Rafa Nadal es una referencia para España y para gran parte del mundo. Y no exclusivamente en lo deportivo. Su presencia va más allá de la pista y entra de lleno en lo social. El tenista se ha convertido en un icono para una sociedad que busca valores y que cree haberlos encontrado en el vencedor del Mutua Madrid Open. Es el número uno del mundo, más allá de lo que pueda decir la clasificación de la ATP en un momento determinado y quiere que todo lo que sucede a su alrededor esté bajo control, que nada falle. Para ello se hace acompañar de un séquito de socios, colaboradores y empleados que convierten a Rafa Nadal en algo más que una sociedad anónima.
Nadal no se mueve solo por el mundo. Ni mucho menos. En ocasiones, como ha sucedido en el Mutua, le pueden acompañar hasta ocho personas, aunque su círculo habitual está formado por seis, todos ellos de su máxima confianza e incluso algunos de ellos, como Carlos Costa, socios en el mundo empresarial. Su tío Toni o Francis Roig ejercen de entrenadores; Benito Pérez Barbadillo es su asesor de prensa a través de la empresaB1PRJoan Forcades ejerce de preparador físico; Rafa Maymò, su recuperador; Ángel Ruiz Cotoro, médico tanto suyo como de la Federación; cerrando el círculo Jordi Robert, conocido como 'Tuts' y que desempeña labores de asistente y enlace con la firma norteamericana Nike, empresa que viste y calza al balear desde sus inicios.
A todos estos se podría unir Carlos Moyá, actual capitán de la Copa Davis. Amistad es la palabra que define la relación entre ambos desde que un joven de 16 años dio sus primeros pasos en el circuito. Desde ese momento Moyá se ha convertido en uno de sus consejeros. El tenista, por su parte, avaló su candidatura para la capitanía. Ahora le ha prometido estar presente en Brasilpara ayudar a España a salvar la categoría. 
En el lado familiar, Nadal siempre cuenta con el apoyo de su madre, Ana María Parera, su novia, María Francisca Perelló, sus abuelos y su tíoMiguel Ángel, exjugador del Barcelona y con el que comparte muchas cosas en común. Mientras Daniel Gimeno, número 75 de la ATP, viaja acompañado de su entrenador Francisco Fogues como otros muchos, Nadal multiplica esa presencia. El citado Carlos Costa ha sido el encargado de conducir la carrera profesional del balear desde sus inicios. Primero de la mano de la multinacional IMG y después como socio del tenista junto a Sebastià, padre del tenista, en una empresa que se dedica a guiar los pasos profesionales de Nadal y los de otros deportistas.
En los últimos meses se han movido para hacerse con los derechos de alguno de los nueve Master 1000 del circuito, con un objetivo claro, el Mutua Madrid Open. Federer tiene su torneo en Basilea, de la misma manera que Ferrer o Ferrero poseen parte de la propiedad del Open 500 que se disputa en Valencia. Nadal y su equipo van más allá. Se saben parte fundamental del circuito, el Mutua pasaría serios problemas sin su presencia y el tenis es un negocio saludable por el momento, es decir, un buen sitio en el que invertir. Al menos para un número uno como el español.
Un primer paso en esa incursión del circuito es el torneo para tenistas jóvenes que está organizando de la mano de Mapfre. La fundación del tenista ha creado un torneo sub 15 y otro sub 13 que constará de tres competiciones que se jugarán en Sevilla, Madrid y Barcelona. Desde 2007, la fundación desarrolla programas de ayuda y educación para niños socialmente desfavorecidos.
El tenista Nadal lo tiene todo bajo control. El empresario, más todavía. No hay detalle que se escape a esa sociedad nada anónima en la que se ha convertido el número uno del mundo. No olvida a su amigo de la infancia Tomeu Salva, con el que ha jugado algún torneo de dobles, o a Marc López, otro de los compañeros/amigos desde sus inicios en el tenis.
Según la revista Forbes la maquinaria Nadal generó 25 millones de euros en publicidad en 2013 con contratos con Kia, Nike, Babolat, Armani, Mapfre oBacardi. En su carrera ya suma 60 millones de euros en ganancias en los63 títulos conquistados y sus 684 victorias por 134 derrotas. "Cuando te crees que las cosas salen por lo que eres o por lo que has hecho, es el principio del fin", asegura el tenista como ideario de su vida, tanto dentro como fuera de las pistas. "Nunca pienso que soy mejor que el rival", sentencia.