado, como ocurrió con CajaSur. El Banco de España podría arbitrar, no obstante, una solución intermedia para intentar salvar la constitución de este grupo, permitiendo al SIP seguir adelante con una inyección de capital público menor.
No obstante, las incógnitas que se presentan son muchas. Si CAM se queda sola y el supervisor se ve obligado a actuar, se trataría de la caja de mayor tamaño intervenida en la historia de la banca, con más de 70.000 millones de activos. En el marco de la intervención, el Frob podría otorgar a la entidad que integre CAM garantías adicionales, para hacer más atractiva su compra.
Cajastur, Cantabria y Extremadura también quedarán como entidades independientes, aunque retomarán una alianza entre las tres entidades, a la que podría sumarse alguna caja más. No obstante, esta unión no podrá contar con préstamos del Frob 1 para financiar su integración. El apoyo público que necesiten para llevar a cabo su alianza deberán recurrir directamente a inyecciones de capital público del Frob.
Ayer en el mercado se dispararon las cábalas sobre qué opciones podría estar analizando Cajastur junto a sus dos socias en caso de ruptura definitiva con CAM para dar mayor tamaño a su unión: desde una integración con la saneada Ibercaja, hasta la integración de Unnim, que busca a la desesperada un socio, con apoyo público.
Otra de las cuestiones que quedará sobre la mesa tras el divorcio son las posibles responsabilidades legales de las cajas que se han negado a llevar adelante el proyecto, que tenía el visto bueno del supervisor. Fuentes cercanas a las cajas asturiana, cántabra y extremeña estiman que, al no haberse cerrado por completo la alianza con el visto bueno de las asambleas, no habrá responsabilidades legales. En CAM tienen más dudas sobre este punto. El divorcio podría generar, por tanto, una batalla legal en los próximos meses entre las antiguas socias.
Tensiones previas
La relación entre CAM y Cajastur ha sido tensa desde el principio. Pese a la considerable diferencia de tamaño entre la alicantina y la asturiana (ver gráfico), ambas acordaron tener el mismo peso (el 40%) en el capital de Banco Base. CAM aceptó a regañadientes este reparto e intentó abortar en el momento de la constitución del banco que el presidente de Cajastur y consejero delegado del banco, Manuel Menéndez, asumiese unas facultades ejecutivas excesivas. Este rifirrafe estuvo a punto de romper esta alianza en junio, aunque finalmente ambas entidades llegaron a un acuerdo de gestión.
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